2. La carga de un secreto ajeno.

6K 845 452
                                    

—Atento, Bras, presta atención a tus alrededores —Evan me repite por enésima vez desde que empezamos con esto—. Tu vigila el frente, yo vigilo atrás, tú izquierda yo derecha... son grandes pero demonios, pueden esconderse bien.

Estamos jugando laser tag con Gordon y Brook en el salón de juegos en la ciudad fuera del campus. Se supone que deberíamos estar practicando, pero la práctica de hoy se canceló porque el entrenador tenía un asunto que atender. No sé si tenía que ver con Jerome, pero por suerte, no lo he visto en toda la semana y aunque a veces me pregunto donde pueda estar o que hacer, estoy más relajado que otra cosa.

—Están escondidos detrás de esa pared azul —dice Evan, vigilando sobre nuestro escondite—. A la cuenta de tres, Bras...

—¿A la cuenta de tres qué? —yo espeto.

—Uno...

—¡Evan, ¿a la cuenta de tres qué?!

—Dos...

—¡Evan! —grito desesperado.

—¡Tres! ¡Muévete, muévete, muévete! —él sale corriendo en dirección opuesta y por supuesto que es alcanzado por el otro equipo, incluso cae en el suelo por haberse tropezado—. ¡Y pensar que mi madre quería mandarme al ejercito! —exclama, tratando de levantarse.

—¿Cómo si quieras juegas futbol, Evan? Es obvio que no sabes de estrategias —es la voz de Brook y puedo oír a Gordon riéndose en el fondo—. Ahora ¿Dónde está Bras?

—¡Corre Bras! —grita Evan.

Ruedo los ojos y me muevo sigilosamente entre mi escondite y la pared siguiente. Oigo los pasos del equipo contrarios acercándose, sigilosos pero soy más rápido y salgo en mi defesa, apuntándole a Gordon en el pecho y eliminándolo. Brook se protege, detrás de una pared y yo corro hacia el lado contrarios, intentando escapar pero Brook es más rápido y me alcanza tan pronto como me escondo. Me dispara en el pecho, acabando con la partida.

—¡Ganamos! —Gordon celebra—. Ustedes invitan los tragos en el club.

—Maldición, Bras —Evan se queja, llegando a mi lado.

—No te atrevas —lo apunto con un dedo— a culparme. Yo no fui el que planeó una estrategia defectuosa ¿A qué siquiera te referías con uno, dos, tres?

—¡Correr, duh! —Evan dice como si fuera lo más obvio del mundo.

—Y mira que bien funcionó —yo sacudo la cabeza—. La próxima vez déjame liderar.

—Ustedes chicos son graciosos —Gordon se echa a reír, dándonos a ambos palmadas en la espalda—. Pero en serio, saquen sus billeteras, el club nos espera.

Ruedo los ojos.

Vamos a un club nuevo que abrió cerca de donde estamos, esta vez podemos llegar tarde o simplemente no llegar, el entrenador no nos ha dado ha dado un toque de queda. Gordon y Evan están esperando ligar, Brook solo quiere beberse un par de cervezas y yo espero bailar un poco y beber. Nelson no quiso venir con nosotros porque quería terminar de estudiar y limpiar un poco en su habitación. No lo tomaba como el tipo de persona que rechazaba ir de fiesta pero supongo que todos tenemos nuestros momentos de responsabilidad.

No hay mucha fila para entrar al club pero mientras estamos afuera noto que las personas de alrededor son algo... peculiares. Hay chicas alrededor de otras chicas, abrazándolas, restregándose contra ellas, algunos chicos tomados de la mano con otros chicos y hay una persona muy alta a mi lada que trae vestido pero estoy seguro de que no es una mujer, al menos no bilógicamente. Cuando por fin entramos lo confirmo; estamos en un bar gay. O más bien un bar para todas las identidades sexuales. Yo miro a Evan, apretando los labios, con una expresión de "¿Qué mierda es esto?" en mi cara mientras él sonríe mirando alrededor.

Besar a un ángel en la oscuridad |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora