Rivales desde primer año.
Una situación algo normal entre un Gryffindor y un Slytherin.
Sin embargo, algo había cambiado entre ellos en su sexto año.
Se gustaban.
Pero eran muy tontos para notarlo.
⚡Harry Potter Alternative Universe.
⚡Mención de ot...
Ambos poseían un largo historial de peleas en donde el prefecto Kim Taehyung convertía a Jeon Jungkook en un diccionario mientras almorzaba, o el Golpeador en plena practica enviaba a su bludger tras la rubia cabeza del Gryffindor. Ni olvidar la vez en la que en pleno juego de las altaneras serpientes contra la casa de los tejones, Taehyung cambió la Nimbus 2001 del pelinegro por una barredora.
Jimin lo sabía, que en algún punto de todas sus desastrosas disputas...ambos cayeron el uno por el otro.
Sonrió con sorna observando al pelinegro, quien siguió hablando sin parar.
—Ya te lo he dicho, Jimin—el Slytherin simuló limpiar sus hombros con altanería, sosteniendo un pedazo de pergamino color rosa que siguió llamando la atención de muchas personas que entraban y salían del gran comedor— ¡Soy totalmente irresistible!
Jimin, un rubio castaño con hermosa sonrisa y espectacular intelecto se carcajeó por las ocurrencias del chico Slytherin. Muchos catalogaban su amistad como algo inconcebible, incluso luego de mucho tiempo despues de la segunda guerra mágica revolucionara el mundo. Dentro de algunas familias seguía aquella creencia sobre que un Slytherin y un Gryffindor jamás podrían formar una amistad sincera.
Tonterias.
—Eres igual de irresistible que un troll de las montañas.
Bromeó el rubio acomodando su corbata y limpiando su túnica meticulosamente. Jimin se estiró para tomar la carta rosa que habían descubierto pegada en el libro de herbologia, echarle un vistazo al contenido y lanzarla al piso. Jungkook la atrapó antes de que dicho papel cayera en el suelo, regalándole una mirada asesina al rubio.
— ¡Por la barba de Merlín! ¡Es la quinta carta en la semana! —Jimin bostezó totalmente desinteresado—Park Jimin ¿Me estas tratando de...?—el pelinegro paró abruptamente de parlotear cuando sin querer su vista se fijo hacia adelante. La frase quedó en el aire y su pulso se aceleró cuando le vio, el chico que odiaba.
O en realidad, al chico que quería en sus brazos.
Kim Taehyung caminó distraídamente observando la pequeña bola de cristal entre sus manos. Los grandes lentes que usualmente adornaban su rostro reposaban sobre su cabeza, haciendo que algunos cabellos se desordenaran y mostraran su bonita frente, cabellos que el menor de ellos quería acomodar con sus manos... O quizás arrancarlos.
Kim Taehyung buscó a Jimin y al verle sonrió de una manera radiante, como él solo sabía sonreír. Sin querer atacando el corazon de un Slytherin presente.
¡Mierda!
El confundido pelinegro se pellizcó uno de sus antebrazos y acortó la distancia carraspeando exageradamente para llamar la atención de ambos rubios, quienes se habían sumergido en una cálida conversación.
Un clásico de la gentuza de esa casa, ugh, pensó.
Aunque Jimin fuese también su mejor amigo.
—¿A Quien tenemos aquí? ¡Nuestro amigo, Taebobo!
Taehyung sonrió falsamente ante ese odioso apodo que había creado el menor luego de bajar de las balsas en primer año, solo porque le había corregido un hechizo de transformación que por cosas del destino y "error" suyo, terminó convirtiendo al pequeño pelinegro de ese tiempo en un tierno conejito.
Taehyung rió al recordar la escena, haciendo irritar más al menor frente a él.
—Mi conejo amigo—dijo sacudiendo sus hombros a causa de su histérica risa— ¿Cómo estás? Oh espera—el rubio interrumpió antes del contraataque del menor de la casa de las serpientes—En realidad no me importa ¿Ya has comido tu zanahoria hoy?
— ¿Ya has terminado de ser un estúpido?
Jungkook sonrió triunfante y le miró fijamente, hasta que inevitablemente la pequeña bola de cristal entre las manos de Kim empezó a tornarse de un color rojo. Su recordadora.
—Mira ¡Seguro que has olvidado tu cerebro de nuevo! —Taehyung le fulminó con su mirada, su recordadora llena del intenso humo rojo le había dado una buena jugada a Jungkook, quien siguió sonriendo triunfante.
—Creo que he olvidado decirte que eres un idiota.
Jimin rodó los ojos, allí iban de nuevo. Esos eran sus mejores amigos.
Los tontos que se gustaban.
...
Una Recordadora es una bola de cristal de tamaño de una pelota de tenis que contiene humo que se vuelve rojo cuando su dueño se ha olvidado de algo.
...
Comienzo soft.
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