Solamente Tú (6°SAI)

Capítulo 33.

Adam.

No podía quitar mi estúpida sonrisa mientras la miraba.

Ella es única.

Con nueve meses de embarazo la muy cabeza dura estaba trabajando en los planos de nuestra casa, había tenido la gran idea de comprar un terreno a las afueras de Chicago, casi cerca de la casa de mis suegros ahí construiriamos nuestro hogar y todo diseñado por la preciosa arquitecta de mi esposa.

Me encanta.

Su gran vientre resaltaba mientras ella no paraba de trazar líneas en ese gran plano, se veía hermosa.

Cada día que pasa descubro que estoy más y más enamorado de ella.

- ¿Qué tanto miras? - inquiere divertida sin quitar sus ojos de su trabajo.

- En lo hermosa que estas - declaro con una gran sonrisa.

- Eres un mentiroso - se queja con su ceño fruncido.

Me levanto del sillón para acomodarme a su lado en el piso y tocar su gran vientre donde crece nuestra hija.

Pronto sería padre de una niña que deseaba que fuera parecida a Olivia, un mini calco se ella será hermoso.

- Estas hermosa y no dudes de mis palabras Sra O'Donnell - acoto dejando un beso en su mejilla.

- Usted es muy mentiroso cuando se lo propone Sr O'Donnell - dice dándome un suave beso en los labios. - ¡Estoy que exploto en cualquier momento! - agrega haciendo un tierno mohin.

- Para mi estás súper hermosa - le repito acariciando su gran vientre.

- ¿A qué hora te vas? - me pregunta volviendo a su trabajo mientras de mi parte no dejo de acariciar su gran vientre.

- En un par de minutos - contesto sintiendo las pataditas de Mackezie.

- Al parecer hay alguien que no quiere que te vayas - bromea mientras une su mano con la mía sintiendo las fuertes patadas de nuestea hija.

- La niña de papá - murmuro dejando un beso en su vientre.

- Te amo - susurra ella acariciando mi cabello.

Olivia dando un respingo que automáticamente me hace levantar de piso asustado.

- ¡Es hora! - exclamo alterado.

- Adam - me trata de detener pero ya es muy tarde porque estoy corriendo a nuestra habitación buscando el bolso que tenemos preparado.

Vuelvo al living para encontrarme a Olivia nuevamente concentrada en sus planos como si nada.

- ¿Falsa alarma? - pregunto confundido.

- ¿Tú que crees? - ironiza.

Suspiro aliviado pero debo empezar a tranquilizarme, se que en cualquier momento nuestra hija puede nacer.

- Me asuste al ver como te sobresaltaste - confieso con preocupación.

- Mackenzie suele darme fuertes patadas y esta fue mucho más fuerte de lo normal - me dice encogiendo sus hombros despreocupada.

- ¿No quieres ir al médico? - consulto.

Olivia sonríe y niega. - Estoy bien deja de ser tan paranoico ya te pareces a mi padre - agrega divertida.

Pongo cara de completa indignación porque no puede compararme con su loco padre, ese hombre supera el límite de la locura y esta super claro que no me parezco para nada a él.