Allison poseía capacidades extraordinarias que muy pocas personas lograban entender o asimilar. Era especial, importante, pero ella se creía un simple monstruo que debía aprender a controlar sus poderes y ocultarlos.
Hasta que llega él. Zach Herron...
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El instituto seguía tal y como lo recordaba. Horrible.
Los pasillos estaban desiertos, oscuros y con papeles tirados por todo el suelo.
Esperé media hora sentada de espaldas en las taquillas hasta que un mensaje me llegó.
Me da mucha lastima que no hayas cambiado nada. Sigues igual de fea que antes.
Y como por arte de magia, mi peor pesadilla apareció ante mis ojos. Sarah.
- ¿Qué tal monstruito? - preguntó con sorna.
- ¿Qué haces aquí Sarah?
- Bueno, ya sabes, solo cumplo una misión. - genial - Me uní a la Liga después de tu misteriosa "desaparición". Nadie tan peligroso como tú tendría que estar vivo.
Deslizó su mano por la cintura y sacó una pistola.
- Antes de que dispares, - empecé alzando las manos - dime dónde están las chicas.
- Oh, ¿Las otras zorras? - preguntó alzando las cejas - Ellas están bajo tierra.
Abrí los ojos con sorpresa y apreté los puños fuertemente.
Ella sonrió con maldad alzando la pistola hacia mí.
- Este no era el trato. - gruñí.
- Que pena.
Apretó el gatillo y cerré los ojos esperando el impacto. Nada.
Volví a abrirlos, pero no pude ver nada. Una gran espalda tapaba mi campo de visión. Jonah.
La bala rebotó en su pecho mientras los demás chicos se posicionaron a mi lado.
¿Cómo mierda habían llegado tan rápido?
Zach se puso delante de mí, agarrando mi mano mientras miraba a Sarah enfadado.
- ¿Refuerzos? - preguntó ella divertida - Yo también puedo jugar a eso.
Chasqueó los dedos y bastantes adolescentes salieron de las aulas para ponerse a su lado. Todos con armas.
Sentí como el agarré de Zach se intensificó y como apretaba la mandíbula. Daniel se colocó a mi lado.
- ¿Dónde están las chicas? - susurró.
- Ha dicho que están muertas. - contesté con dificultad.
Sus ojos se agrandaron con sorpresa y decepción.
- Tenía que habérselo dicho. - susurró para sí mismo.
- ¿De qué hablas? - pregunté.
- Ale... Me gustaba. - miró al frente y su rostro se tornó serio - Hay que vengarlas.
Asentí con firmeza.
Mientras tanto, Jonah y Sarah discutían verbalmente.
- Tú no. - ordenó Zach - Tú te vas a ir con Chris de aquí.
- ¡¿Qué?! - exclamé con furia - Ni de coña.
Me miró con las cejas alzadas y se relamió los labios mientras rodaba los ojos por mí lenguaje.
- No discutas conmigo Allison. - amenazó - Tú. Te. Vas. A. Ir. De. Aquí.
- No. Me. Voy. - afirmé y me solté de su agarre.
- Bien. - susurró entre dientes.
Cuando creía que había ganado la pelea, Zach me agarró de la cintura colocándome encima de su hombro. Por suerte los demás chicos estaban delante de nosotros, por lo que Sarah no podía observar la embarazosa escena.
- Suéltame. - ordené golpeando su espalda.
Él no dijo nada. Caminó con decisión hasta una puerta, la abrió y me dejó allí encerrada.
Golpeé la puerta varias veces mientras maldecía.
Podía oír como la pelea había comenzado, así que intenté darme más prisa en salir de allí.
Seré imbécil...
Me di en la cabeza por estúpida. Tenía el poder de la destrucción y no me había acordado.
Concentré todas mis fuerzas en mis manos y toqué la puerta, la cuál desapareció casi al instante.
Visualicé a Zach peleando con un chico y a Daniel a su lado con otra chica. Los demás estaban en la misma situación.
Sarah miraba todo con una sonrisa hipócrita y sentía como la sangre me comenzaba a hervir de ira.
Me deslicé por las taquillas evitando la pelea y me arrojé encima suya. Ella gritó de la sorpresa e intentó coger su arma, pero rápidamente la tiré lejos.
- ¡¿Cómo has podido?! - escupí entre dientes.
Mis manos comenzaban a calentarse y ella puso cara de terror.
- ¡No, por favor! - rogó - E-Ellas n-no están muertas.
Paré de ejercer fuerza al oírla decir eso y la miré interrogante.
- Con "bajo tierra" me refería a las alcantarillas. Allí las tiene la Liga para experimentar con ellas.
La miré seriamente intentando encontrar alguna pizca de mentira en sus ojos. Solo veía miedo.
- Vete a casa. - dije - No sé que demonios haces aquí.
Ella asintió con rapidez y se levantó del suelo en cuanto yo la dejé.
- ¡Allison! - me giré ante mi llamado, dándole la oportunidad a Sarah de escapar.
Zach me miraba mal, muy mal. Sonreí con inocencia y me despedí con la mano antes de salí corriendo hacia la salida.
Debía encontrar a las chicas cuanto antes.
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