¿Salto al primer día de clases?

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El resto del mes pasó volando como si hubiera sido solo uno o dos días, y ya es hora de pensar en mi escuela.

El uniforme me gusta mucho, es una camisa blanca con una chaqueta negra, azul marino o burdeo, cinta o corbata del mismo color de la chqueta, una falda o pantalón (yo escogí falda durante el verano) y zapatos o zapatillas negras.

Mis cuadernos eran de gatitos, anime o cosas lindas en general, mi estuche, o mejor dicho estuches eran dos, uno de cosas como lápices de colores y el otro de cosas realmente importantes, como goma, portaminas o lápiz normal, pluma, corrector líquido y mi lapiz tiralíneas para dibujos.

La noche anterior procuré bañarme muy bien, peinarme, verme perfectamente para una buena impresión... Lo típico.

Antes de dormir, a las 8:00 PM de la noche ordené mis cuadernos, quise llevar un cuaderno de borrador para anotar lo que pasaran durante el día y el horario para el resto del año, mi croquera de dibujos la cual estaba solo 1/4 con dibujos los cuales estaban hechos perfectamente, sombra, buena anatomía, efectos y un estilo "lindo" de dibujo pero no pasando a "realista" ni demasiado caricatura.

Tambié quise llevar un par de libros que me gustan y mi estuche.

Me acosté temprano aunque mi horario escolar empezaba a las 9 de la mañana y terminaba a las 6 de la tarde quería estar descansada y comer bien.

No tuve ningún sueño raro durante la noche, por suerte.

A la mañana siguiente desperté a las 8 de la mañana como si fuera algo natural, desperté bastante radiante, más que otros días, sin ojeras ni imperfecciones, simpre me impresionó que nunca me salieran cosas en mi rostro.

Me vestí, comí y ya disfruté un poco de la televisión de mi habitación ya que tenía tiempo de sobra.

Mis piernas temblaban, estaba nerviosa, ¿qué pasaría si en la clase no me aceptan? ¿y si hago algo extraño? ¿Y si me golpean? ¡Tengo miedo!

Respiré profundo intentando tranquilizarme y seguí viendo mis caricaturas y series, hasta la hora de salida.

Mi guardia me llamó para peinarme un poco y retocarme, y luego salir a la escuela.

Subimos al auto de mi guardia para irnos más rápido a la escuela, llegamos y noté que mi escuela era muy linda de cerca.

Tenía unas escaleras y una pasarela hasta la entrada, y tenía cuatro pisos.

Me bajé del auto y me despedí de mi guardia con un beso en la mejilla, y entré tomando mi bolso con fuerza entre mis manos.

El director me pidió esperar hasta que tocaran el timbre, me dijo que era tradición escolar que los alumnos nuevos entraran a las salas luego del toque de timbre y de que les contaran que había alguien nuevo en la clase.

Tocaron el timbre y me dijeron que fuera a la sala, me dijeron la ubicación y fuí.

Durante el camino me sentí observada, pero no había nadie más que alumnos fuera de las salas esperando su dramática entrada y un auxiliar de aseo.

Mis piernas seguían temblando y estuve pensando en lo que pensarían los demás de mí, o por lo menos lo estuve hasta que escuché al profesor diciendo mi nombre y pidiendome entrar.

Entré al aula, con una perfecta postura e intentando verme bien.

Llegué hasta el centro de la parte delantera de la sala y volteé a ver a mis compañeros.

—Les presento a Catherine Meller, será su nueva compañera de clase, espero que la integren y que pase un buen tiempo aquí. Catherine, puedes saludar a tus nuevos amigos con una cálida sonrisa.— Dijo el profesor.

No quise hablar y solo me limité a sonreir cálidamente, ya más relajada.

La mayoría de los alumnos comenzaron a aplaudir y muchos de las hombres comenzaron a saludar, gritar o pedirme sentar al lado de ellos.

Decidí sentarme al lado de la ventana que daba a la calle, al lado de un chico el cual solo me miró y yo a él como si nos conocieramos desde antes.

El profesor empezó a preguntar qué hiceron en las vacaciones, hacer promesas para el año y nos pidió sacar un cuaderno para anotar el horario.

Ese día salíamos temprano, comenzabamos a salir a la hora normal al día siguiente.

Tuvimos un receso a las 10:30 de la mañana, luego teníamos clases hasta las 11:45.

Ese chico que me estuvo mirando durante clases me acompañó durante el receso y me mostró la construcción.

Se llamaba Alek y tenía ojos ligeramente parecidos a los míos.

Era de piel clara, cabello café chocolate y ojos verdes con un extremo azul.

Nos presentamos uno con el otro y quisimos juntarnos más durante el año.

El chico, de la nada, decidió contarme algo sobre la escuela.

"Nunca te quedes después de clases en el colegio, o por lo menos no sola. Debes tener cuidado con todo personal de la escuela que entre a las salas luego de clases, por favor." Dijo

El chico tenía cierto encanto, tal vez su apariencia o tal vez su personalidad, me parece raro que no tenga amigos en todo el colegio...

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