Run, girl, run

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El día terminó como cualquier otro pero fue algo cansador, después de todo fue un cambio repentino desde un reformatorio (¿Era un reformatorio siquiera?) donde pasaban pocas cosas durante las clases, te podían llegar a llevar la comida al cuarto, era todo calmado respecto a eso... Me gustaba estar ahí, era demasiado calmado para ser un reformatorio para niños problema común (Siempre imaginé que serían estrictos a morir y cosas así, pero este no...) pero estaba bien.

Sé más de lo que necesito saber a esta edad respecto a materias escolares, pero no importa, me servirá para reforzar y obviamente hay cosas que me va mejor que otras.

A la salida decidí comprar un chocolate y una botella de agua junto a Alek, estuvimos hablando hasta que sus padres llegaron en un hermoso auto a buscarlo, al verlo doblar en la esquina perdiendose en éste volteé y partí a casa.

Necesitaba ordenar mis cuadernos para el día siguiente, y debía estudiar unos minutos ya que desde mañana empezamos con la jornada completa hasta tarde; quiero repasar un poco lo que nos pasarán en el año para poder por lo menos tener una idea, pero eso lo haría en la tarde o casi en la noche, tengo más energía a esas horas. Ahora debo volver a casa, almorzar, descansar lo suficiente hasta la tarde, estudiar y ordenar mis cosas.

(Horas más tarde, más o menos a las 7:00 PM)

Cerré mi libro de Ciencias Naturales y lo guardé en mi bolso.

—¡Ah~, por fin terminé~!— Dije estirandome un poco luego de estar una hora en una misma posición.

Ya que estaba sola en casa (mi guardia estaba trabajando en el reformatorio hasta la noche) decidí tomar una taza de té en el balcón de mi cuarto mientras veía las luces del pueblo y el cerro vecino que se originaban por los semáforos, edificios y otras cosas durante las noches.

A la distancia noté que el cartero estaba tirando su periódico en la entrada, nunca noté que pasaba por ahí, pero creo que era mejor ir a tomar el periódico por si el guardia lo quiere leer o por lo menos para usarlo como trapero en la casa.

Me puse un abrigo rápidamente, el primero que ví, y unas pantuflas para salir a ver el dichoso periódico.

Noté que había un completo desastre en la entrada, habían docenas de estos, debieron estar ahí desde que llegué, así que decidí tomarlos todos en mis manos y entrarlos.

Los entré y los puse en la mesa de centro, pero no sin antes leer los titulares para ver si alguno me interesaba, y para que estuvieran ordenados y no me regañaran.

Al pasar por el número 15 o 16 paré en seco petrificada.

Es del día que no debía dejar salir a mi guardia.

—"Brutal balacera y choque se produce en Avenida Las Perlas"...— Leí en voz alta.

—¡¿Esa no era la tienda donde mi guardia iba a ir?!— Dije dejando el periódico en la mesa, totalmente sorprendida.

¿Entonces lo que dijo la... Persona en el sueño era cierto? ¡¿Mi guardia estuvo en peligro por un momento?!

Respiré profundo y pensé en algo para calmarme.

—Tranquila, Catherine, tu guardia no salió ese día después de todo y está bien ahora. Respira y sigue con lo que estabas haciendo...— Me dije antes de cumplirlo y seguir haciendo lo que empecé.

Luego de dejarlos ordenados decidí escribirle una nota al guardia para que supiera que yo le dejé los periódicos ahí, que estaban amontonados y que no se enojara, subí al segundo piso a terminar mi té y peinar mi cabello.

Mi té seguía tibio por suerte, así que lo terminé y dejé en su lugar en la cocina, para volver a subir e ir al baño a peinarme, odio que mi cabello se enrede.

Las cadenas del EspacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora