Capitulo 4. Mis sentimientos.

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Nick:

— Debes de estar bromeando, jamas la meteria en esto, es personal.

— Ustedes los caninos son muy fieles a sus parejas, que curioso, no dijiste no cuando te mencione sobre acostarte con una zorra pero te niegas de inmediato con Judy ¿así que ellas es tu chica verdad?

— Yo... tenemos una relación profesional y de amistad.

— A mi no me engañas Nicky, puedo olerlo ¿por que aun no le dices que la amas?

— Me tengo que ir Clau, no quiero que Judy me venga a buscar - ya me había colmado la paciencia esta conversación

— Si te interesa saberlo, creo que ella también le gustas - la loba alzo su ceja, su mirada no mostraba ninguna duda con lo que decía, mi corazón salto al escuchar esas palabras.

— ¿Como lo sabes?

— Solo lo se.

Me metí a la oficina con Judy a revisar la computadora pero no podía dejar de pensar en que Clau, había descubierto un secreto de hacia tanto tiempo, era verdad, no lo quería admitirlo, la razón por la que no me había acostado con alguien era por que tenia a Judy en mi cabeza y corazón, no se con exactitud desde cuando empece a amarla pero tiene mas del año, pero siempre pensé que no debía poner ese sentimiento entre nosotros ya que se podía fracturar la amistad, un zorro como yo que carecía de personas que creyeran en mi, Judy era la única aparte de mi madre. Tengo miedo a perderla.

La atracción que tenia con Judy, la química, los noches de pijama, las idas al cine, los viajes a la playa, ir con sus padres, con mi madre, salir con mas amigos, era claro que mi vida la quería con ella pero admitirlo en voz alta o amenos a mi mismo era algo que me aterraba. 

Pero ahora, con la sangre caliente, el poder tenerla cerca de mi y sentir su pelaje junto al mío, poder besar sus labios y poder conectar nuestros cuerpos era una idea que embriagaba mi mente, me sometía a cada segundo. No dejaba de mover mis piernas, miraba la pantalla mostrando de manera repentina atención en el video de vigilancia pero volvía a mis pensamientos, mi cola no dejaba de menearse de allá para acá.

Fue cuando me di cuenta de que Judy estaba respirando fuerte, tratando de succionar mas aire, mas oxigeno, mas olores...mas esencia. Me tense, no voltee a verla pero tenia miedo de que se percatara de mi estado tan delicado, pero ella me veía de manera constante, quería tomarla y darle un beso, cerrar la oficina y tomarla ahí, ahora, pero no, era Judy, no cualquier hembra. Era mi zanahorias.

Fue cuando por mi mente paso a idea de preguntarle sobre nosotros, saber lo que pensaba de mi, saber exactamente que era lo que esperaba de mi, maldita sea, quiera preguntarle si tenia alguna oportunidad con ella ¿desde cuando es malo expresar el amor? al fin y acabo era un zorro cobarde, apreté mis manos que estaba encima del escritorio, el coraje por ser tan cobarde me llenaba de impotencia. Pero tenia que intentarlo.
— Judy yo...
— ¡Mira nick! es el camión, se fue por la carretera rumbo a montaña nevada - desvíe mi mirada a la pantalla, me sentí triste por no poder decir nada pero el trabajo es trabajo- no puede ser, desaparecido ¿como es posible?

— Debió de ver tomado un atajo por una cochera vieja, hay muchas casa viejas en esa zona que se utiliza para hacer negocios - explique- pasan por en medio de una casa o bodega y llegan al otro lado de la calle sin ser vistos, así que si no me equivoco deben de estar...justo... aquí - moví el cursor del monitor y logre encontrar la calle por donde se fueron.

— Zorro astuto es por eso que te reclute y eres mi compañero - me dio un golpe en el hombro, me sobe.

— Así que solo me utilizas para subir de puesto en el departamento, eso es bajo de tu parte zanahorias.

— Desde luego también sales ganado, recuerda que si a mi me dan días libres también a ti.

— Y viceversa coneja - le sonreí pero ella se me quedo viendo a los ojos, fue cuando desvíe la vista de nuevo al monitor - supongo que es hora de entrar en acción, espero que allá traído suficiente balas y dardos, esto se pondrá feo.

— ¿Porque lo dices?

— Presentimiento de estafador.

Judy se levanto de la silla y se fue corriendo a la patrulla, yo trate de serenarme, entraría en servicio real como policía y no debía de estar distraído, respire hondo pero mi nariz capto algo, era un olor increíble, era genial, muy energético, rico, era... no puede ser.

Mi amada es mía y yo soy suyo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora