Capítulo 5 - Peor de día

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Max Pov.

—Hey, ¿Dónde esta Casey?—preguntó Finn sentándose a mi lado.

Dos días sin ver a Casey en la Universidad. Sin que contestará mis mensajes o mis llamadas. Me parece antinatural que no haya hablado para decirme cualquier tontería. Me he sentido aburrida sin que alguien se ría de mis bromas, o tenga algo interesante que decirme sobre un tema que no me interesa. Que igual escucharía, claro.

—No tengo idea—respondí—. Tal vez otra de sus crisis.

Finn hizo una mueca. Casey ya ha desaparecido así un par de veces, pero luego vuelve y explica por qué.

—Me siento como un cachorrito que dejan en la calle a mojarse con la lluvia.

—Dramatica—se burló Finn—. Además acuérdate que ella es de llegar corriendo al salón media hora después.

Estuve de acuerdo, fuimos al salón de hoy, que para suerte que Casey quedaba en planta baja. Cuando llegamos estaba muy lleno. Hoy era día de Arte, entonces teníamos que dibujar cosas que sintieramos siempre cuando llegábamos a la clases. Yo no soy buena dibujando, de hecho en esta clase sólo hay una persona que logra hacer un dibujo decente.

Al llegar la profesora dio las indicaciones, como siempre. Nos sentamos en las mesas de dibujo y comenzamos a trazar. Veía la puerta y no tenía señales de Casey. No podría faltar hoy también.

De repente la puerta sonó, justo como Finn dijo, llegó tarde y acelerada. Me impresionó tanto que ni siquiera sonreí. Llegó y no me vio para sentarse a mi lado en el puesto que le guardaba, sólo fue y de sentó a otro lado del salón. Estaba pálida, sin maquillaje, su cabello algo desaliñado además de una ojeras. Aún se veía enferma. Estaba vestida con unas Converse negras, un pantalón del mismo color, una blusa blanca con algo escrito y una chaqueta tipo militar.

La noté nerviosa. Tal vez de verdad se siente mal. Pero... Cuando se siente enferma más bien busca estar con muchas personas. No alejarse. En fin, pase toda la clase viéndola y esperando que se volteará y me hiciera alguna seña. Pero no paso nada, la rodeaba un extraño silencio. Como cuando se cae la señal en en un televisor de los tempranos 2000. Al terminar ella se levantó de primera y salió disparada.

—Eso es más extraño de lo normal.—murmure para mi.

Fui tras ella. Estaba recostada del pasillo y mordiendose los labios.

—¿Qué pasa contigo?—le pregunté.

Ella se puso más pálida aún.

—Se más específica—repuso con duda en su voz.

Rodé los ojos.

—¿Quién te crees que eres—su respiración se detuvo— como para dejarme sola aquí por dos días? Tengo tantas cosas que contarte, me pasó algo increíble.

Respiró y se rió.

—Me sentía muy enferma, tuve que ir a la casa de una amiga porque mis padres están en Florida.—me dijo.

—Me asustante en serio, pensé que te había pasado algo—le dije e hizo una mueca—. Pudiste haberte quedado en la residencia, mi habitación es grande.

Se encogió de hombros.

—Será en otra oportunidad—me aseguró—. Lo siento por... todo.

Ella se quedó viendo a la nada por unos segundos, voltee a ver en que podría haber quedado su mirada. Entonces Gabe Anderson pasó. Se reía con todos sus amigos y murmuraban cosas mientras nos veían de reojo.

Me volví hacia Casey... ya no estaba. Miré a todas direcciones pero el pasillo estaba muy concurrido. Se me perdió entre un mar de personas. Algo me dice que le pasa algo extraño. No sé. Le preguntaré mañana.

CRUSHED: ¿Amistad Terminada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora