Capitulo 4: La carta, la declaración y un misterio más.

134 5 0
                                    

Esa llamada me choco, ¿Quién había sido? ¿Por qué no me podía ir bien? ¿Qué he hecho yo para que me tenga que ir mal? En ese momento salió Manuel, me vio en el suelo y se sentó conmigo, se lo explique, y me dijo que no me preocupara, que me ayudaría a averiguar quién era. Baje la cabeza, estaba rallada pensando en quien podía ser, en ese momento subí la cabeza, y el estaba muy cerca de mí, me miraba a los ojos, nuestros labios estaban a centímetros, mi corazón empezó a ir demasiado rápido.

-Ainara, ¿Te gustaría?-pregunto.

-¿El qué?

-Que te besara.

En ese momento me puse roja como un tomate, el se rio y yo me puse mas roja aun, aparte la cabeza, no podía hacerlo, tenía miedo a que volviera a hacer eso para reírse de mí, es verdad que cuando lo hizo herramos unos críos.

-¿Por qué te apartas?- dijo sentándose en el suelo.

-Esto.. no me fio de ti, lo siento..

-¿Por qué?

-Por lo que me hiciste cundo estábamos en primaria, lo siento, no lo he superado..

-Pero.. yo.. yo.. – bajo la cabeza.

Yo estaba con el móvil, creo que hice mal venirme a su casa, si no hubiera venido ahora no estaríamos así, pero por otra parte me alegra por que se que está bien, pero.. ¿Por qué después de todo me quiere besar ahora?.. Sin avisar ni nada se lanzo, me beso, fue uno de esos besos mágicos, de esos que duran tanto y te hacen sentir como si estuvieras en un paraíso, de esos que te hacen dejar de pensar en todos tus problemas, cerré los ojos y solo pensaba en el. Se aparto y me puse roja de nuevo, el se rio.

-¿Por qué me has besado?-le pregunte.

-Ainara, en el colegio te hice eso porque la popularidad se me subió a la cabeza, pero tú siempre me has gustado y a pesar de que llevamos cuatro años separados me sigues gustando, incluso ahora estas más bonita y todo, supongo que tu lograste olvidarte de mí, seguro que ya has encontrado a otro que te quiera de verdad, pero yo desde que me vine aquí solo he tenido una, que fue porque se parecía a ti.

-Manuel, no tengo a nadie que me quiera, de hecho si estoy aquí es porque me he escapado de Madrid, porque tenía problemas, yo.. yo.. tampoco he dejado de estar enamorada de ti..- baje la cabeza.

Se acerco y me abrazo, cuando me tenia abrazada me sentía querida, y más por él, que me tenia loca perdida, entramos a dentro, su madre nos estaba buscando para comer, fuimos a la mesa, y Manuel les explico a sus padres quien era yo, pero sus padres ya lo sabían, por eso su madre me había llamado aquella mañana por mi nombre.

-Mama, Papa, ¿os acordáis de la chica que hice tanto daño en primaria?-dijo Manuel mientras me miraba.

-Si hijo.-dijo su padre.

-¿Por qué lo preguntas cariño?-pregunto su madre.

-Bueno yo.. quería deciros que es ella, que me la encontré en el avión, de cuando fui a dejar a la abuela, y la reconocí, y por eso la traje.

Sus padres se miraron y se pusieron a reírse, en ese momento se dio cuenta de que sus padres ya lo sabían y que había explicado una cosa que no era necesaria. Cuando acabamos de comer ayudemos a recoger la mesa, y freguemos los platos, por ayudar y nos fuimos a dar una vuelta, fuimos a un parque muy bonito, estábamos en un banco, sentados, hablando, cuando… aparece un misterioso chico disfrazado, que me dejo una carta, el misterioso chico se fui corriendo,  Manuel estaba flipando igual que yo, abrí la carta.

“Querida amiga, se que te has escapado de Madrid para venir a Barcelona, lo has hecho aposta, el viaje sabias perfectamente que acabarías aquí, se que en Madrid no te iba tampoco bien, no esperes que aquí te vaya bien, porque te va a ir fatal, te vas a arrepentir de haber venido a Barcelona, te voy a hacer la vida imposible. Te aconsejo que te alejes de Manuel, no es lo que te crees que es, te va a hacer daño, te aviso, ahora haz lo que quieras, perderas toda tu autoestima, la poca que te queda.. Tu nueva vida a empezado.

Besos, Tu ******”

No salía quien era, ahora no se si es una chica o un chico, y ¿Por qué me quieren hacer esto? ¿No eh hecho nada para merecer esto que me están haciendo, no? ¿Y si me vuelvo a Madrid? ¿Y si me quedo y averiguo quien es?, en ese momento me puse a llorar otra vez, me dolia que me hicieran eso sin que  yo hubiera hecho nada, no me había metido con nadie, estaba viviendo mi vida sin tener problemas, pero al parecer hay gente que me jode por todos lados, Manuel me vio, pero yo me fui corriendo, quería estar sola, pero el me siguió, no me dejo estar sola en ningún momento, no quería que me pasara nada.

-Ainara.. Estaré siempre a tu lado, ¿Entendido?, no dejare que te pase nada, lo prometo- me abrazo.

-¿Por qué a mí? No he hecho nada para merecer esto.- dije abrazándole.

Me beso para que dejara de llorar, y lo consiguió deje de llorar, y recordé lo mucho que le quería, entonces, para hacer llamar la atención de la gente y para demostrarme que si que le importaba, se puso de rodillas y me pidió que fuera su novia.

-Ainara, ¿Quieres ser mi novia?

-Manuel ¿eres tonto? Levanta anda, que te está mirando todo el mundo.

-Por eso lo hago, quiero que vea todo el mundo que me da igual como seas, que me encantas así y que me enamoraste por tu forma de ser, que en este mundo no es todo el físico que también hay cosas por dentro, que quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, ¿lo entiendes?, ahora dime ¿Quieres ser mi novia?-me puse roja, y todo el mundo mirando.

-Sí, sí quiero!!

Se levanto y me dio un beso delante de todos, me daba la sensación de que todo el mundo nos estaba mirando, pero me daba igual, cuando estábamos con los ojos cerrados alguien vino por detrás mío y me tiro del pelo, me di la vuelta, pero solo veía a gente, a mucha gente gritando el “ooh” que suelen gritar cuando alguien hace lo que hizo Manuel. Me hizo daño, y notaba algo raro en la espalda, no hice mucho caso.. Nos fuimos para cara, y cuando llegamos su madre me vio la espalda, tenía un arañazo enorme soltando sangre, se dio cuenta al ver que tenia la camiseta llena de sangre una gran mancha, ahora entendía lo que sentía raro en mi espalda no había sido un tirón de pelo, sino alguien que me había arañado, Manuel al verlo no hizo nada, no reacciono como si estuviera asustado, se fue a la habitación sin decir nada, y… ¿Si el supiera quién es el que me envía cartas? ¿O el de la llamada? ¿Y si me va a hacer daño? Su madre me lo curo y en ese momento me volvió a llamar el número misterioso.

-¿Estás bien?¿Te a dolido? Esto no ha acabado-colgó.

La madre se me quedo mirando y yo a ella, nos sonaba la voz, ¿Y si era su hijo Manuel?

Vida desastrosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora