Sally Face, siendo Sally Face.

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                Sally face tenía aquella mirada baja en su asiento mientras sonaba el timbre de salida y todos se iban del salon. Aquel adolescente de pelo azul celeste estaba perdido entre sus pensamientos, ni siquiera sabia que habia tocado el timbre, solo estaba en su mente.No era la primera vez que le pasaba eso, en los últimos meses había estado distraído y a veces distante. Pero no era algo que todos notaran, simplemente pensaban que era Sally Face, siendo Sally face.

-Sal, es hora de irnos- dijo el chico de nariz punteando feliz mientras la pelirroja conversaba.

                Pero Sally estaba concentrado en otra cosa, ni siquiera le presto atención, solo veía a la nada. Aquel chico se extrañó al verlo tan asi, asi que se le acercó y le tocó el hombro delicadamente.

-Sal.-

Al contacto el reaccionó, volvio a la realidad, mirándolo a través de la prótesis. 

-¿Qué pasó Larry?-le preguntó Sally Face con la típica voz tranquila que lo caracterizaba.

-Es hora de irnos-le respondió Larry.

              Sal miró alrededor para darse cuenta que era el único que aun en su asiento, el aula estaba vacía, así que termino de recoger sus cosas y se paró al lado de su amigo.

-¿Todo bien Sal?-le preguntó algo preocupado Larry.

-Sí, solo pensaba en mamá-le dijo tranquilamente mientras se retiraba.

             Larry comprendió a qué se refería y no hizo más comentario; por parte de Sal, fue una mentira, pero no quería que le hiciera mas preguntas sobre eso ni quería preocuparlo. Ambos adolescentes se dirigieron a fuera donde estaba su grupo de amigos y se fueron del colegio.

              El resto del día paso con naturalidad, fueron a la casa de Todd a estudiar, comieron algunas golosinas, vieron algunas películas malas, hablaron de miles de cosas, muchas risas de todos, algo que Sal siempre ha disfrutado desde que lleva conociendolo estos últimos años. 

              Llegó la noche, todos se fueron a sus casa o apartamentos, Sal acompañó a Larry como siempre hacía; bajaron donde los esperaba Lisa con la cena, después fueron a al cuarto del castaño y hablaron de cosas casuales escuchando música, a la mitad de la velada, Larry se acordó que tenía que terminar un cuadro y Sal se quedó viéndolo pintar. 

-Fue una gran idea que empezaras a hacer comisiones-dijo Sal.

-Es gran idea, hasta que estas lleno de ellas y no tienes tiempo para ti-dijo Larry riendo-Jamás pensé que pagarán por lo que hago-dice mientras limpiaba el pincel en agua- ¿qué te parece?

               Larry se alejó de su obra, dejando ver a Sally, es un hermoso paisaje marino, con varias algas, peces, estrellas de mar, entre otras cosas. El arte de Larry nunca dejaría de sorprender.

-Es hermoso-dijo Sal asombrado, haciendo que Larry sonriera.

-Gracias Sally Face-Le dijo Larry mientras recogía los pinzales y los lavaba, después se acostó en la cama, Sal arrimo el puff para quedar al frente de él, hubo un extraño silencio, mientras Larry ve la hora que era, Sal sabe lo que significaba.

-Sal, tienes que ir a tu casa-le dijo Larry viéndolo.

-Lo sé, lo sé-

            Sal se dirigió a la puerta, un poco de mala gana, no le gustaba volver a su hogar, Larry vio algo de disgusto en él, así que lo siguió a la puerta.

-Sabes que si te pasa algo, puedes venir cuando puedas-dijo Larry tomándole la mano- No importa que

-Lo sé- se limitó a decir Sal, mientras quitaba su mano mientras abría la puerta.

-Adiós Sally face-dijo Larry.

             Sal salió, se quedó unos segundos detrás de la puerta, para prepararse psicológicamente para irse, después de unos minutos fue al ascensor y se dirigió a su casa. El acostumbraba a llegar en la noche, tarde, cuando su padre dormía; evitarlo muchas veces es una gran solución a muchos problemas. Llego a tu apartamento en silencio, todo estaba apagado, solo estaba Gizmo, quien estaba en el sofá esperando su llegada, Sal lo cargo y con cuidado se dirigió a su cuarto, intentando hacer el menor ruido posible.

              Mientras pasaba por el pasillo, pudo ver a su padre, en su cuarto, con la puerta medio abierta, por unos instante vio la luz de la pantalla y el sonido de las teclas de su computadora. No era común verlo despierto a esta hora, pero no era algo que le iba a decir. Simplemente fue a su cuarto y cerró la puerta, bajó a Guizmo de sus brazos, se quitó la prótesis y las coletas.

                Suspiro pesadamente, no estaba bien, tal vez por fuera sí, pero no por dentro; estaba exhausto por el dia de hoy, exhausto de la vida que tenía, exhausto de miles de cosas. Simplemente se deslizó hasta el suelo y abrazó sus rodillas. En su mente, pasan miles de cosas: la muerte de su madre, los fantasmas y espíritus que se ha encontrado, su padre, la decepción que él era para todos, todos los problemas que puede haber causado; todas esas pequeñas o grandes cosas que algunas hizo. Quería llorar, quería gritar, quiera muchas cosas que no tenía, quería hacer miles de cosas que no podía. 

              Sally Face oculta toda su tristeza y depresión, desde la muerte de su madre, intenta llevar una vida común, intenta esconder todo eso. En las mañana lo logra, pero en las noches, donde solo está él y su padre, se llena su mente de todo ese sufrimiento, de todo esos recuerdos que lo atormentaban, de todas esas pequeñas e inútiles cosas que para él era importante. Se siente impotente, estúpido, una carga.

              Necesitaba una forma para drenar todo eso, y encontró una forma de hacerlo, la autolesión; sin pensarlo mucho se levantó del suelo y fue a su cama, sentándose en ella, fue a su cajones y en cuestión de segundos, sacó esa hojilla fina que estaba con sangre seca y que suele usar casi todas las noches. Gizmo fue hacia él, rasgandole enojado, pero no le hice caso, Sally Face solo estaba en su mundo de sufrimiento que tenía que ser liberado de una forma. Se enrollo la manga que tenía, dejando ver varias cicatrices recientes y viejas, de todas las direcciones posibles.

              Comenzó con un corte en la mitad de un brazo, salió un poco de sangre, pero no le dolió; prosiguió con más y más cortes en el brazos de forma horizontal, poco a poco llegó al brazo derecho (que también tenía miles de cicatrices), no era suficiente, quería sentir dolor. Así que tomó bien la cuchilla he hizo una sola línea horizontal que llegaba desde la muñeca hasta el codo.

               Es increíblemente doloroso, más de lo que se esperaba; la sangre corría como río, lo que lo asustó, busco algo para vendarlo o atarlo, observó rápidamente una correa vieja y se la ató en un brazo esperando que funcionara...Se sentía cansado.

               Volvió a la cama y se tumbó en ella, estaba tan cansado que solo quería dormir durante toda una eternidad si fueran posible. De a poco comenzó a cerrar los ojos, sintiendo como sus malos hacían pausa, como si les esperaban cuando despertara el día siguiente para seguir atormentándolo, se siente ligero, como si flotara.

-Ojala... mañana me muera-decía Sally Face antes de cerrar los ojos.

SickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora