C R I M I N A L.

-11-

Dos malditos días sin poder entrar a la habitación, TaeHyung puso seguro a la puerta impidiéndome el paso para hablar con él. He tocado la puerta desesperado por una señal, pero nada.

–Por favor, TaeHyung. Ábreme– silencio.

He recurrido a JiMin varias ocasiones, lo ha dejado pasar y otras veces solo le contesta por medio de notas deslizadas bajo la puerta. Comprendo su aislamiento, pero lo necesito, ha sido perturbador y doloroso dormir solo. No sentir esos largos dedos jugar con mi cabello, esos labios chocar con mi piel, su calor corporal. Me hace falta.

–JungKook, deja de molestarlo. – la voz de YoonGi me hizo separar mi atención de la puerta –Entiende que ese chico esta mal, dale su espacio. –

–¿Cómo puedes pedirme eso tan fácil? –

–Tienes que entender algo, esta herido. –

Mi ceño se frunció. Necesito saber de su estado, necesito saber que esta bien. Lo necesito a mi lado.

–TaeHyung, ábreme. – de nuevo golpee la puerta, no dejare que Yoon me detenga ahora.

–JungKook entiende maldita sea. – su tonalidad de voz aumento, gire sobre mis talones sintiéndome enojado –Tienes que dejarlo desahogarse ¿¡no puedes entenderlo!? –

–¿¡Tu no entiendes!? ¡Yo fui el imbécil que le hizo daño, quiero arreglarlo y si te importará la mínima idea de como me siento yo, estoy igual que lastimado! ¡Me importa y no dejaré que tus palabras me alejen de esta puerta! – bien perdí la paciencia. YoonGi también.

A pesar de que él fuera más bajo que yo tiene una fuerza brutal, tomo del cuello de la camisa jalándome hacia él.

–En primer lugar, a mi nadie me levanta la voz y en segunda ¿¡Crees qué yo no me siento de la misma forma que tú!? – abrí mis ojos por la sorpresa, se esta expresando –Pero dime ¿¡Quieres que se vuelva el juguetito de trapo de Lee!? – mi piel erizo.

–No, no quiero eso. –

–¡Entonces deja de comportante como un idiota y aléjate de esta maldita puerta, lo arruinaste con él entiénd...! –

Y no lo deje terminar, mi puño se estrello en su rostro, el agarre jamás se fue, ignorando por completo su dolor y la sangre que brotaba de su nariz, los golpees dieron inicio. Podía sentir su puño estrellarse repetidas veces en mi rostro.

Excelente trabajo JungKook.

–¡YOONGI SUELTALO! –

La voz de JiMin se escucho y YoonGi enseguida me soltó, rápidamente mi cuerpo cayo al frio suelo, unos brazos tomaron de mí. Su brazo se posó en cintura ayudándome a ponerme de pie. En pasos algo torpes sentí en mi espalda la suavidad de la cama. No veía con claridad donde estaba tampoco que estaba pasando, mi rostro se empezó a sentir húmedo, por pequeñas gotas.

–¿P-por qué-é tienes...qu-que ser tan...i-idiota? –

TaeHyung.

–P-porque...lo vale por ti. – sonreí, bueno traté.

Una risa muy triste fue lo que salió de él. Confirmado, soy un idiota. Me cuesta trabajo abrirlos ojos, maldito YoonGi.

–T-todo...todo lo que di-dijiste...– sollozó –¿es ve-verdad? –

Tan frágil. Ya no puedo retener todo esto más.

Tome de su nuca jalando de él para que de una vez por todas demostrarle. Nuestros labios se unieron en un suave y delicado beso. Sus manos temblorosas tomaron suavemente de mis mejillas tratando de tener más cercanía. Sus labios se movieron de manera deliciosa permitiéndome el acceso a su boca, jure que más sería adicto a algo. TaeHyung y sus labios se han convertido en una ahora. Su lengua se encontró con la mía rosándola varias veces tratando de dominar cosa que no logró.

Me separé algo lento de ese beso, ese exquisito y excitante beso. La respiración de TaeHyung estaba agitada además que sus manos seguían puestas en mis mejillas, fue un gesto demasiado lindo acariciar mis adoloridos pómulos.

–Eso ¿contesta todas tus dudas y preguntas? –

–¿Podría corroborar? –

Ambos reímos.

[...]

Te beso. Lo hizo.

Fui por varios paños y algodón para limpiar su rostro. Entiendo a la perfección el sentir de YoonGi, quiere a JiMin, no solo JungKook esta afectado. Los cuatro estamos mal.

Con el paso de las horas la inflamación fue bajando, pero los moretones se hicieron presentes en sus mejillas, pómulos y el más marcado del ojo izquierdo. Después de ese beso el tipo de atención cambio, no por mí. Por él.

–No tienes que cuidarme, soy la mente criminal más temible de Corea del Sur. – no pude evitar reír.

–También un niño terco. – alzo una de sus cejas en señal de indignación –Te recuerdo que soy mayor. – sonreí.

–Eso no me importa...– jalo de mi brazo, quedando recostado encima de él –, sigo teniendo el control, cariño. –

Me aparte su cuerpo, riendo con nervio. Abrace de su torso sintiendo su corazón latir y su respiración volviéndose más relajada. Su cuerpo dejo de estar tenso, ¿habré sido muy malo al dejarlo afuera de su habitación por dos días?

–JungKook ¿no estas enojado...por haberte dejado afuera del cuarto? –

–Estaba más preocupado, por mi mente paso que hayas hecho una estupidez. –

Deje un beso en su pecho, y uno cerca de su cuello. Comencé acariciar sus cabellos negros. Parece más relajado ahora, su cuerpo cayo poco a poco. Se ve tan pacifico dormido, las ultimas noches me he pasado observando lo hermoso que se ve dormido. Como sus pestañas largas y negras chocan con sus mejillas, sus labios se entreabren para buscar aire y como varios mechones rebeldes caen en su frente. Además de esperar cuando quedaba en el mundo de los sueños para aprovechar robarle varios picos en sus mejillas y frente.

Creo que ahora no habrá problema si lo hago ¿verdad? Me acerque a su rostro como la primera noche acercando de a poco mis labios a los suyos, ya unos pequeños roces comenzaban a darse cuando él tomo de mi cintura, girando él quedando encima de mí.

–¿Qué intentabas cariño? – sonrío, me mejillas estaban apunto de explotar por la vergüenza –Se que dos días es muy poco, pero si extrañe esta rara faceta tuya de verme dormir y llenarme de besos la cara. – quiero morir.

Sus labios de nuevo se unieron a los míos quitándome la oportunidad de responder, mis brazos se enredaron en su cuello, sus manos recorrieron mi cuerpo llegando a mi nuca jalando hacia él para evitar separarme de ese tan delicioso beso. Sería un idiota si lo hiciera.

La puerta fue tocada tres veces para después ser abierta, ahí fue cuando nos separamos. Los idiotas eran YoonGi y JiMin.

–¿Q-qué pasa? – pregunté frustrado.

JiMin empujo a YoonGi.

–JungKook, lo siento. Solo que todos estamos afectados por nuestras decisiones. –

Tengo que reconocer que JiMin es muy bueno ayudando al temperamento de YoonGi realmente ha cambiado mucho desde que esta con él.

–No hay problema hermano, lo entiendo. También perdóname. – YoonGi sonrió, JiMin lo abrazo.

¿Qué será de mi sin JungKook?

¿Será mala idea quedarme con él?

Estoy jodidamente enamorado de ti JungKook.