Cuando Ames| KOOKJIN

03

—¿No vas a perdonarme?— camino a pie descalzo detrás suyo. —Yoonie. Perdón ya te expliqué lo que sucedió.

El me mira con los ojitos entrecerrados. —¡Me preocupe mucho!, ¿Qué hubiese hecho sin mi mejor amigo?

Frunzo los labios ligeramente, cuanto detestaba esas dos palabras. —Vivir con Hye Ra. Ella podría alimentarte, si eso es lo que te preocupa— respondo groseramente y me dirijo a mi habitación cerrando con un portazo.

Los golpes a la puerta se hicieron presentes rápidamente. —Oye, ¿Qué pasa?. Habla conmigo, no hagas berrinches de la nada.

—¡Vete YoonGi!— grité tirando me sobre la fría cama, un enorme y solo lugar. —Quiero estar solo.

—¡Eres un bipolar!— grita golpeando por última vez la puerta después de unos segundos me quedo en total silencio.

Nuevamente mi almohada fue mi única confidente de cuántas lágrimas volví a derramar por estos estúpidos sentimientos que cada día me pesan más. Creo que después de llorar como una hora, cosa que ya era costumbre para mí, me coloco mi abrigo y salgo de mi habitación.

Al hacerlo me topo con la mirada preocupada de YoonGi, al verme deja la taza que tenía en la mano sobre la mesita. —¿Estás bien?

—Voy a salir— respondo desviando la mirada.

—¿A esta hora?— pregunta confundido. —Es muy tarde y hace mucho frío. Mira, no sé que ha pasado pero lo siento, no quise actuar tan exageradamente pero en serio me preocupé.

Sonreí y me acerqué acariciando su mejilla. —No te disculpes.

—Pero... Te vas por qué no estás a gusto, ¿Hice algo malo?— preguntó acunando su mejilla en mi mano.

Suspiro y niego con la cabeza. —No. Jamás harías algo malo, solo quiero relajarme para continuar con mi trabajo.

—¿De verdad?— pregunta con timidez.

Asiento y me alejo, es mejor guardar mi distancia. —De verdad. Está vez contestaré tus mensajes, te veré luego.

Salgo de la casa metiendo mis manos en mi abrigo y camino sin rumbo, simplemente quería caminar y caminar bajo la nieve despejando mi mente de YoonGi, de las ganas tan apasionadas que tengo por besarlo o abrazarlo. Me siento en una fría banca y mirando el suelo escondo mi boca entre mi bufanda.

—Pensé que nunca te detendrías— me sobresalto al oír aquella voz.

Allí frente a mí estaba Jungkook con un abrigo negro y su peculiar cigarro en la mano. Lo observo de mala manera y el rápidamente apaga el cigarro.

—Lo siento. En mi defensa no estaba frente a ti— sonríe sentándose junto a mí y sin importarle de nuevo invade mi espacio personal haciendo que nuestros hombros se toquen. —¿Paso algo malo?

—No— respondo cortante y me dedico a observar la nieve caer.

De pronto siento su mano sobre mi pierna así que me remuevo incómodo —¿Qué haces?— gruño.

—Tocarte. Eso hago aunque sería mejor si fuese sin ropa, ¿No?— ríe alejando su mano y revuelve mi cabello.

—No soy Gay— ataque.

—Pero te gusta un hombre— atacó.

Me giro a observarlo de mala manera. —Eso no me convierte en Gay. Jamás he estado con otros hombres.

—Vaya... Eres gracioso, en cuanto sientes atracción por un hombre siendo uno te vuelves Gay— Jungkook comienza a reírse, colmando mi paciencia así que me levanto y comienzo a caminar nuevamente.

—Jin. No te enojes, sabes que esta es mi manera de bromear contigo— rápidamente me sigue y me toma de la mano. —No sé cómo crear una plática normal.

Suelto su mano y me volteo enojado.
—Para ser mayor eres realmente infantil.

Y sin esperarlo, tira de mi bufanda presionando sus labios sobre los míos. Fueron segundos, los seis segundos más largos de mi vida.

—¿Y?— pregunta mirándome curiosamente a penas se separa.
—¿Fue asqueroso?

—No asqueroso. Fue raro— me separo y camino evitando que logre notar el sonrojo en mis mejillas. Este hombre se está demasiadas atribuciones en mi vida y lo peor de todo es que cuando estoy con él siento que el dolor sobre mi amor no correspondido disminuye poco a poco.

Pero al final este es mi primer beso.