Adrenaline ❜ ┊ jaeyong

13. Forgive me.

El tiempo dentro del cubículo pareció detenerse porque Jaehyun había perdido la noción del tiempo. Agradeció que apenas dos personas habían entrado en el baño y pudo aguantar sus sollozos que eran sustituidos por fuertes temblores que lo atormentaban lentamente. No sabía cuánto tiempo llevaba llorando ahí dentro, tampoco le importaba. Su garganta dolía a horrores, sentía sus ojos hinchados y tenía la nariz completamente tapada por la mucosidad que reiteradamente intentaba desprenderse sonándose la nariz a cada minuto. Pero, sabía perfectamente que hasta que no dejara de llorar, no dejaría de tenerla.

Aún seguía negándolo. No quería aceptar su mayor temor. Se sentía tan vacío, tan culpable por todo y a la vez nada que deseó varias veces morir en ese preciso momento. La intensidad de sus pensamientos le hizo ver realmente lo que le importaba Taeyong, sin importar lo mucho que había sufrido los últimos días, sin importar que Taeyong ya tuviera a Chittaphon... ¿él estaría bien?

¿Sus amigos estarían bien?

Tan sólo recordar su familia, sus amigos... le hizo sentirse más mal, más desolado, más horrible. Un sollozo ahogado, todos los músculos de su cara contraídos y temblando, sus manos aferrándose en su cabello tirando de él como si intentara sacarse de su cerebro sus "todo es tu culpa", "lo haces todo mal", "eres horrible". A pesar de que su estado patológico no había sido culpa directa por Jaehyun, él así lo creía, porque últimamente sus pensamientos no se dejaban regir por la lógica.

Taeyong... Taeyong...

—Te quiero... —gimoteó con su rostro entre sus manos, inclinado contra sus muslos. Su llanto era tan fuerte que ya no fue capaz de callarlo, tampoco de detectar que otra persona se había adentrado en el baño.

—Jaehyun, sé que estás aquí.

Era la voz de Youngjae. Jaehyun se había quedado helado por su voz pero a los segundos siguió sollozando por el nerviosismo, y con sus manos temblorosas volvió a sonarse la nariz y limpiarse toda la humedad de su rostro.

—¿Ocurre algo? Puedes hablar conmigo —su voz sonaba justo delante de su puerta, y Jaehyun tembló en completo pánico. Claro que no quería hablar, él sólo quería estar solo—. La auxiliar que estuvo contigo me dijo que te fuiste corriendo llorando —siguió al notar que no respondía y entendió que no quería hablar—. También fui a ver a un amigo cirujano y me contó un encuentro curioso con un chico que igual lloraba, y me pasé por la URPA e igual. La auxiliar me comentó que habías murmurado un nombre, Taeyong...

Jaehyun soltó un quejido que se parecía a un gemido ahogado. No quería escuchar su nombre. No quería escuchar nada que hiciera referencia al chico del cual estaba completamente enamorado.

—Me percaté que era el nombre del chico que intervenimos de urgencia —continuó. El estudiante apretó su mandíbula y notó sus piernas temblar como nunca. Se cubrió las orejas para intentar no escucharlo más, sin dejar de llorar—. Y bueno, pensé que te viste afectado por lo que ocurrió. Jaehyun —este negó con su cabeza, apretando con fuerza sus orejas, porque seguía escuchándolo—. Sé que ahora se encuentra en un mal estado, pero prometo que en la UCI va a ponerse mejor. Perdió mucha sangre y debemos evitar que padezca otro neumo o hemotórax y por eso...

—¿Taeyong está en la UCI?

Se hizo el silencio después que la voz quebrada, grave y temblorosa de Jaehyun se hizo escuchar.

—¿No lo sabías?

Los ojos de Jaehyun se abrieron de par en par. Sus manos cayeron lentamente hasta sus muslos, y notó un fuerte nudo en su garganta que terminó traduciéndose en más lágrimas.

Lágrimas de alivio y de felicidad, mezcladas aún por las de tristeza que era incapaz de desprenderse.

Taeyong estaba... vivo.