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Se me hizo casi imposible dormir, él chico solo desato mis pies. Mis manos era lo que ya me dolía, además tener la tela mojada en mis ojos ya era bastante incómodo. No puedo saber con exactitud la hora, pero por los ruidos que hay afuera de la habitación puedo decir que el jefe del chico ya esta despierto.

Pude escuchar cuando alguien entro y rápidamente me tomo de las piernas, mi cuello aún dolía por la mordida y mi labio esta algo hinchado por la misma situación, pude sentir sus manos, estaba volviendo a atar mis pies.

–Bien rata ¿cómo dejaste al chico? – esa voz gruesa y prepotente me causo miedo con solo el carraspeo, sus pasos se iban acercando a mí –Veo que si lo hiciste. –

Su mano toco mi cuello, justo en la mordida por inercia me aleje de su tacto, me repugna. Mala idea. Con fuerza tomo de mi cabello jalándolo hacia atrás para darle más acceso a mi cuello, su lengua paso por encima de la marca. Las ganas de llorar me tomaron por completo.

–Hueles muy bien. Que lastima que fue la rata quien te toco. – susurro para después morder el lóbulo de mi oreja, no pude contener las lágrimas –Cuando yo vuelva lo tocare ¿queda claro? –

¡NO!

–Señor, el trato era tener a nuestros propios juguetes, y no pienso compartir al chico. – la voz de él sonó protectora ¿acaso eso hace?

–No estoy preguntando estúpido, es una orden, además lo mismo le hare al chico rubio. –

JiMin no.

–No esta cumpliendo con la parte de su trato. – la voz de un tercero lleno la habitación.

–¡Ustedes tienen que cumplir! Si no tomarán sus lugares ¿quieren terminar como el pelirrojo? ­ –

Mark...

El silencio abundo por parte de él y su amigo, la risa grave de su jefe era clara de escuchar. ¿Eso es cerrar el trato? ¿Cuánto tiempo me queda siendo puro? Y peor aún ¿cuánto tiempo me queda para disfrutar la vida?

La puerta sonó avisándome que ya se habían ido, la soledad se podía sentir por toda la estancia. Necesito encontrar a JiMin y salir de aquí, escaparnos, salir de Corea. Ya no podremos salir con la misma seguridad de antes de si ese maniaco nos busca, tengo que hacer algo, así sea traicionar la "confianza" con mi secuestrador, pero ¿por qué me protege? ¿acaso él me dejará escapar? ¿estaré a salvo mientras él este a mi lado? Pero que preguntas más estúpidas, es un secuestrador, no tiene sentido de compasión ante sus víctimas, eso soy una víctima más en su lista. Ningún criminal cambiaría su forma de pensar ¿o sí?

[...]

–Tenemos que hacer algo. –

Mi mirada se fijó completamente en él, ¿a qué se refiere?

–YoonGi ¿de qué hablas? – ladee la cabeza en busca de su respuesta, su mirar estaba fija en aquel cadáver del chico pelirrojo, su figura esbelta manchada en sangre por el balazo en el cráneo, además de todos los hematomas que manchaban su tez clara, partes de su cabello fueron arrancadas, la excesiva cantidad de sangre que se veía en su entrada y piernas. Ese maldito enfermo.

–Tenemos que sacarlos de aquí. –

Mire el cuerpo una ultima vez, imaginarme al castaño en esta situación. No, no deseo verlo aquí. No quiero verlo muerto. TaeHyung.

–¿Te dijo cuánto tiempo se quedará con su hermano? –

Al parecer el igual estaba imaginándose la situación con él pequeño chico que él tenía al tanto. No creí que YoonGi llegará a querer salvar algunas de sus víctimas, después de tantas masacres, trabajos e incluso mandados, cambio. El hermano mayor estudioso y dedicado, se volvió un sádico y completamente sin rastro de emociones.

–Tenemos tres meses. – tiempo suficiente para mí –No hay que confiar en sus palabras. –

–¿Qué planeas hacer? –

–Tu lo planearas, he visto tu interés en él, no voy a negar nada– su suspiro me alerto –, solo quiero ayudarlo al igual que tú a él. –

¿Cómo sabía que yo tengo un plan? TaeHyung no me interesa en lo más mínimo, solo es la intención de ayudar, no hay interés, no hay sentimiento.

–Sacare a Mark de aquí. –

–Él... ¿te dijo su nombre? –

–Me dijo hasta lo él había hecho por verlo feliz. –

Salí de la oficina, entre de nuevo a aquella habitación donde esta TaeHyung, para ser una víctima es muy bien portada. Desearía un perro igual de bien portado.

–TaeHyung. –

–Rata. –

Lo mire indignado. Odio ese apodo, desprecio escucharlo.

–Mi nombre es JungKook. ­ –

Mierda.

Una sonrisa se formo en su rostro, caí justo donde él quería. Punto para él. Que imbécil.

–JungKook– sonrió –, lindo nombre. –

–Me impresiona que vencieras a la mente del equipo. – rodé los ojos.

–¿Y tu apellido? –

–Ya sabes demasiado. –

Pude notar la burla en su curiosa sonrisa, me acerqué a él. Desate sus pies, es lo único que puedo hacer por qué este cómodo.

–Te importaría aflojar el nudo de las muñecas. –

Bien las excepciones existen.

–Gracias, JungKook. –

–Si tomarás de burla mi nombre, preferiré mil veces que me digas "rata". –

–No me gusta como suena rata, es muy ofensivo. –

¿Tendré que decirle lo que ocurre? ¿Sobre lo de su amigo? Tengo que hablar con YoonGi, será lo mejor.

–Bueno, cuéntame ¿a qué se debe es lindo tatuaje de corazón en tu muslo? –sonreí, su sonrisa cayo a un ceño fruncido.

–Creo que no es de tu incumbencia. –

–Quiero recordarte que soy un asesino y un violador reconocido por las buenas folladas que puedo dar, – que mentira –te recomiendo hablar. –

–Tenía diecinueve cuando inicié la universidad, conocí a JiMin y a unas cuantas personas más. Un reto estúpido me causo este lindo tatuaje. –

Reí, ¿de verdad fue tan estúpido?

–¿Qué clase de reto? –

–Querían probar que no era gay y me retaron a follar en público con una chica, definitivamente me negué, preferí mil veces esto a ensuciar mi imagen. –

Bueno no tan estúpido.

–¿Tienes algún otro? –

–Tengo una pirceng en el pene. –

¡Oh santa mierda!

Su risa me dio a entender que es una broma, ¿o no?

–Hablo enserio. –

–¿Cómo puedes confiar en un secuestrador? – ladee la cabeza, que facilidad de decirme las cosas como si fuera una platica con alguno de sus amigos.

–Si moriré o me violarán que mejor que desahogarme de todo lo que tiene mi cuerpo. – sonrió, hace unos momentos estaba soltando unas lágrimas, bueno, yo igual lloraría si Lee me tocará como una de sus perras –¿Tu tienes alguna perforación o tatuaje? –

–Perforaciones. –

–¿Dónde? E historia. –

Camine a una de las sillas junto a la cama y me senté junto a él, creo que sería una buena conversación.

No puedo encariñarme con él, debo sacarlo de aquí.

Debo salvarlo.

C R I M I N A L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora