Rápidamente me giré para encontrarme con un chico con la cara de culo más grande del mundo. Su molestia se notaba desde China y la mirada que tenía era una que desbordaba mierda por todos lados.
—Dejen el tema ya —habló Steve— no caguen la tarde por favor.
—Tiene razón. Ya dejen esto así — dijo esta vez Ben.
Entonces todos cambiamos el tema rápidamente con la intención de calmar el ambiente pero por momentos podíamos notar las malas miradas que Lucas le dedicaba a Mike.
Pasamos el rato hablando y contando anécdotas divertidas. Todo era diversión y risas para todos excepto para Lucas que ese tenía cara de no estarla pasando bien.
Cuando empezó a atardecer parecía que una tormenta se acercaba así que decidimos irnos pero aún seguían las risas hasta que mi maldito cáncer tuvo que recordarme que estaba muriendo y que no podía pasar un bonito día sin preocupaciones.
—Dayane...—habló Ben al verme con algo de preocupación y calmando las risas que hacía unos segundos estaba emitiendo— tu nariz.
Dicho eso todos giraron a mirarme y para cuando me di cuenta mis ojos solo veían puntos negros en todas partes y luego nada.
Me había desmayado.
Cuando abrí los ojos lo primero que vi fue el techo blanco del hospital, luego giré mi cabeza a la derecha y ahí se encontraban Josh y Lucas sentados.
¿Que carajo?
—¿En dónde están mis padres? —fue lo primero que dije con algo de dificultad.
Ambos se alertaron y levantaron del sillón en el que anteriormente estaban sentados.
—¿Estás bien?— preguntó el menor al verme.
Vaya pregunta.
—Pues sí, solamente el cáncer me va matando poco a poco y estoy tirada en una camilla de hospital. Lo común para todas las personas — dije con algo de sarcasmo divertido en mi voz.
—Idiota— murmuró Lucas viendo al chico — Ellos están en camino. Solamente tienes unos diez minutos de estar acá — habló ahora dirigiéndose a mi algo calmado.
Su mirada denotaba preocupación —o eso creía yo aunque lo dudaba — pero también estaba sucumbido en algún tipo de trance al ver las máquinas a las que me encontraba conectada.
¿Que nunca había visto una?
—¿Siempre te pasa esto?— preguntó Josh tras unos minutos de silencio.
Yo no tenía ganas de hablar pero aún así hice el intento, era un chico amable.
—Algunas veces más que otras— respondí con la voz cansada.
Él intentó hablar nuevamente pero fue interrumpido por su amigo.
—Déjala descansar, Josh. Debe recuperar fuerzas.
En cuestión de segundos mis ojos se cerraron y no supe más nada hasta que desperté al día siguiente y ya estaban mis padres ahí.
—Cariño, despertaste —habló mi madre y sonrió a lo que yo respondí con otra.
—Llamaré al doctor— dijo mi padre después de acariciar mi cabeza.
Volví a cerrar los ojos en espera a que entraran para que me dijeran que podía regresar a casa.
Cuando entró decidió hablar a solas con mis padres y luego bastaron unos escasos minutos para que los tres ya estuviéramos yendo a casa.
***
Recibí mensajes de Mike y Steve preguntando que como me encontraba y disculpándose porque junto con Josh y Ben fueron a la universidad y no podían pasar a verme hasta la tarde pero aseguraron que irían luego.
Por mi parte no me molestaba puesto que no quería que nadie me viera así excepto Kiara que ya estaba en mi habitación intentando animarme.
—¿Quieres que traiga pizza? —preguntó la chica acostándose a mi lado.
—No, así estoy bien — contesté.— Solamente quiero descansar un rato más.
Mi amistad con Kiara siempre había sido muy extraña y cada vez se ponía peor, aunque eso no significara que nos estábamos dejando de querer. Sabía que ella nunca quería hablar de como me sentía, porque ambas sabíamos que el día de mi muerte cada vez estaba más cerca y yo cada día me deterioraba más...como un objeto viejo que pronto cerrará su ciclo en la vida de su dueño que pronto sería olvidado.
-¿Estás....mejor?- preguntó haciendo notar que le incomodaba hablar del tema. Su mirada estaba fija en el techo de mi habitación y no hacía ningún movimiento más que el que era causado por su respiración y el de sus ojos cerrándose para pestañear.
-Kiara..- le llamé- No tienes que hacerlo, no tenemos que hablar de esto si no quieres. - por unos minutos el silencio fue dueño de la habitación, haciéndome dar por entender que la conversación moriría ahí.
Cerré mis ojos e intenté dormir, pero unos pequeños sollozos intentando ser sofocados me alarmaron, giré mi cuerpo hacia ella que lloraba mientras con su mano tapaba su boca y negaba repetidamente con su cabeza.
Cuando pienso en el cáncer, no puedo evitar pensar en el daño que le causo a los seres que amo, que por mi culpa ellos sufren pensando en que algún día no estaré, que moriré después de tantos años agonizando, sufriendo.
La envolví en mis brazos, dándole un abrazo que no la hará sentir mejor, pero que le ayudará a saber que pase lo que pase conmigo yo estaré acá siempre. O al menos, que es eso lo que quiero. Así pasamos el rato, hasta que ambas nos dormimos mientras nos abrazábamos como si sería la ultima vez que nos veríamos. Una nunca sabe.
ESTÁS LEYENDO
Deseos Antes De Morir 🍒
Teen FictionDayane Smith es una adolescente que pronto cumplirá sus dieciocho años. A sus siete años fue diagnósticada con cáncer en la médula espinal, sus próximos años se basaron en tener que ir a terapias que le ayudara a facilitar su caminar ya que a raíz d...