Capitulo 37

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Abrí los ojos a causas de los rayos del sol que se filtraban por la ventana. Tome de la mesita de noche que retozaba al lado de la cama, mi celular. Eran casi las dos de la tarde, me sorprendí al ver aquel horario, pero luego entendí que mi sueño se había prolongado gracias a la desvelada que había tenido anoche, en la cual solamente había podido dormir solamente unas horas nada más. Me percate que amarradas a mi cintura se encontraban las manos de Jai, ¿Qué demonios hacia el aquí si ya era de día? Me voltee a mirarle, estaba de costado hacia donde estaba yo, durmiendo apaciblemente, con una expresión tranquila y dulce que solamente podría ver si lo encontraba dormido, cosa que en muy rara ocasiones se daba. Me removí un poco en la cama tratando de que me soltara, pero aun así fue casi imposible.

-¿Adonde vas? -me pregunto aun adormilado, permanecía con los ojos cerrados y su voz sonaba demasiado tranquila.

-Iré a darme una ducha Jai, volveré enseguida -le comente.

-Vale -contesto aflojando su agarre y dejando libre mi cintura para que pudiera irme.

Baje de la cama arropándolo y me adentre en el baño. Deje que el agua corriera por mi cuerpo sin importarme el tiempo, necesitaba algo de tranquilidad, supuse que Jai dormiría hasta nuevo aviso. Pensé un segundo en una de las tantas ideas que corría por mi cabeza, "...Sacarle información..." pero como siempre en mis ideas había muchos cabos sueltos como podría sacarle información a Jai si hablar con él era como preguntarle a la pared como esta el clima. Había maneras y seguramente las conseguiría.

Tiempo despues entre nuevamente al cuarto, despues de bañarme, con una bandeja en mano, el aun seguía en la cama estaba mirando al techo. Me percate que tenia el cabello mojado asique se abría baño en lo que yo preparaba el desayuno que corría como almuerzo. Él se sentó en la cama al verme llegar y se saco la toalla para calzarse unos bóxers gris oscuros. Esboce una media sonrisa al notar que hacia eso, luego de eso ambos nos sentamos en la cama.

-¿Huevos revueltos y tocino? ¿A estas horas? -pregunto mirándome a los ojos.

-Era lo único que logre hacer con lo poco que hay en la nevera -le conteste mientras le alcanzaba un tenedor para que pudiera comer.

-Buen punto.

Ataco la comida desaforadamente, mientras que yo de vez en cuando probaba bocado, a decir verdad no tenia mucha hambre ya que solo podía pensar en la relación que había en todo esto, el trabajo del tío Max, la vida de Jai, el secreto de nuestros padres, el odio de los gemelos... todo lo anteriormente nombrado estaba conectado de alguna forma solamente que no tenia idea de en que manera encajaban todas esas piezas en este alborotado rompecabezas. Cuando Jai quedo totalmente satisfecho me dirigí a la cocina para limpiar los platos y tirar los residuos que habían quedado. Note como Jai vino tras mi, tire todo aquello que ya no nos serviría de nada y me dispuse a lavar los platos pero unas manos fuertes se apoderaron de mi cintura apegándome al cuerpo semi-desnudo de su propietario. Corrió cuidadosamente mi cabello con una de sus manos, mientras que con la otra ejercía algo de fuerza en su agarre, depósito un pequeño beso en mi nuca haciendo estremecer.

-¿Me dirás lo que quiero oír? -le pregunte ahogando un gemido cuando sentí que hundía su perfecta nariz en mi cuello, nuevamente me estremecí en sus brazos, supuse que a estas alturas Jai estaría sonriendo ante mis reacciones.

-Depende de lo que quieras pequeña -susurro a mi cercanía y beso mi cuello, suspire- ¿Qué es lo que quieres que diga?

-Quiero la verdad Jai -le conteste mientras me volteaba a verlo, sabia que en ese momento se apartaría de mi, pero tome su rostro entre mis manos y nos acerque lo suficiente como para poder rozar nuestros labios, baje mi mano por la perfecta curva entre su cuello y su hombro derecho apenas tocando su piel, el cerro los ojos.

-Sabes que no puedo decírtela -colgó sus manos por mi cintura, y me apretó a él, luego de un solo tirón hizo que quedara contra la mesa- súbete -me ordeno, yo sin mas obedecí sentándome sobre la mesa y con mis piernas acorrale sus caderas.

-Haz el intento -le susurre al oído mientras jugueteaba con su cabello, bese aquel predilecto hueco que formaban su cuello y su hombro, y le escuche suspirar, una media sonrisa volvió a pintarse en mi rostro. Mordisque un poco aquella zona dejándole una linda marca roja allí.

-No hagas eso -me pidió divertido- ¿Qué pasaría si te dijera que no somos hermanos? ¿Qué todo nuestro pasado fue una mentira pero que tenemos un futuro prometedor?

-No te lo creería es demasiado bueno para ser cierto -el cogió la parte inferior de mi blusa y me la saco sin previo aviso, dejando relucir mi sostén de encaje negro.

-Pues puede que esa sea la verdad preciosa -atrapo mi labio inferior entre los suyos y nos unió en un beso con su justa cantidad de pasión y dulzura, nuevamente su sabor se impregno en mi y nuestras lenguas batallaban en una guerra haciéndonos disfrutar al máximo, la erección de Jai no tardo mucho en dejarse notar, me separe un poco de el para poder verlo y me mordí el labio inferior- aunque le quitaría lo excitante a nuestra relación, estas prohibida y por eso me gustas.

-¿Te gusto? -le pregunte divertida mientras lograba morder su labio inferior, el sonrió ante eso y atrapo mi nuca para prolongar el beso.

-Claro que si, y tu no tienes que admitir que yo te gusto a ti -rio- porque ya lo se.

-Que no se te suba el ego Jai -reí también- ¿No somos hermanos?

La respuesta tan esperada estaba en sus labios apunto de salir a la luz, pero la puerta sonó y tras ella estaba la persona que supuse que estaría....

Gemelos Explosivos •Jai y Luke Brooks•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora