Mi amada es mía y yo soy suyo.

Capitulo 1. Pensamientos desatados

Nick se encontraba en su departamento dormido, en la oscuridad apenas se podría distinguir a un zorro con un short café y con el pecho desnudo. se movía de vez en cuando entre sueños, Sin embargo, en su tercer ciclo sueño su mente le empezaba a jugar con la química de su cuerpo. Una erección empezaba a parecer en la entrepierna del zorro y se debía las fantasías  libidinosas de este.

Dentro del sueño:

En la comisaría se encontraba mi compañera Zanahorias, casualmente estaba yo solo, ni siquiera Ben estaba en el recibidor del ZPD, el búfalo mala cara no mostraba su pésima actitud.

zanahorias se encontraba dentro de su pequeño cubículo revisando unos papeles. Por alguna extraña razón Judy estaba empapada en sudor y este caía de manera delicada en el centro de su pecho, tenia su camisa azul marino, la misma que uso cuando me puso mi placa cuando me gradué, era sexy, mientras me acercaba ella se llevaba un lápiz a la boca y su pequeña empezaba a jugar con el. No podía dejar de ver cómo empezaba a morder con lentitud la goma de este.

— zanahorias, por que estas tan sudada?

— Disculpa nick, es que hoy desperté mas caliente de lo normal

— ¿Que?

— Si, mi cuerpo se siente extraño, creo que no podré aguantar mucho. Ayúdame.

— Claro... digo, ¿como?

— Oh mi zorro, llévame a las duchas, ocupo una muy muy relajante.

La tome en brazos y ella se recargaba en mi pecho y empezaba a jugar con mi corbata, mi cara se empezaba a poner roja por la proximidad de su persona, también empezó a acariciar mi pecho, bajando su mano de arriba a abajo, suerte que mi cara era de color naranja y podía disimular un poco. Cuando llegue el vestidor de hembras le baje.

— que triste que se acabo el paseo, pero creo que podemos hacer algo más no crees Nick?

— zanahorias déjate de bromas, ve a bañarte o los demás pensarás que estás enferma.

— los demás? Estamos solos cariño - Judy tomo mi corbata y me acerco a ella.
— za...zanahorias qué haces.

— ven conmigo Nick, me siento un poco mareada, ayúdame a entrar a la ducha, tengo miedo a caerme.

Entré con ella para asegurarme de que todo estaba bien, ella se metió detrás de la cortina y empezó a desvestirse, yo me di la vuelta para respetar su privacidad. Pero cuando salió no me esperaba a una coneja tan sexy, en vuelta en una toalla cubriendo sus pechos pero a centímetros de mostrar su parte de mujer,  se podía ver como a milímetros de su parte pelaje se volvía más delgado. Quería sentir mis manos acariciar su muslo, bajar por cintura y poder tomar sus piernas.

— Judy! Estas loca - tenia la cara toda roja pero ella parecía normal- cúbrete o métete a bañar- cubrí mis ojos para no verla más, muy en contra de mis instintos.

— Que zorro tan recto tengo aquí.

— No me tientes Judy, nunca provoques a un macho.

Cuando termine de hablar sentí que ella me abrazaba pero no sentía la toalla, pero sus pechos los sentí en mi abdomen, sin abrir los ojos baje mis manos para tocar los hombros de la coneja y alejarla pero ella las tomo y las coloco en sus nalgas, sus suaves y redondas nalgas, no pude evitar jadear ante la inevitable adrenalina que solo en ese simple acto, no pude retirar mis manos, solo apreté más esas bolas de algodón tan sexys, tan ricas.

— así nick, aprieta.

— Judy, por..qué?

— Eres mío, lo entiendes verdad?

— yo...

— Nick, y dices que la tierna soy yo, deberías verte.

— No me tientes.

Esta hembra era única, no me podría resistir a ella, retire una de mis manos de su nalga y la llevé a su pecho, ella me quitó la corbata y me quitó el cinturón, abrió mi camisa y bajo el cierre de mi pantalón, ella se acercó a mi, sentir su cálido pelaje contra el mío me hizo sentir un escalofrío, a cada segundo empezaba a perder el control, mi parte depredadora estaba surgiendo y sin duda tierno y amable no sería con ella.

— ultima vez... déjame ir zanahorias.

— ultima vez Nick...tómame ahora.

— ...Tu lo pediste

Fue cuando me acerque a ella y luego yo...