Capitulo 16

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CLAUDIO

Estaba en el playroom esperando a Emilia que aún no llegaba de hablar con Kevin, que era eso tan importante que tenía que decirle cómo para que se demorara tanto, tenía que ver con aquella foto que no quería que viera. No es que me importara solo que no me gustaba que pasara tanto tiempo con mi novia, habían pasado solo veinte minutos desde que se fue  y ya la extrañaba, su aroma, su sonrisa, sus besos. Hasta que la vi entrar tan hermosa como siempre, cuando se acercó la tire del brazo y la besé, enserio la había extrañado

—Hey! Eso es trampa —dije que nada de besos por hoy

—Te extrañe —le dije ignorando sus palabras. Me sonrió y solo eso bastó para hacerme feliz, saber que era yo el causante de sus sonrisas

—Qué exagerado, no me tarde mucho —dijo colocando sus manos alrededor de mi cuello

—Para mi fue una eternidad

—Te quiero —me dijo mientras me llenaba de besos por toda la cara hasta posarse en mi cuello, esa acción hizo que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo

—Yo también —dije para luego robarle otro beso

—Creo que eso de nada de besos lo dejaré para otro día —Estaba tan concentrado dejándole besos en sus labios y en el cuello que no me había dado cuanta de la presencia de los chicos

—Pero cuánto amor, hay espacio para mi —dijo Silverio riéndose

—Callate sálame

—Uy que delicado me saliste bro —dijo Silverio

—Qué hacen acá?

—Como que hacemos acá? No te acuerdas que tenemos cosas que hacer —me dijo Ulises haciéndome señas

—De que hablas?

—Eso que nos pediste —dijo esta vez Silverio
Y recordé que le había pedido ayuda para conseguir el salón de música

—Aah verdad, lo consiguieron? Ellos asintieron

—Qué cosa? —Preguntó Emilia

—Cosas de hombre —dijo Silverio provocando que Emilia lo fulminara con la mirada
[...]

Había decorado el salón de música con pétalos de rosas y unas velas, quería que esta noche fuese especial para ambos. Silverio y Ulises se encargarían de traer a Emilia

—Me pueden decir a donde me llevan y por qué tiene que ser con esta cosa en mis ojos escuche que —dijo Emilia al otro lado de la puerta

—Confía en mi... te va a gustar —dijo Ulises. Al entrar le hice una seña para que se fueran y cerraran la puerta

—Chicos? Me puedo sacar esto?  Hey!! No me dejen sola —dijo Emilia nerviosa mientras me colocaba detrás de ella

—No estás sola —le susurré al oído

—Claudio?... cómo no se me ocurrió que esto tenía que ver contigo — No pude evitar soltar una risa

—De que te ríes, me puedo sacar esto de mis ojos —dijo impaciente

—Si —dije algo nervioso. Cuando la venda cayo de sus ojos se giró, pude ver en su mirada que le había gustado mi sorpresa, y me abrazo

—Esta hermoso —me susurro en el oído

—Te gusto? —Dije

—No.. me encanto —dijo y me beso. Joder cuánto quería a esta mujer, me volvía loco, todo en ella era perfecto, me gustaba como era y no cambiara nada en ella

—Te amo —le dije nervioso. Era la primera vez que se lo decía

—Yo también te amo —me dijo con una sonrisa

Nos volvimos a besar pero esta vez el beso se fue intensificando, baje mis labios a su cuello mientras colocaba mis manos debajo de su blusa y la acariciaba. Fue una noche especial, habíamos estado juntos pero no como la primera vez, esta vez sabía que la amaba y que no amaría a nadie como ella. Nunca me cansaría de repetirlo amaba todo de ella. Emilia era la persona que me había mostrado que no se necesita ser perfecto para que te quieran, solo basta con ser vos mismo.

NO TE PUEDO OLVIDAR  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora