(Entran en palacio.)
CORO.
ESTROFA 1ªº
¡Ojalá el destino me asistiera para cuidar de la venerable pureza de todas las palabras y acciones cuyas
leyes son sublimes, nacidas en el celeste firmamento, de las que Olimpo es el único padre y ninguna
naturaleza mortal de los hombres engendró ni nunca el olvido las hará reposar! Poderosa es la divinidad
que en ellas hay y no envejece.
ANTÍSTROFA 1ªº
La insolencia produce al tirano. La insolencia, si se harta en vano de muchas cosas que no son oportunas
ni convenientes subiéndose a lo más alto, se precipita hacia un abismo de fatalidad donde no dispone de
pie firme. Pido que la divinidad nunca haga cesar la emulación que es favorable para la ciudad. Al dios no
cesaré de tener como protector.
ESTROFA 2ªº
Si alguien se comporta orgullosamente en acciones o de palabra, sin sentir temor de la Justicia ni respeto
ante las moradas de los dioses, ¡ojalá le alcance un funesto destino por causa de su infortunada
arrogancia! Y si no saca con justicia provecho y no se aleja de los actos impíos, o toca cosas que son
intocables en una insensata acción, ¿qué hombre, en tales circunstancias, se jactará aún de rechazar de su
alma las flechas de los dioses? Si las acciones de este tipo son dignas de horrores, ¿por qué debo yo
participar en los coros?
ANTÍSTROFA 2ª
Ya no iré honrando a la divinidad al sagrado centro de la tierra, ni al templo de Abas ni a Olimpia, si estos
oráculos no se cumplen como para que sean señalados por todos los hombres. Pero, ¡oh Zeus poderoso!, si
con razón eres así llamado, que riges todo, no te pase esto inadvertido ni tampoco a tu poder siempre
inmortal. Se diluyen los antiguos oráculos acerca de Layo, extinguiéndose, y Apolo no se manifiesta, en
modo alguno, con honores, y los asuntos divinos se pierden.
(Yocasta sale de palacio acompañada de servidoras.)
YOCASTA.- Señores de la región, se me ha ocurrido la idea de acercarme a los templos de los dioses con
estas coronas y ofrendas de incienso en las manos. Porque Edipo tiene demasiado en vilo su corazón con
aflicciones de todo tipo y no conjetura, cual un hombre razonable, lo nuevo por lo de antaño, sino que está
pendiente del que habla si anuncia motivos de temor. Y ya que no consigo nada con mis consejos, me llego
ante ti, oh Apolo Liceo -pues eres el más cercano-, cual suplicante, con estos signos de rogativas para que
nos proporciones alguna liberación purificadora, puesto que ahora todos sentimos ansiedad, al ver asustado
a aquel que es como el piloto de la nave.
(Entra en escena un mensajero.)
MENSAJERO.- ¿Podríais informarme, oh extranjeros, dónde se halla el palacio del rey Edipo?
CORIFEO.- Ésta es su morada y él mismo está dentro, extranjero. Esta mujer es la madre de sus hijos.
MENSAJERO.- ¡Que llegues a ser siempre feliz, rodeada de gente dichosa, tú que eres esposa legítima de
aquél!
YOCASTA.- De igual modo lo seas tú, oh extranjero, pues lo mereces por tus favorables palabras. Pero dime
con qué intención has llegado y qué quieres anunciar.
MENSAJERO.- Buenas nuevas para tu casa y para tu esposo, mujer.
YOCASTA.- ¿Cuáles son? ¿De parte de quién vienes?
MENSAJERO.- De Corinto. Ojalá te complazca -¿cómo no?- la noticia que te daré a continuación, aun que
tal vez te duelas.

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edipo rey
Historical FictionEdipo: rey de Tebas y esposo de Yocasta. Por haber librado a la ciudad de la amenaza de la Esfinge, los tebanos lo habían elegido como rey. Creonte: es el hermano de Yocasta, a quien Edipo acusa de querer usurpar su trono (vale aclarar que Creonte n...