¿Te gusto?

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Llegamos.

Todos estaban entusiasmados por el partido contra el Nekoma, yo por mi parte, solo estaba tenso. Yamaguchi bajó antes que yo.

— ¿Tsukki? — Regresó a mirarme cuando ya estaba bajando a su par.

— ¿Quieres que hablemos... a-ahora? — pude notar sus manos temblar.

— Aún no, primero deja tus cosas en el hotel, te avisaré.

Sin decir más me alejé de él.
Hinata y Kageyama ya estaban dando saltos en el hotel, el más pequeño después de Nishinoya gritaba por cada cosa que veía ¿Era su primera vez? Pensé.

Acomodé mis cosas en la repisa que me correspondía, el partido contra el Nekoma será en unos días, así que tenemos que practicar.

Ah, qué aburrido.

Pasé las horas soportando la chillosa voz de Hinata, Noya y Tanaka

— ¿Tsukki?

Me llamó otra vez, ya era hora.

— Okey, acompáñame. — Caminé hacia fuera del hotel y noté que me seguía.

— ¿De qué quieres hablar, Tsukki?

— No desesperes, caminaremos primero

— Perdón, Tsukki

Había un campo afuera del hotel, hacía frío, pero estábamos lejos de los demás, así que el lugar estaba bien.

— Aquí — Me senté en el pasto y esperé a que él lo hiciera.

Cuando estaba a mi lado, respiré hondo y lo miré de reojo, estaba temblando o por los nervios o el frío.

— He pensado algo — empecé  — quiero que seas sincero con la respuesta a la pregunta que te diré.

— Claro 

Lo miré a los ojos y él miró directamente sus manos.

— ¿Sientes lástima por mí?

Su mirada disparó hacia la mía.

— ¿Qué...?

— Respóndeme — Mantuve la seriedad en todo momento.

— Emm, no — Dijo titubeando.

Ja! Esa es la respuesta obvia, acaso pensaba que me diría <<sí, te tengo mucha lástima, estoy a tu lado por pena>> nunca escucharía esas palabras salir de la boca de Yamaguchi

— Entonces ¿Por qué siempre estás conmigo? ¿No te cansas de que te trate de esta manera?

— Em, pues... eres mi mejor amigo, y... no quiero que te vallas de mi lado

Parecía que habla consigo mismo.

— ¿De tu lado?

— Olvídalo Tsukki — negó con su cabeza desesperadamente — Eres mi amigo y para eso estamos ¿verdad?

Claro, soy su amigo, pero no por eso tiene que aguantar mi mal humor.

— Si estás a mi lado por lástima, te pido que te vallas

— ¿Eh? No Tsuki... No te tengo lástima, ¿Cómo podría tenerle lástima a alguien que-

Se detuvo abruptamente y abrió los ojos, miró al frente y parecía más nervioso

— ¿Alguien qué...? — Lo invité a continuar

— Yo... no quería contártelo todavía... pero ya ha pasado mucho tiempo, es hora que lo sepas. — Me miró y retuvo aire en sus pulmones.

— Genial, me tienes lasti-

— Me gustas, estoy perdidamente enamorado de ti. — Por cada palabra que decía su sonrojo crecía.

Abrí un poco los labios inconscientemente, ¿Qué acaba de decir? Estaba perplejo.

— ¿Enamorado? — Dije sonando idiota

— ¡PERDÓN!

Sin más, se levantó y se fue corriendo hacia el hotel.

No pude detenerlo.

¿Le gustaba a mi mejor amigo? ¿Cómo es posible eso? ¿Desde cuándo? ¿Cómo? ¿Se enamoraría de un tipo como yo? ¿Qué está pasando?

Aún estaba sorprendido, pero no podía quedarme en ese lugar por tanto tiempo, ya era tarde.

Caminando de regreso, me imaginaba muchas cosas, ¿Qué haría cuando vea a Yamaguchi?
Esto no podía ser, yo no lo quería de esa manera. Es más, jamás lo pensé siquiera.

Nos llamaron para cenar, pero yo desistí, así que me fui a mi habitación a ponerme mi pijama. Me acosté en la cama y miré el techo aún sin creer lo que había pasado.

Pasó aproximadamente una hora y escuché el ruido de la puerta abriéndose.

— Yamaguchi — Me escuché decir

Se sorprendió, volteó a verme sonrojado y con miedo.

— Yo... — Miré hacia abajo

— No, no me digas. — Rio nervioso — Al baño voy.

Salió de la habitación cerrando la puerta.

Será que esto... romperá la amistad que tengo con él? Miré la ventana reflejando una hermosa luna llena.

Como Yamaguchi no volvía decidí dormir, cuando me acomodé escuché la puerta abrirse, no me inmuté y fingí estar dormido.

Se acostó en su respectiva cama dándome la espalda, como si no quisiera verme; usaba su pijama de gatitos que mi mamá le dio en su cumpleaños.

Sonreí inconscientemente.

— Buenas noches Yamaguchi

Él soltó un leve gemido... Estaba llorando?

Era mejor no preguntar.

Sin darle más vueltas al asunto, me quedé dormido.

Sí, te aceptoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora