Después de ese incidente Nozomi dejó de dirigirle la palabra a Takato, solo hablaba "consigo mismo", esto al pelinegro comenzó a preocuparle ya que en vez de progresar y acabar con la enfermedad estaba retrocediendo.
Así que oculto las pastillas en la comida para así Nozomi las. Tomara sin darse cuenta.Narra Nozomi:
Ya no puedo confiar en nadie, todos son como lobos disfrazados de ovejas, esperando la oportunidad para abalanzarse y atacar.
La sombra es la única cuerda que me guía, debo seguir sus órdenes para sobrevivir.
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La sombra me dijo que el tipo malo con el que vivía a envenenado la comida, que no debo comer, no tomar nada que me ofrezca, tengo hambre, pero no me engañara.
- Otra vez dejaste la comida- dijo el Sr Takato acariciándome la cabeza como si de un niño se tratase- debes com-.
Lo empuje y este callo al suelo- no me toque- le grité.
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Tengo mucha hambre, hay comida en la nevera pero es venenoso.
Porque no escapas? - dijo la voz.
-Pero... A donde iría? No tengo nada, ni dinero, ni familiares a los cuales acudir.
Puedes robar, vivir en la calle como la escoria que eres.- dijo con una voz cruel
Tiene razón, una escoria que mato a su hermana no tiene derecho a tener una buena vida.
Escaparé.
..
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Takato trabaja todo el día, esto me da oportunidad de escapar. Del armario de Takato saque un polo, una chamarra con capucha y un jean, no son míos pero si de todas formas no los va a extrañar. Me dirigí a la puerta de la humilde casa y salí, estaba oscureciendo y Takato no tardaría en volver.
Podría toparme con el sí pasaba por el caminito que dirigía al pueblo así que rodeé el camino, pasaba por los árboles escondido, de vez en cuando echaba una vista al camino para guiarme.
Así en 40 minutos llegué al pueblo, me puse la capucha ya que estaba lloviendo y me mezcle con la multitud, tengo mucha hambre, vi un minimarker donde vendían chucherías y de más.
Entre no habían muchas personas, habían tres haciendo fila para poder comprar sus cosas, dos encargados uno atendiendo a los clientes, el otro trapeando y otros dos clientes escogiendo los productos que compraran.
Me dirigí al último pasillo que eran de comidas chatarras, papitas, dulces, sopas instantáneas y demás. Agarre dos bolsas de papas fritas, las meti debajo de la chamarra luego tome una botella con agua y la oculte en el bolsillo, meti mis manos en esta también y comencé a caminar intentando mantener la calma.
Estaba a unos cuantos pasos de la salida pero...
-Disculpe jov- creo que era uno de los empleados no me fijé solo salí despavorido.
Corría y corría, un policía me perseguían, no tenía fuerzas. Gire en una esquina y no había salida y aunque lo haya no tenía fuerzas para seguir corriendo, el policía tapo mi escape.
-Mocoso de mierda, entregarme lo que robaste.-dijo con una sonrisa cínica.
Este policia no planeaba de volver lo que robe, lo quería para el y esto se demostraba en sus ojos.
-P-pero e-es la única comida que tengo- intenté darle lástima.
-Escorias como tú no necesitan seguir existiendo vagando por la calle- agarro su palo de policía y me golpeó.
Al caer aplaste las dos bolsas de papas y ser rompieron y se mezclaron con el barro creado por la lluvia.
-Estupido mocoso!- me pateo el estomago- por esta estupidez te seguí?
No valía la penaEl sujeto me dio otras tres patadas y se marchó.
Tengo frío, cada gota de agua que me tocaba su toque parecía espadas afiladas perforando me. Mi estómago gruño, es verdad tengo que comer.
Intenté recostarme en la pared y agarre unas de las papas que estaban el el barro, intenté limpiarlo con las mangas y me lo comí. El saborear amargo, agrio, asqueroso. Recordé la comida que me hacía Takato-san, comencé a llorar.
No seas nena, te lo merecías.- dijo la voz cruel- pudiste haberlo matado y robarle todo, fuiste estupido.
Así comenzó mi vida cómo vagabundo
Continuará:
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Memory Cry
RandomLas voces y los recuerdos del pasado me atormentan, no hay escapatoria para este infierno que esta en mi mente. Podre ser salvado? Ja quien salvaria a una basura como yo.