Veo una vez más el reloj que cuelga en una pared de mi galería y me doy cuenta de que solo faltan cinco minutos para que den las ocho de la noche. Es mejor que empiece a guardar los cuadros y apagar las luces, estoy muy cansada.
Después del nostálgico desayuno que tuve con Harry esta mañana, las cosas cambiaron un poco; interactuamos con más naturalidad y eso quita un gran peso de mi. Fue muy amable al acompañarme en taxi hasta mi trabajo, aquí es donde el se despidió de mi ya que, él tenía que regresar con sus amigos y obviamente yo tenía que abrir la galería. En la tarde Camila vino a verme pidiéndome una explicación de todo este asunto con Harry y tuve que dársela. Así que, este ha sido un día muy cansado y mi cuerpo y mente exigen descansar.
Comienzo a poner en su lugar cada cuadro que esta mal posicionado hasta que escucho el sonido de la campana que me avisa que entró alguien. Me doy media vuelta y tengo la agridulce sorpresa de encontrarme a Harry empapado de pies a cabeza. Sus botas, abrigo y pantalones negros están absolutamente mojados. Hago un gran esfuerzo para no hecharme a reír aquí, enfrente de el. Pero mi sonrisa me delata y al igual que él, reímos.
- ¿Qué es tan gracioso Bonnie? - me pregunta travieso.
Tapo mi sonrisa con mi mano derecha y niego con la cabeza.
- Nada. - quito la mano de mi boca.
- Bueno esta lloviendo muy fuerte ahora mismo y tan solo baje del auto y quede así. - me explica acercándose cada vez más a mi. - Te ves muy seca, ¿No lo crees? - comienza a actuar juguetón.
- No te acerques - le advierto siguiéndole el juego.
- No lo sé, de verdad parece que necesitas un abrazo de mi parte.
Camino en reversa calculando cada paso que Harry da, y después de unos segundos él comienza a perseguirme por algunas partes de la galería. Muevo mis piernas con agilidad, siento la adrenalina recorrer mi cuerpo cada vez que siento la mano de Harry rozar mi espalda haciendo un esfuerzo para agarrarme pero cuando eso pasa, mis piernas sufren un toque de electricidad y se mueven más rápido. Todo va bien hasta que, comienzo a cansarme y bajo inconscientemente mi velocidad y Harry se aprovecha de mi cansancio, me toma de mi antebrazo y con fuerza me acerca a su pecho dándome un abrazo húmedo, empapando mis ropas. Lucho por librarme de sus brazos al igual que mi risa parece no calmarse.
- ¡Basta Harry! - río mientras sus manos comienzan a crear cosquillas en mi cuerpo.
- ¿Quieres que pare? - me pregunta nuevamente con su tono travieso y juguetón.
- ¡Si! - digo con fuerza al reír. - ¡Para!, ¡Me rindo!
De repente sus manos no se mueven pero no deja de mantenerme en sus brazos. Abro mis ojos y sonrío al verlo; su mirada penetrante, oscura y encantadora, se enfoca en mi y sus dientes son delineados por su hermosa sonrisa de labios rosas en forma de corazón.
Quedamos a una distancia mínima y me sorprendo a mí misma cuando tomo la iniciativa de besarlo. Harry parece sorprenderse de igual manera, ya que los primeros tres segundos, sus labios aceptan el beso pero no se mueven, pasado ese tiempo, ambos movemos a un mismo compás nuestros labios. Mis ojos se cierran cuando sus brazos me acercan más a él y los míos se enlazan en su cadera. Extrañaba esto, este sentimiento que me llena al besarlo, no creo que esto esté bien pero tampoco me arrepiento de mis actos.
Una extraña sensación recorre mi cabeza y mis ojos se abren. Harry nota mi rigidez y me aleja un poco de él, nuestras miradas una vez más se conectan y el me mira con el ceño fruncido, preocupado.
- ¿Qué pasó Bee? ¿Acaso hice algo mal?
Debería llevar esto más lento, quiero decir; supongo que estoy yendo muy rápido en la reconciliación con Harry.
ESTÁS LEYENDO
Dark Paradise//Book #2//Wattys2015
FanfictionHa pasado un año desde que Harry dejó a Bee el día de su exposición de arte; ella es más fuerte ahora, nada la afecta, nada la vuelve débil, nada la tiene vulnerable y nada la derrota. Excepto el.