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Todos siguieron con su entrenamiento habitual, pero está vez, los Sobrenaturales se les unieron

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Todos siguieron con su entrenamiento habitual, pero está vez, los Sobrenaturales se les unieron.

Yo no hacía nada. Selena decía que no debía malgastar el tiempo de los chicos si yo no iba a luchar.

Incluso Daniel empezó a intentar desarrollar los poderes que tenía de pequeño.

Faltaba un mes para la guerra y la gente se dejaba la piel en su entrenamiento, mientras yo solo los observaba aburrida. Me sentía inútil.

Miré a Daniel. Entrenaba con Corbyn la lucha cuerpo a cuerpo.

En el descanso, mientras Corbyn bebía agua, Daniel miró a Zach mal y sin que él se diera cuenta, le tiró una piedra a la espalda.

Zach se giró aturdido, pero no vio nada, ya que Daniel seguía con su entrenamiento como si nada.

Reí fuertemente cayendo del banco, pero me levanté enseguida al ver a Selena.

Corrí hacia su dirección y me posicioné a su lado.

- Selena...

- No. - contestó sin más.

- ¿Qué? Pero si ni siquiera me has dejado terminar.

Me miró seriamente y retrocedí intimidada.

- Ibas a preguntarme si podías luchar en la batalla contra lo Liga. ¿No es así?

- Bueno... Sí. Pero... - intentaba justificarme pero ella me interrumpió.

- No, Allison. Ya te lo he repetido muchas veces. Tu estado mental es inestable. No puedes luchar.

- ¡Agh! ¡Solo lo hice por la presión de recuperar aquel recuerdo! - chillé y todo el gimnasio se quedó mirándome - ¡Ya estoy bien!

- No. ¿Entendiste? - cuestionó entre dientes - No, punto y final.

Se fue hacia el gimnasio para supervisar el entrenamiento y me dejó sola.

Caminé por el pasillo con paso rápido y el ceño fruncido. Odiaba esto.

- ¡Allison! - me giré ante la llamada de Marie.

- ¿Si? - aclaré mi voz para que no pareciera tan furiosa - ¿Qué quieres pequeña?

- ¿Juegas conmigo? - preguntó con un puchero.

- Claro. No tengo nada que hacer.

(...)

Dormía plácidamente cuando noté algo atravesando mi piel.

Abrí mis ojos rápidamente y me incorporé con la respiración agitada.
Miré mi brazo. Una mosca estaba posado en él, absorbiendo mi sangre.

Dolía. Dolía demasiado como para ser sólo una picadura.

La golpeé fuertemente, pero esta solo logró atravesar más mi piel y ahogué un grito.
Era de metal.

POWER; Z.H Donde viven las historias. Descúbrelo ahora