4. Recuerdos Y Revelaciones

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   Hola nuevamente. Es su amigo Nathaniel y creo que es momento de que sepan cosas que ya se deben de imaginar sobre mí. Además de mi lobo ALFA favorito. Para empezar, yo no tuve una vida fácil. Vivía en la miseria, con mis padres sobrevivíamos buscando comida en la basura. Íbamos a las campañas solidarias que hacían en las iglesias católicas cuando hacían cenas para los más necesitados. He sufrido hambre, frío pero siempre estuve acompañado por mis padres. Ellos me amaban y cuidaban muchísimo... o al menos eso era lo que yo creía...

 Dormíamos en la calle. Refugios transitorios hasta incluso en el basurero de la ciudad de Buenos Aires. Pero un día todo cambió, mi madre enfermó gravemente. Ella gracias al sistema de salud gratuito de la ciudad fue internada en un buen hospital donde era muy bien alimentada y medicada. Eso le había ocurrido mientras pedíamos limosna en la puerta de una iglesia, se desmayó muy fuerte. La gente al ver eso llamó una ambulancia y fue revisada justo a tiempo. Estábamos recibiendo ciertas atenciones pero nos informaron que pronto mi madre saldría de alta.
 Significaba que tendríamos que volver a las calles y a la vez que si ella no recibía cierta medicación... moriría. Mi padre estaba en una muy profunda depresión, la quería ayudar pero no teníamos con qué, llegué incluso a robar y pedir limosna más tiempo en muchos lugares que iba encontrando. No importaba cuanto me esforzara... no alcanzaba. Los días fueron pasaron. Llegó un lunes frío, iba caminando con mi padre. Él me dijo que iríamos por unas cosas que logró encontrar y nos serían muy útiles, me alegró escucharlo. Fuimos a un galpón muy lejos del hospital.
 Al entrar, dos hombres me sujetaron, mientras que otro fue y le dio a mi padre una mochila llena de muchísimo dinero. Él me miró y pidió perdón entre lágrimas, que lo entendería cuando sea más grande ya que era para salvar a mi madre. Siguió llorando y se fue corriendo. Empecé a llorar fuerte, sin consuelo. Yo no me quería separar de mi padre, los hombres se enojaron, empezaron a llevarme hacia una camioneta vieja.
 Intenté liberarme pero me dieron un golpe muy duro en el estómago, que me dificultó respirar. Hasta que uno de ellos me puso un trapo en mi nariz y todo se volvió oscuro alrededor mío, provocando un profundo sueño. Al despertar me encontraba en una bella habitación cálida, habían 4 cuchetas, una linda cama individual. Una televisión último modelo. Una mesa con comida. Pero también niños y algunas niñas. Casi todos lloraban, gritaban sin consuelo, se abrazaban a sus piernas. Me ponía mal verlos así, algunos estaban mal vestidos, sucios... y otros hasta iban descalzos.
 No entendía nada sobre donde estábamos, hasta que una chica de mi edad se me acercó, ella me dijo que pase lo que pase, no haga enojar a quienes me entreguen. Con eso comprendí que pasaba, estaba en una red de prostitución infantil. La chica también me comentó que ella y yo llegamos juntos a ese lugar. Había visto desde la camioneta mi captura, una hora antes ella había sido secuestrada en un comedor infantil.
 Cuando llegamos, contó que un chico le explicó todo. Gracias a Dios y espero que no haya sido mentira. Ninguno de los presentes fuimos tocados. En esa semana, diversos menores fueron vendidos y secuestrados para esta red que recibió un pedido de 7 "Nuevitos sin estrenar". Esa misma noche los 7 pasaríamos por un make over para estar presentables para el cliente que nos pidió.
 Seríamos enviados a México. Yo tenía 15 años y la chica también. Los otros tenían entre 7 y 13 años. No podía creer que mi propio padre me vendiera pero debía pensar si había una manera de escapar. Lamentablemente tanto pensar me había dado hambre. Ya que había comida la aprovechamos. Al terminar de comer, la puerta se abrió. Entró una hermosa mujer que dijo iba a dejarnos bellísimos. Dos hombres armados estaban junto a ella. Nos llevaron a duchas privadas individuales. Al salir, estábamos todos con bata. La mujer muy emocionada nos llevó a una gran habitación llena de la más cara y hermosa ropa. Era increíble y ella muy emocionada seleccionó los outfits para cada uno. De ahí nos sentaron frente a espejos. Donde nos hicieron MAKE OVERS. Finalmente nos mandaron a habitaciones privadas dónde nos cambiamos. Al salir, la mujer se maravilló con sus "obras maestras". Nos regaló a cada uno una mochila con carrito.
 Pero nosotros estábamos nerviosos, sabíamos que venía. Los hombres armados volvieron, nos llevaron a un enorme garaje. Donde una camioneta más grande nos esperaba. La más pequeña empezó a llorar y mi compañera más grande trató de contenerla. Mi cuerpo temblaba, iba a ser enviado a otro país para ser objeto sexual de un montón de enfermos degenerados. Llegué a pensar que sería nuestro fin.
  Comencé a sudar, los nervios ya me estaban consumiendo. Los hombres presentes continuaban hablando sobre como coimear oficiales de la policía para poder pasar las fronteras sin problemas. Tragué saliva y cuando pude reaccionar, nos apuntaron con las armas. Ellos empezaron a gritarnos para que subamos rápido a la camioneta. Sin más remedio, suspiré y lentamente fui acercándome al vehículo, en un momento me detuve, por mi mente iban viniendo diversos recuerdos de mi vida.

El Oscuro Diario De Un Amor DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora