Narra Bee
- Vamos, por favor. Te prometo que te divertirás. - Una vez más, Camila estaba rogándome para ir a otra fiesta con ella.
Odio las fiestas.
- Te he dicho mil veces que odio salir a clubes y fiestas alocadas las cuales tu amas desde que te conozco. - Me pongo de pie dejando mis libros sobre la mesa de la sala y voy por otra taza de café.
Camila me sigue hasta llegar a mi lado con una cara de perro abandonado.
- Por favor, ven.
- No - Digo cortante mientras sirvo un poco de café con azúcar en mi taza favorita.
- Sí me acompañas prometo lavar tu ropa por todo un mes. - Ofrece su último recurso.
Me tomo un momento para pensar su propuesta. Llevo la taza humeante a mis labios y doy un sorbo a mi bebida caliente. Delicioso.
- Okay. - Sonrío triunfante. - Un mes suena bien.
- Ahora, ve a tu habitación y ponte el lindo vestido que deje sobre tu cama. - Me guiña un ojo y después sale de la cocina.
Dejo mi café en la barra de la cocina y camino a mi cuarto.
Dios santo.
Es el vestido más corto que he visto en mi vida. La idea de tener que ponérmelo me enferma, mostraré más piel de lo que debería.
Tomo el vestido entre mis manos y lo examino. Es de color azul marino con encaje negro, mangas que sólo llegan a cubrir mis hombros y muy, muy corto.
- Pontelo - Me exige Camila desde la entrada de mi habitación.
Ella ya esta lista, su vestido es color blanco y tan corto como el que yo sostengo en las manos, su cabello esta planchado y recogido en una cola de caballo muy alta y perfecta, lleva un maquillaje de noche, no muy cargado y unos tacones de color rojo, demasiado altos como para rebasar mi estatura y tengo que decir que de las dos yo soy la alta.
- Camila, esto es demasiado para mi. Me pondré uno de mis vestidos.
- Todos tus vestidos son demasiado largos para el tipo de fiesta a la que iremos. Solo ponte el vestido. - Dice exasperada.
- Camila. - Protesto.
- Vamos, pontelo. - Se acerca a mi y su mirada se vuelve penetrante.
- No.
- ¡Esta bien! ¡Lavaré tu ropa por dos meses! - Alza sus brazos en señal de rendición.
Sonrío satisfecha.
Dos meses sin llevar mi ropa a la lavandería valen la pena. No gastaré dinero y tendré más tiempo para mi.
...
Es la fiesta más rara en la que he estado, hay muchas mujeres bailando de tubos encerradas en grandes jaulas parecidas a las de los pájaros. Algunas máquinas que hechan fuego se encuentran alrededor de ellas al igual que varios hombres. Llevo aquí dos horas y no sé de que se trata esta fiesta. Camila fue en busca de más bebidas pero yo prefiero tomar moderadamente, este lugar me hace desconfiar y vi a dos chicas inhalando alguna clase de droga en el baño, no creo que sean las únicas en toda la fiesta.
- ¿Qué te parece? - Camila se sienta delante de mi y me entrega mi bebida de color azul.
- La verdad, me estoy aburriendo. ¿Cómo rayos conseguiste que nos dejaran pasar a una fiesta como esta? Esto parece un prostíbulo.
- Nos dejaron pasar porque es una fiesta de cumpleaños y me enorgullece decir que el celebrado es mi nueva conquista. - No es una sorpresa saber que a Camila le gusta la gente rara y que a cada a rato cambia de hombre tal vez porque no puede tener al único hombre que de verdad quiere, su jefe.
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Dark Paradise//Book #2//Wattys2015
Hayran KurguHa pasado un año desde que Harry dejó a Bee el día de su exposición de arte; ella es más fuerte ahora, nada la afecta, nada la vuelve débil, nada la tiene vulnerable y nada la derrota. Excepto el.