Lo besé cálidamente.
Nuestras lenguas jugaron.
Sujeté su delgada cadera y él me abrazó haciendo más profundo el beso.El aire nos hizo falta, me separé de él y respiré agitadamente.
— Te amo... Tsuki
Su mirada era tan bellísima, sentía que estaba en otro mundo.
En otro espacio.
Me sentía en el cielo.
En su cielo formado por tan hermosas estrellas.— Te acepto... Yamaguchi...
Sonreí ante las palabras que dije.
Él sonrió y lloró más.
Me abrazó fuerte.
Correspondí y besé su cabeza.
Su olor a shampoo me dejó atónito, era tan delicioso.Nos separamos y el volvió a besarme.
Lo dejé caer en la cama y el resto, fue magia pura.