Capitulo 3

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EMILIA

No podía parar de pensar en lo que Claudio me había dicho, ser mi amigo? Enserio pensaba que yo podía ser su amiga, no lograba entender a qué venía todo eso, por qué no me dejaba tranquila. Me había prometido a mi misma olvidarme de él pero por más que lo intentaba no lo lograba

Iba caminando por lo pasillos tan distraída que no me di cuenta y choqué con alguien

—Auch, lo siento —dije. Creo que esto se me está haciendo una mala costumbre

—Estás bien?

Era un chico que nunca antes había visto. No puede evitar fijarme en sus ojos, eran de un color verde muy llamativo, no sé cuánto tiempo me quede mirándolo hasta que su risa me saco de mis pensamientos, qué le producía tanta gracia.

—De que te ríes? Tengo cara de payaso o qué? —Pregunte molesta

—Te quedaste congelada mirándome. —dijo con una sonrisa. Sentía como mis mejillas se sonrojaban

—Yo sabía que era lindo pero nunca tanto —dijo

Rodé los ojos y comencé a girarme para irme, no había nada que odiara más en el mundo que las personas que se creían demasiado, solo había un chico al que le soportaba eso, uno argentino.

—Hey! Lo siento, solo bromeaba —dice haciendo que me detenga y me de la vuelta para quedar frente a él

—Soy Kevin y tú?

—Emilia... eres nuevo?

—Si, llegue recién hoy. Y la verdad estoy algo perdido

—Si quieres te muestro un poco del instituto

—Bueno, si tanto insistes —dijo en un tono
bastante creído, provocando que esta vez sea yo quien me riera.

Mientras le mostraba L.I.K.E no pude evitar pensar en que hace tiempo no me sentía cómoda cerca de algún chico que no fuera León y Ulises aunque había algo que me decía que esté chico vendría a alborotar un poco las cosas.

La estaba pasando tan bien con su compañía que no me di cuenta en que momento habíamos llegado a la cafetería. Fui a sentarme en alguna mesa apartada mientas Kevin iba por algo de comer. Estaba concentrada mirando el celular hasta que una voz llamo mi atención, aquella que lograba poner mi corazón a mil por horas

—Podes fijarte por donde caminas sálame

—Por qué no te fijas vos sálame? —Dijo Kevin con ironía

—Perdón? Qué dijste?

—Qué? Además de torpe, eres sordo

—Callate pelotudo

—A quien le dices pelotudo?

No sé en que momento me puse de pie y me acerqué a ellos. Sino me llevaba a Kevin de aquí lo más probable era que las cosas no terminarían bien. Tome la mano de Kevin quien me miró con sorpresa al igual que Claudio, cuya mirada viajó desde mis ojos hasta mis manos entrelazadas con las del chico nuevo, pude notar como se tensaba aunque no lograba entender que le sucedía. Aparte mi mirada de él y arrastre a Kevin lo más lejos que pude.

—Estás loco?! Recién llegas y ya te estás metiendo en problemas, quieres que te expulsen?! —Él me miro y soltó una carcajada. No entendía que era lo gracioso, de seguro mi expresión lo dijo todo porque dejo de reírse

—Nunca nadie se había preocupado tanto por mi, me siento halagado.

Rodé los ojos y no puedo evitar sonreír, estaba apunto de responderle pero llego la directora a buscarlo. Mientras lo veía alejarse no pude evitar pensar que quizás él podría ser el chico que lograría sacarme de la cabeza a Claudio
[...]

Me encontraba leyendo al aire libre, disfrutaba estos momentos de paz, los cuales no siempre se lograban en L.I.K.E , cuando de repente alguien se sienta al lado mío, al subir mi mirada me encontré con Ulises mirándome fijamente, parecía que estaba teniendo una lucha interna, meditando si decirme algo o no

—Qué te paso?

—Nada, por qué lo preguntas?

—Estoy segura de que si estás aquí no es para verme leer o me equivoco?

—Tanto se me nota?

—Un poco... me vas a decir o no? —pregunte mientras me reía por su expresión

—Hice algo... que no sé si estuvo bien o mal, es decir, se sintió bien pero...

—Que hiciste? Me estás preocupando —dije sin dejar que terminara

—Me bese con Tony...

—Qué?! Pero si ella está con Claudio

—Lo mismo pensé... pero terminaron, eso fue lo que me dijo Antonia —Con razón Claudio estaba de tan mal humor, quien diría que iban a durar tan poco

—Y por qué terminaron? —Pregunte con curiosidad

—Fue de mutuo acuerdo, Tony me dijo que me seguía queriendo. Además de que se dio cuenta de que Claudio tampoco sentía lo mismo...

Qué Claudio no sentía lo mismo por Antonia?, lo dudaba, bastaba con ver la forma en que la miraba para darse cuenta que estaba perdidamente enamorado de ella. Sentí un poco de pena por él, yo mejor que nadie sabía lo que era estar enamorada y no ser correspondida.

Luego de esa conversación me fui a la habitación y al entrar me encontré con Antonia y Claudio abrazados, al verme se separaron bruscamente

—Lo siento, no quería interrumpir

—No te preocupes yo ya me iba —dijo el argentino comenzando a ponerse de pie

—No es necesario solo vine por la laptop

Y salí de ahí dejándolo con la palabra en la boca. Se me hacía difícil mantenerme alejada de él y ahora mucho más después de enterarme que había roto con Antonia pero eso no significa nada, puede que sea verdad que ya no la veía de la misma forma como me había contado Ulises pero eso no quería decir que ahora se fijaría en mi.

Odiaba que mi vida girara entorno a él, por qué no lograba sacarlo de mi cabeza y mi corazón? Por qué era todo tan difícil, y como si el mundo estuviese en mi contra, lo vi entrar al playroom. Iba pensativo cómo dudando si hacer o no algo. De seguro sintió que alguien lo observaba porque levantó la vista provocando que nuestras miradas se encontraran, había algo en su mirada que llamo mi atención, era como si algo dentro de él hubiese cambiado.
No sé cuánto tiempo paso pero no podía creer que tan solo con una mirada provocara tantas cosas en mí que nadie nunca había provocado ni siquiera el papá de Martina.

NO TE PUEDO OLVIDAR  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora