Capitulo 10

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CLAUDIO

Aun no podía creer todo lo que había ocurrido, la expresión en el rostro de Emilia mientras le cantaba la canción, era una mezcla de sorpresa y alegría. En ese momento no existía nadie más que ella y yo, nuestra miradas se encontraron y se dijeron todo aquello que no nos atrevíamos a decir en voz alta, fue justo ahí que supe que ella aún me quería y que no había podido olvidarme.
[...]

Cuando llegue a casa me encontré con mi papá que como era de costumbre estaba revisando unos asuntos del trabajo en su laptop por lo que ni siquiera había notado mi presencia. Mi relación con él siempre fue mala pero desde que me enteré que tenía un medio hermano las cosas habían empeorado.

—Hola —hablo de repente provocando que me sobresaltara

—Y este milagro? —Le conteste

—No seas maleducado Claudio. Siéntate necesito hablar contigo —dijo serio

—Supongo que al fin me vas a decir como se llama mi hermanito no? —Dije con ironía

—Justo de ese tema te quería hablar, sé que has estado investigando y te voy a pedir que no sigas. No quiero que tú madre sufra solo porque el niñito no quiere parar con sus caprichos

—Qué decís boludo, no es ningún capricho, tengo derecho a conocerlo —le dije enojado

—Y no me eches la culpa a mí de las cagadas que vos te mandas, él único que le ha echo daño a mamá sos vos. Ni siquiera se por qué sigue con vos y hace como si nada hubiera ocurrido —dije molesto  y sin esperar respuestas subí a mi habitación

Estaba claro que no me diría nada pero no me quedaría de brazos cruzados, tarde o temprano iba a saber quien era mi medio hermano, no sabía cómo lo haría pero algo se me ocurría, ahora lo único que necesitaba era salir de mi casa no podía soportar tanta hipocresía, así que le pedí a Ernesto que me llevara a casa de mi novia, que bien se sentía decir esas palabras. En estos momentos la única persona con la que me sentía en paz y feliz, era con Emilia.

Cuando llegamos baje del auto y como si supiese que estaba afuera ella salió de su casa con una niña en sus brazos. Al verme su cara reflejo sorpresa y cierto nerviosismo

—Qué haces aquí? —Dijo

—No puedo venir a ver a mi novia? —Dije acercándome y dándole un rápido beso en los labios

—Que lindo suena —dijo con una sonrisa de oreja a oreja

—Ella es Martina? —Dije mirando a la niña que tenía en brazo

—Si —dijo algo nerviosa

—Puedo? —Dije haciendo un gesto para tomarla. Cuando la tuve en mis brazos no pude evitar sonreír, era muy linda y por muy raro que sonara la encontraba muy parecida a Emilia.

Pasamos toda la tarde jugando en el parque junto a Martina y de vez en cuando aprovechaba de robarle algunos besos a Emilia. Me encantaba ver lo bien que se llevaba con su prima, no me cabía la menor duda de que en un futuro iba a ser una excelente madre

Me la pase tan bien, me encantaba poder hablar de cualquier cosa, me encantaba ella, era hermosa por dentro y por fuera. Estar con ella ahí había echo que por un momento me olvidara de todos mis problemas

—Te quiero —le susurré al oído

—Yo también, no te imaginas cuánto —me dijo y me dio un beso de despedida para luego entrar a su casa. Esa chica me iba a volver loco, solo me bastaba verla para que todo mi cuerpo reaccionara.

Perdón por no haber subido ningún capítulo, estoy algo ocupada.

NO TE PUEDO OLVIDAR  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora