El Plan - por Piero Sandcastle

15 1 0
                                    

Al acabar la cena quería llamar a Adriana. Quería contarle lo que Daniel me había propuesto y la locura que estaba por cometer. No sabía cómo iba a reaccionar o lo que me iba a decir después de lo que me propuso, pero lo que sí sabía es que me moría de emoción de que ella lo sepa.

- ¿En qué andas pensando, tortolito? – mi mamá notando que mi cabeza estaba en los ojos azules de Daniel.

- Quería decirle papás que... quiero tomarme un año para pensar que haré con mi vida – incluso yo me quedé anonadado por lo que acababa de decir.

- ¿Qué dices? – mi papá respondiendo con una risita al escuchar mi nueva locura. Como si no tuviera una por cumplirse.

- No quiero que estés de ocioso por la casa todo un año. ¿Qué piensas hacer durante todo ese tiempo?

- Conocer el mundo, conocerme a mí mismo y ganar experiencia.

- ¡Experiencia como viajero! – lo dijo riéndose y yéndose a sacar una tostada.

- Quiero viajar también, mamá – le dije con una voz firme.

- No puedes hacer lo que quieras, aún no eres mayor de edad.

Mi mamá nunca me dejaba hacer lo que yo quería, desde que era muy pequeño ella siempre me elegía la ropa que nunca me gustaba. Creo que eso nos ha pasado a todos. Pero fue cuando cumplí dieciséis años que me revelé. Les dije, en el día de mi cumpleaños, que me dieran el dinero para ir a comprar ropa con Adriana. Obviamente que no ropa de chica, pero ella iba a ser mi personnal assistant. Por ser mi cumpleaños, me cumplieron el capricho, pero desde entonces nunca me dejan hacer lo que quiero.

Así que necesitaba una excusa muy grande y bien elaborada para poder viajar con Daniel. Quizá podría decirles que tenía que hacer un viaje de fin de año con toda la promoción, pero conociendo a mi mamá se iba a ir a preguntar al colegio. Tenía que pensar en algo muy bueno, una buena mentira.

Me dirigí a mi cuarto después de dar las gracias por la cena y decidí llamar a Adriana, quien no me había hablado desde hace tres horas. Marqué su número y estaba demasiado emocionado por lo que le iba a contar.

- ¿Adivina qué? – le hice esa pregunta a Adriana para que tratara de adivinar que locura iba a hacer esta vez.

- ¡No me digas que ya tuviste sexo!

- No, estúpida. Tengo una confesión que hacer.

- Ay no me digas que te gusta otro chico aparte de los tres, y que no sabes que harás con tus sentimientos – tenía un buen punto, pero no era el caso.

- ¡No, tonta! ¡Voy a viajar con Daniel este fin de semana que viene!

- ¿Quéeeeee? – me gritó en el tímpano que salte del susto.

- ¡Sí! Y necesito de tu ayuda para que todo salga bien.

- ¿Quieres que te diga los mejores lugares para quedarte cuando viajes con él, y así puedas tener sexo toda la noche?

- No seas asquerosa, aún no estoy pensando en eso. – o sea si había pensado en mi primera vez pero no pensaba que iba a ser con Daniel

- Daniel Zuninno es un bombón, y yo me lo cogería si fuera tú.

- Eres virgen loca, no sé ni por qué hablas así.

- Lo soy, pero por ese chico dejo que entre por la puerta trasera, solo para asegurarme.

Así soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora