-7-

1K 100 5
                                    


El peso de alguien encima de mí no me permitió dormir, abrí mis ojos, trate de estirarme. Mis ojos se abrieron de par en par al ver a JungKook dormido encima de mí, abrazando mi torso con bastante fuerza, su cabeza se encontraba en mi pecho. Mi corazón palpita demasiado rápido. Maldito susto.

¿Debería despertarlo?

Acerque mi mano a su cabeza con la intención de empujarlo y quitarlo de encima. Su cabello es tan suave, enrede mis dedos es ese hermoso cabello negro. Podía sentir varios ronroneos provenir de él, le esta gustando.

Tan lindo.

–Mhm~

Sonreí, su agarre a mi torso aumento. Siempre escuché hablar sobre ellos, los mayores criminales de Corea, pero jamás creí que verme a mi en esta situación, secuestrado. Y ahora estoy con uno de ellos en la misma cama, dándole mimos. Y él aceptándolos.

¿Cómo puedo tener tanta confianza en él? JungKook no me ha tocado, ni me ha hecho ni una falta desde que llegue aquí, JiMin se encuentra bien. Pero ¿por qué ellos no piensan como aquel infeliz que acabo con la vida de Mark? ¿Qué tiene ellos de diferente? ¿Por qué me estoy acostumbrado a ver a JungKook? Me siento protegido por él, ¿eso es sano?

–Si sigues acariciando mi cabello, te juro que no me levantare a buscar comida. –

Sus ojos estaban fijos en mí, aparte mi mano de su cabello.

–Entonces ¿preferirías qué te levantará de golpe? –

–Mejor sigue. –

Regreso a recostarse en mi pecho, continué acariciándolo, pero mi corazón de nuevo está yendo demasiado rápido.

–¿Qué te tiene tan acelerado? –

–Me asustaste, es todo. –

–Ni que fuera un secuestrador. –

Reí.

–Bien tú ganas esta vez. – sonreí

La puerta se abrió de golpe haciéndome saltar, JiMin estaba parado ahí, con un chico demasiado pálido y cabellos negros. JungKook se apartó rápido de mí.

–TaeHyung. – JiMin corrió abrazarme, correspondí –¿Te sientes mejor? –

–Eso creo, perdóname por todo lo que te dije ayer. –

–No importa, tonto. Se que no fue con esas intenciones. –

Se levanto de la cama y jalo de mí. Su ropa se ve bien, no tiene ninguna herida, solo el ojo morado de hace una semana por la última golpiza que recibió, pero todo se encuentra bien en él. Mi ropa esta rota y la marca de los amarres de mis manos aún es muy visible. Me alegra demasiado que él se encuentre en mejores condiciones que yo.

–Tae... ¿quieres qué costure tu pantalón? – mirada estaba fija en el tatuaje, apuesto que recuerda muy bien ese día –Tu apuesta esta muy expuesta. – sonrió. Si lo recuerda.

–No creo que consigas material de costura aquí. –

–En el cuarto hay aguja e hilo. – voltee algo sorprendido esa voz es demasiado grave y demandante –En el tercer cajón, JiMin. –

–Ahora vengo. –

JiMin salió del cuarto al igual que el chico pálido, JungKook se quedó dentro.

–¿Quién es él? – hablé.

–Mi otro compañero, te lo dije. –

No recuerdo.

C R I M I N A L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora