C R I M I N A L.

Extra; YoonMin.

Funcionó, JiMin tenía razón. YoonGi estaba boquiabierto y adolorido de la nariz. JiMin días atrás había planeado esa pelea para que TaeHyung saliera a socorrer a JungKook y tal como el rubio dijo todos los detalles, todo estaba completamente preciso en ese plan si error.

–¿Cómo sabías que TaeHyung saldría? – JiMin estaba frente a él limpiando ese delicado hilo de sangre que provenía de su nariz –Jamás dude, pero ¿cómo lo sabías? –

–Cuando TaeHyung esta enamorado jamás abandona. Perdona por lo del golpe, no creí que JungKook se descontrolara tanto. – le regalo una cálida sonrisa al pálido, le encantaba ver esa resplandeciente sonrisa de su pequeño rubio. Amaba su felicidad.

–Pero tal y como dijiste, mis palabras le dolerían y así fue. Bien hecho JiMin. – ahora YoonGi sonrió.

Ambos les costaba creer que solo les quedaban unas cuantas semanas para que después ya no sepan nada uno del otro, pensamientos que lastimaban sus corazones, sus sentimientos.

–YoonGi...– JiMin estaba nervioso, vio esa manera de defenderse del mayor, el quería tener algo que le recuerda al pálido –¿Podría enseñarme a pelear como usted? –

YoonGi se sorprendió por la declaración del rubio, ¿el delicado y lindo JiMin golpeando gente? ¿Sería eso bueno?

–¿Para qué quieres aprender a golpear JiMin? –

El pálido observo como JiMin se quedaba tieso por la pregunta, ahí lo entendió, cuando vio a JiMin dentro de ese restaurante TaeHyung estaba limpiando sus heridas. JiMin es víctima de bullying.

–Sufres bullying en la universidad...– suspiro, lo que menos quería era que JiMin se sintiera frustrado por recordar todas palizas y abusos que ha recibido desde que el chisme de que un chico entro al ballet se hizo viral –Yo te enseñare a defenderte de esos hijos de perra, tenlo por seguro. –

Beso las manos de su pequeño para después dar un corto beso en su frente, JiMin lo abrazo. De nuevo la seguridad u protección regreso a su cuerpo. YoonGi es su refugio.

–YoonGi, tiene que ir a disculparse con su hermano, tampoco fue muy justo que le deformara la cara. –

–Le hice un favor, Mochi. – JiMin frunció el ceño.

–¿Favor? –

–Le arregle su pico de tucán. –

JiMin quería reírse, lo anhelaba. Lo hizo.

–Tiene que hacerlo Hyung. – beso la mejilla de YoonGi haciendo a peste reír por la repentina acción.

–Lo hare, Mochi. –

–Gracias Hyung...por todo. –

–Gracias a ti JiMin, por llegar a mi vida. –

Definitivamente YoonGi era feliz con el rubio y su compañía.

Ambos disfrutaban de su compañía. Aprovecharíanal máximo el último tiempo que les quedará.