7.

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Me estaba congelando el maldito trasero, en realidad ya había pensado en como mis amigos me encontrarían en el suelo hecho una bolita totalmente petrificado por el frio, mi muerte por congelamiento sería tan ridícula que saldría en los periódicos hasta podía imaginarme el título "Chico muere congelado por esperar fuera del instituto a un lindo chico rubio" También me había puesto a pensar en cómo tal vez mis dedos se caerían por lo helados que estaban o quizás mi nariz se caería y terminaría convirtiéndome en Voldemort... Eso sería mejor que morir congelado, al menos todos me llamarían Lord Voldemort. ¿Los Lord eran respetados por...

—¿Dylan? —Deje de pensar en todas esas cosas en cuanto escuche esa voz con acento británico —Estas todo rojo te va a dar hipotermia.

—No había pensado en eso como causa de muerte.

—¿Qué acabas de decir?

—Olvídalo —Negué con la cabeza y me puse de pie sintiendo como la sangre volvía a fluir por mis piernas, el rubio frente a mi ladeo la cabeza en señal de confusión —Pareces un gatito con mil prendas de ropa encima.

—Hace frio —Thomas se encogió de hombros y se quitó su bufanda de lana para entregármela —Puedes quedártela mientras esperas, no quiero que te resfríes, me la devuelves despues.

—En realidad estaba esperándote a ti —Dije con algo de pena, creí que mis mejillas no podían ponerse más rojas, pero tomé la bufanda y me la puse porque seguía temiendo morir congelado.

—¿Por qué no me esperaste dentro del instituto?

—No sé dónde está tu casillero ni que clases tienes a la primera hora y no sabía si podrías hablar conmigo despues de clases... o si querrías hablar conmigo despues de lo que paso... no te culparía si...

—Dylan estas divagando —El rubio me dio una pequeña sonrisa y me calle —Deberíamos entrar, estas temblando —Caminamos hacia la entrada del instituto y al no haber bancas en las que sentarnos en el corredor de los casilleros decidimos sentarnos en el suelo, el rubio acomodo su gorro de lana sobre su cabeza. Pequeña y muy necesaria pausa, sólo quiero decir que Thomas en serio parecía un gatito todo vestido de gris incluso sus dos sweaters eran grises y combinaban con su gorrito y la bufanda que ahora yo traía puesta, quería tomarle una foto y mostrársela a los demás retándolos a encontrar algo más adorable. Fin de la pausa. Thomas suspiro y me miro a los ojos —Por lo que veo te enteraste de lo de mi padrastro.

—Vino a hablar con Katie y le dijo que faltaste a clase por ir a un retiro espiritual.

—No sabía eso —El rubio frunció el ceño —Me disculpare con ella despues, no quería causarle problemas.

—Ella está bien, solo fue una queja —Intente calmar al rubio que solo me dio una media sonrisa —Esto es mi culpa Thomas y voy a entender si no quieres volver a hablarme.

—Si no quisiera volver a hablar contigo no me hubiera acercado a ti hace unos minutos.

—Buen punto —Deje escapar el aire que estuve conteniendo desde que llegué al instituto, me preocupaba que los días que había pasado Thomas en ese retiro cambiaran la perspectiva que él tenia de mí y que no quisiera volver a hablarme o siquiera dirigirme la mirada —Entonces el sacerdote no te dijo nada acerca de mi o las cosas que te dije.

—Dijo muchas cosas —Thomas bajo la mirada hacia sus zapatos y yo me temí lo peor —Dijo que no debía desobedecer a mi padrastro y que las cosas estaban escritas en la Biblia por una razón y no debía desafiarlas... también dijo algo... sobre...

—¿Sobre mí?

—Dijo que eras un hereje.

—No te dijo por qué —El rubio negó con la cabeza volviendo sus ojos hacia mí —Thomas la iglesia no aprueba como soy al menos no la iglesia de esta ciudad.

He is Broken (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora