Capítulo 5 - Culpabilidad y Panico.

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Narra Harry

Despierto con un gran dolor de cabeza y los rayos del sol deslumbrando mi vista. Cada hueso de mi cuerpo me duele y más los de mi hombro derecho.

Sabía que no debía ir a esa pelea.

Con un poco de trabajo logro levantarme de mi cama y me dirijo a mi baño personal para poder lavar mi rostro. Lo mojo con un poco de agua y alzo mi vista para poder verme en el espejo. No estoy tan jodido del rostro, apenas se notan las heridas y los dos moretones. Me muevo un poco de mi lugar para verme en el espejo de cuerpo completo y me sorprendo al ver los hematomas que hay en mis costillas, abdomen y hombro. Luzco terrible, lo único que me reconforta es saber que le gané a ese chico que me pusieron como contrincante, fue jodidamente fácil.

Camino a la regadera y abro la llave de agua caliente. Mientras que el agua se pone a una temperatura considerable, me despojo de mi ropa e inmediatamente entro al chorro de agua caliente.

Vierto un poco de champú en mi mano y con un poco de dolor al mover mis manos, me las arreglo para lavarme el cabello. Lo enjuago y voy directamente con el resto del cuerpo. Al salir me seco el cuerpo y me enrollo una toalla en la cadera, salgo del baño y llego a mi habitación.

- Buenos días guapo - dice una voz femenina.

Volteo un poco asustado a mi cama y veo a una rubia de ojos verdes, desnuda y con un cuerpo espectacular acostada en mi cama.

No recuerdo haberme acostado con ella ayer, ¿Cómo es que tuve sexo con ella sí mi cuerpo duele como el infierno? Tal vez estuve tan borracho que el alcohol me anestesió. Y sé que prometí dejar de acostarme con cualquier chica que vea pero estaba borracho creo que eso lo justifica.

- Sí todavía tienes fuerzas, tal vez podríamos repetir lo de ayer - me dice con lentitud y sensualidad mientras se acerca a mi hasta llegar a enrollarme en sus brazos.

Su mirada es tentadora y seductiva, sus labios rosas hacen perfecto contraste con su piel bronceada y sus ojos verdes me miran con deseo.

Las manos de la chica; la cual no se cual es su nombre, viajan a mi cadera y retiran la toalla, esta cae al suelo.

- Veo que estas despierto. - bromea.

De inmediato se apodera de mis labios y yo la agarro de la cintura ya que se avienta amos brazos. Ella gime en mi boca cuando mi miembro hace contacto con su intimidad pero sin penetrarla. Sus piernas se enredan en mi cadera y yo la sujeto, la llevo con pocas fuerzas y dolor hasta la pared y ahí la apoyo. Los labios de Bee, sus manos tocando mi cuerpo y retorciendo mi cabello. Un gemido chillón sale de su boca, la callo con un beso y ella responde, su uñas arañan mi espalda y ahora arde, abro los ojos y el rostro de Bee aparece nuevamente. La beso con mas fuerza y velocidad para quitarme a Bee de la mente. Ella deja de abrazarme, sus ojos están cerrados y se muerde el labio, no me muevo y no intento hacer algún otro esfuerzo, la culpabilidad comienza a tomarme y la repugnancia me obliga a detener esta escena creada solo para evitar al fantasma de Bee. Trato de controlar mi respiración y finalmente la separo de mi, sus pies tocan el suelo e inmediatamente me ve confundida y me atrevo a decir que enojada.

- Si no querías nada, debiste decírmelo antes. - se aleja de mi y comienza a vestirse con su ropa que estaba tirada en el suelo de mi habitación.

Suelto un suspiro y abro un cajón para colocarme unos bóxers. Me agacho y del suelo tomo mis jeans, me pongo de pie y me enfundo en ellos. Volteo a ver a la rubia y ella ya esta totalmente vestida con sus shorts, blusa blanca y tacones color piel, de su bolso saca su celular y comienza a enviar un mensaje. Prefiero quedarme callado y dejar esto como un error sin remedio. Camina de nuevo a mi y me regala una ultima mirada de desprecio.

Dark Paradise//Book #2//Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora