Allison poseía capacidades extraordinarias que muy pocas personas lograban entender o asimilar. Era especial, importante, pero ella se creía un simple monstruo que debía aprender a controlar sus poderes y ocultarlos.
Hasta que llega él. Zach Herron...
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1 mes más tarde
- ¿Se lo has contado a tus padres?- preguntó Zach comiendo un paquete de galletas Oreos.
- Nop. - dije mientras seguía andando - Me tienen miedo y no creo que les importe una simple expulsión.- suspiré - ¿Me das una?
Acercó el paquete de Oreos a mí y cogí una galleta.
- Somos unos gochos* - recalcó masticando.
Asentí riendo.
Llegamos al parque y nos sentamos en un banco.
- ¿Me vas a contar que pasó con Sarah? - cuestionó con cara de preocupación.
Suspiré y le miré con una mueca de vergüenza.
FLASHBACK
Andaba por la escuela con la cabeza gacha.
- ¡Eh tú!¡Zorra!
Me di la vuelta con miedo y allí estaba ella, con una sonrisa malévola en su estúpida cara.
- ¿Qué quieres Sarah? - pregunté balbuceando.
- Que te alejes de ese bombón que tienes por amigo. - rió rodando los ojos, como si mi pregunta le hubiera molestado - Una zorra como tú no debería estar con un chico como él.
- ¿Y crees que una puta como tú si? - dije escupiendo las palabras.
Era la primera vez que la enfrentaba y me había sentido bien. Alcé la cabeza sin mostrar miedo y la miré con seriedad.
Río sarcásticamente y chasqueó su lengua rodando los ojos.
- Oh monstruito, no deberías haberme llamado eso. - dió una palmada y una de sus amigas tiró mis libros al suelo.
La miré enfadada y me agaché para recogerlos. Al hacerlo, Sarah me dió una patada en las costillas y caí al suelo.
- ¡Oops! - exclamó haciendo un puchero irónico.
Me levanté del suelo con dificultad y ella aprovechó para pegarme un puñetazo en el pómulo.
Iba a volver a golpearme cuando agarré su muñeca fuertemente.
Miró mi mano y puso cara de terror.
Mis manos comenzaban a calentarse lentamente mientras retorcía su brazo echando chispas de ira por los ojos.
