Harry esta impaciente esperando por mi afuera de la galería mientras que me apresuro por terminar de darle indicaciones a la chica que se quedará a cargo. Finalmente tomo mi bolso una vez que todo esta arreglado y salgo del local, los brazos de Harry se encuentran a sus costados metiendo sus manos a los bolsillos de su pantalón pero al verme una de sus extremidades se extiende para ofrecerme un abrazo que con gusto acepto.
- ¿Cómo estuvo el día? - comienza a platicar conmigo mientras caminamos juntos para llegar al auto.
- Tranquilo, me la pase enviando por correo algunas pinturas para clientes de otras ciudades. ¿Qué tal el tuyo?
- Mucho mejor ahora - su mano recorre mi cintura para dejarme salir de su agarre, me abre la puerta del coche y me permite pasar para tomar asiento. - Los chicos están en el Lago Ontario, se fueron desde temprano - me recuerda una vez que ya está dentro.
- Lo sé, me lo dijiste cuando me llamaste en la mañana. Por cierto, tengo puesto mi traje para nadar pero no creo meterme al lago.
- ¿Por qué? ¿Estas en ese tiempo especial? - su tono es burlón, una sonrisa descarada se muestra grande en su rostro.
Antes de que el comience a conducir, le doy un golpe en el brazo y me esfuerzo en que sea doloroso.
Harry se queja y soba confundido su brazo mientras presiona el acelerador.
- ¿Por qué la violencia Bee?
- Eres malo conmigo - reclamo. - Y no, no estoy en mi mes, solo que ya sabes como me siento al respecto sobre tener poca ropa enfrente de un grupo de personas, mis piernas tienen una pequeña irritación y por favor no te olvides de mis asquerosas estrías que tengo en el trasero, no me hagas desvestirme. - confieso apenada y me hago pequeña en mi asiento.
Harry pone una de sus manos en mi rodilla y por un segundo me ve con el entrecejo contraído y niega con la cabeza.
- Sabes que nunca me ha importado, nadie es perfecto Bee, sin embargo para mi lo eres. No tengo que repetirte esto pero lo haré, amo cada parte de tu cuerpo, tus estrías son algo que no me afecta y tampoco debería afectarte a ti. Tus piernas son bonitas, me encantan aunque tengas granitos por mantenerlas depiladas, siguen siendo una de mis partes favoritas de tu cuerpo. Ahora, quiero que cuando lleguemos con ellos te sientas con la libertad de quitarte esos shorts, esa blusa y te metas a nadar conmigo. Sé que no te gustan los bikinis y por eso estas usando un traje de pieza completa lo cual esta bien por mi porque no me gustaría ver ojos de otras personas sobre ti. - Harry termina de hablar y enseguida enciende la radio.
- Esta bien - digo agradecida y con una sonrisa de tonta en mi rostro ya que quede conmovida por sus palabras. - ¿Podemos comprar comida para el viaje en carretera?
- Claro, avísame cuando veas una tienda de autoservicio, ¿Esta bien?
- Si, de todas formas hay un Dorion Market* en el carril que lleva a la carretera de Toronto, la veremos enseguida- informo y me pongo los lentes de sol cuando Harry retira la capota del convertible.
El día de hoy es soleado y con mucho calor, normalmente aquí en Ontario casi siempre sufrimos de un clima frío pero no este día. Tal vez pueda aprovechar los rayos que hoy son más visibles y potentes para darme un buen bronceado una vez que ya estemos en el lago.
Después de unos veinte minutos llegamos a la tienda de la que le platiqué a Harry y ambos bajamos.
- Entra y escoge algo, le pondré gasolina al auto - me ordena y yo acepto.
Camino hasta entrar al local y mis pies me llevan inmediatamente al pequeño pasillo en donde puedes servirte tu propio granizado, tomo un vaso y lo lleno de una bebida sabor mora azul, le pongo una tapa y un popote, igualmente hago esto con otro pero de sabor manzana y ese obviamente es para Harry. Tomo las bebidas y mientras refresco mi garganta, me dedico a buscar algunas golosinas o frituras que sean del agrado de ambos.
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Dark Paradise//Book #2//Wattys2015
Hayran KurguHa pasado un año desde que Harry dejó a Bee el día de su exposición de arte; ella es más fuerte ahora, nada la afecta, nada la vuelve débil, nada la tiene vulnerable y nada la derrota. Excepto el.