Capitulo 32

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Los problemas comenzaban a caer por si solos, y con el tiempo las cosas se iba tensando con Jai. Desde aquella noche donde la fiebre había sido mas fuerte que yo las cosas se habían dio al mismísimo demonio ¿Qué demonios había podido pasar? Aquello no dejaba de repetirse en mi mente, como una interrogante que iba y venia, tratando de enloquecerme con la duda. Desaparecía a la mañana, y llegaba a altas horas de la noche, eso si es que regresaba, pero aun así yo no tenia derecho a opinar, esta era su casa no la mía y él podía hacer las cosas a su gusto y semejanza, despues de todo la que estaba aquí de mas era yo. De vez en cuando llegaba algo alborotado y bastante prepotente, lograba besarme a la fuerza y también solía dejarme tirada en la cama despues de decir algunas cosas casi inentendibles todo volvía a retomar la monotonía de los tiempos en los que él aun permanecía en nuestra casa de la infancia. Externamente de eso, las cosa comenzaban a preocuparme, todos los días había nuevas llamadas de Luke y algún que otro mensaje preocupado de Liam quien se preguntaba donde demonios me había metido todo este tiempo, no era algo que me sorprendiera luego de estar casi tres semanas borrada de la empresa Brooks, las cosas comenzaban a ponerse locas porque lo mayor que había faltado habían sido dos días y porque un jodido resfriado me había afectado una temporada... Luke volvía vagamente a mi mente de vez en cuando, haciéndome sentir mal, a veces la nostalgia de estar lejos de el me hacia querer llamarle... pero a estas alturas de las circunstancias ¿Eso serviría de algo? Las cosas ya se habían ido al demonio y no había vuelta atrás de ello...
La puerta clamo mi presencia en la sala, escuche como unos golpes retumbaban en todo el pequeño apartamento, corrí hacia la puerta algo alarmada, ¿A que se debería tanto alboroto? A los tropezones abrí la puerta con desconfianza esperando no encontrarme con problemas, pero ¡Sorpresa! Los problemas lograban encontrarme a mí sin que yo los buscara...

-¿¡Que demonios haces!? ¿¡Donde demonios te metes que haces todo tan lento!? -Gruño la voz ronca de Jai, que parecía viciada, el olor a alcohol impacto contra mi rostro causándome rechazo. El cuerpo de Jai impacto contra el mio en un choque algo brusco, para luego dirigirse hacia la cocina.

-Jai ¿Has bebido? -le pregunte calma e ilusa, como si las cosas no fueran obvias, ¡Claro que había tomado! Es mas de tanto que había tomado no dudaba que ya estaría distorsionando la realidad con lo que ocurría en su mente.

-No... -hizo un ademan con las manos y sonrió cínicamente- ¿A ti que te parece? -Me contesto sarcástico, caminando en mi dirección- ¡Demonios! Deja de hacerte la inocente, que tu inocencia acabo hace ya bastante.

-Vale, vale has tomado -le dije tratando de parar su discurso- ¿Por qué lo has hecho?

-¿¡Quién demonios te crees que eres para preguntarme tanto!? -Me cuestiono irritado, casi gritando- ¡Deja las jodidas preguntas! ¡Hice, hago y hare lo que me de la regalada gana sin que nadie me cuestione! Metete eso en tu jodida cabecita.

-No me grites, yo no te he hecho nada como para que recurras al alcohol -le dije seria sintiendo cierto resentimiento hacia la frase "... ¿Quién demonios te crees que eres?..." sino era nadie para el, entonces ¿Para que Mier*da seguía preocupándome por el?

-Discúlpame no te he escuchado -dijo mientras se acercaba peligrosamente, comencé a retroceder tratando de esquivarlo- ¿Qué tu no me has hecho nada? -me estampe yo sola contra la pared dándole paso a que sus manos pudieran hacer posesión de mi cuerpo instantáneamente, agarro con fuerza mi cintura, y volvió a embestirme contra la pared, mi espalda se curvo y el dolor se hizo inminente- ¡CLARO QUE LO HAS HECHO! -Grito y un nuevo golpe, abrió paso aun mas al dolor- ¡Tú has jodido todo lo que hay en mi cabeza y aun más! -Tomo la parte de atrás de mi cabello y posiciono bruscamente mi rostro frente al de él, casi rozando sus labios, le mire sorprendida- Tu eres el único problema que tengo asique si me jodes tu a mi, yo encontrare dos mil maneras de joderte a ti... pero primero me divertiré.

Me halo hacia el buscando mis labios de una manera brusca y acelerada, mordió mi labio inferior haciéndome abrir la boca, para que el hiciera lo que quería a su completo gusto. Sus manos rozaban mi piel con una sola búsqueda, con un solo propósito. Él amaba la dominación y yo al parecer siempre era la sumisa, ese era el rol que corría, aunque no podía quejarme demasiado, a mi me gustaba ser parte de este juego. Tan pronto como mi blusa desapareció sus manos se alocaron, comenzando a rozar mi piel de una manera algo torpe, supuse que por el alcohol. Sus besos incrementaban, su boca recorría la frágil zona de mi cuello haciéndola de su posesión, besando y mordisqueando a su gusto y semejanza, se despojo de su camisa y con eso yo misma busque sus labios para poder besarlo, y sentir como aquel sabor inundaba mi existencia, haciendo tocar el cielo con las manos, me retorcí entre sus brazos buscando la calidez de su cuerpo, mientras el seguía el beso fogosamente, con esa manera única que solamente él podía conseguir tener... todo nos llevo al cuarto, como siempre terminando en circunstancias que ya no había que explicar. ¿Para que explicar lo obvio? Si todo estaba mas que claro, las cosas siempre eran iguales, la dominación, mi gusto por ser dominada por el... así era lo nuestro, y al parecer jamás llegaría el momento en el que todo tomara un curso mas serio donde la satisfacción fuera remplazada por algo que va mas por el lado de los sentimientos algo que tal vez nunca llegaría a conocer tratándose de Jai....

Gemelos Explosivos •Jai y Luke Brooks•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora