C R I M I N A L.

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Las horas estaban transcurriendo deprisa, la escuela estaba cerca de su último toque indicando la salida, solo quiero salir de aquí y no tener que lidiar de nuevo con los agresores de JiMin, estoy cansado de todo lo que él pasa...día con día es lo mismo en nuestras rutinas, su fobia tampoco ayuda en mucho, bueno por lo menos TaeMin también ve por su bien.

– Señor Kim – bien hecho pensamientos –, ¿está prestando atención a la lección? ¿O acaso quiere ir a la dirección? –

­ –No, estoy en la clase. Lo siento. –

Lo que me faltaba, tener llamada de atención, pero bueno que esperaba, tener a todos los maestros a un lado mío por ser la "salvación" de la universidad, solo un año más y esta bazofia se ira.

–Retomemos la clase, como proyecto de parejas tendrán que hacer un dibujo sobre la importancia de alguna de las redes de la biología, además de un escrito de dicha red, tienen cinco minutos para encontrar una pareja. –

Perfecto, decir busquen parejas es "Kim haces el trabajo y después vemos que agregar, eres un genio, todo te sale perfecto". Todos tratan de buscar esa pareja que lo haga todo, y como la mayoría de veces rechazó a todos.

–TaeHyung... – alcé mi vista topándome con Mark ­ –, ¿crees qué...p-podamos ser pareja? – su mirada se ve tan suplicante.

Suspire.

–De acuerdo, pero tienes que hacer tanto como yo – asintió –, bien ¿te parece si saliendo vamos a mi casa? – repitió la acción.

Tal vez este trabajo sea algo más sencillo. El timbre de salida sonó. Tome mis útiles y termine de guardarlos, para después levantarme y dirigirme a la salida. De nuevo no.

–¡Vamos Park! ¡Levántate! ¡Dale marica! – tire mi mochila al suelo, corriendo de nuevo a socorrer a JiMin.

–¡Alto! – grité, el puño se estampo en su labio, otro golpe su estómago –¡Deténganse! – patadas. Abrí paso entre los sujetos protegiendo el de mi mejor amigo, su cuerpo temblaba se mantenía en posición fetal en el suelo.

–Deberías quitarte de mi camino Kim, realmente no me molestaría golpear al nerd de la escuela. – su tono de voz jamás me ha intimidado, lo más usual en los brabucones es dejarlos sin palabras y eso es algo que domino perfectamente.

–No creo que quieras un reporte permanente además de una expulsión, ¿o si la quieres? – ladee la cabeza, miraba de reojo a JiMin se mantenía con su rostro oculto en sus pequeñas manos, esas manos que ahora están manchadas en sangre.

–No le temo a eso. –

­ –Pero si al directo...o como tu le dices tu querido "papi" ¿no es así? – sonreí al ver como se daba vuelta para retirarse, suspiré al ver como poco a poco se iban del pasillo dejándome con un JiMin completamente perdido.

Me hinqué frente al cuerpo de JiMin, sus sollozos comenzaban hacerse audibles. Toque su cabello dando una pequeña caricia. Incluso eso lo hizo temblar.

–Vamos a casa JiMin. – en un movimiento casi sin que pudiera reaccionar, él ya estaba escondido en mi cuello llorando, mientras sentía como buscaba un abrazo de mi parte, lo abrace con fuerza acariciando sus sedosos y rubios cabellos, mientras dejaba diminutos besos en su sien.

–Perdón por causar tanta molestia. – su voz salió temblorosa, estaba tratando de ser fuerte, ya lo es.

–Ninguna molestia ChimChim, te quiero, ahora déjame ver. –

Su agarre del abrazo se empezó hacer menor, sus mejillas estaban húmedas, y su labio tenía cierto líquido carmesí que dejaba a la vista una cortada, además de ese ojo morado. Si haría pagar a esos malditos.