Entiendo que tus caderas no son tan anchas como te gustaría.
O que deseas unos pechos más voluptuosos, pero con una cintura diminuta.
O tal vez te gustaría que se te marcara una lonjita, en lugar de tus costillas.
Te encantaría tener los ojos diferentes, en tamaño o color, y otros labios.
Anhelas unas cejas y pestañas perfectas, para que al despertar luzcas como esas modelos en Instagram con las que te has obsesionado.
Pero no, no tienes todo eso que tanto ansías.
Tienes un corazón de oro, y una mente preciosa.
Tienes valores, tienes fortalezas.
Tienes amor, tienes vida.
Tienes un sentido del humor inigualable, y eres un imán de cosas buenas.
Tienes talento, eres la mejor en lo que tanto te apasiona.
Tienes carisma, tienes cariño.
Tienes una risa contagiosa, y una sonrisa perfecta.
Eres hermosa, no conozco a una mujer tan guapa en este mundo como tú.
Aun que no lo veas así, porque los demás te han obligado a cerrar los ojos ante tu verdadera belleza; la belleza interior.
No, aquella con la que te comparas no es mejor que tú, pero tampoco es peor.
Deja de buscar ser igual que otras, deja de buscar moldes en los que no encajas, deja de frustrarte por cosas sin sentido.
Crece interiormente, que seas tan alta que puedas pisar esos estereotipos que tanto te han torturado.
Aférrate a tu brillo, ilumina al máximo, porque solo te tendrás a ti misma cuando todo esté obscuro.
