Cap 7 • Lejos

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Christopher Pov

Nubes. Esponjosas y blancas nubes.

Era todo lo que veía por la ventana del avión y en lo único que me concentraba, estar en los aviones siempre me mareaba y evitaba eso concentrándome en algo. En las nubes.

Evak estaba a mi lado jugando videojuegos mientras que mi papá estaba dormido en el asiento atrás de nosotros, yo no hacia nada más que ver las nubes y tratar de hallarles forma a algo.

- No, no... mierda, no, no, no...
!¿QUE¡? ¡NO! -. Evak dejo caer su consola en sus piernas y el aparato pronuncio un: ''Game Over''.

Evak pasó sus manos por su cara con frustración mientras que le hablaba al aparato:

- Si, si, ya se ¡Game Over ! Ya se, ¡Game  Over! Lo escuche y también las primeras cinco veces, ¡no tienes por qué repetírmelo!

Evak parecía loco hablándole. El perdía la paciencia muy rápidamente, y más cuando un aparato electrónico le había ganado al menos 100 veces. Me reí por aquello. La verdad lo había extrañado mucho.
Me miro con furia y hablo:

- ¿De que te ríes? No es gracioso.

- Créeme, lo es. Si sigues hablando con esa cosa la gente comenzara a creer que estas loco.

- Ay si, ''La gente comenzara a creer que estas loco''-. Dijo arremedándome con un sonido de voz agudo, volví a reír- Maldito hippie, no es gracioso.

Hizo bola su suéter que tenia a un lado y me lo lanzó en la cara. Yo no hacia mas que reír haciendo que su enojo creciera.

- No es gracioso, ¡ya basta Chris!

- Lo mas gracioso es ver como te enojas.

- Ya, deja de reírte -. Pero yo no podía parar de reírme así que no lo hice -. Si, bueno, ríe todo lo que quieras, no creo que lo vuelvas a hacer en un muy buen tiempo al recordar que dejaste a tu amiguita en Boston.

Mi sonrisa se borró rápidamente de mi cara y fruncí la boca sintiendo un nudo en mi garganta.

- Eso es jugar con fuego.

- De otra forma no dejarías de reír -. Se encogió de hombros, yo gire mí cabeza hacia la ventanilla para volver a concentrarme en las nubes.

Definitivamente lo que él había dicho dolió.

- Perdón Chris -. Se disculpó -. Sé que no debí de haber dicho eso.

- Pero lo hiciste, y dolió, mucho.

- Perdón.

- Está bien, olvídalo...

Extrañaría mucho a Lisa, ella fue la única amiga que tuve en Boston, me agradaba estar cerca de ella.

Después de un rato Evak y yo dormimos todo el viaje.

Lisa Pov

Mi mama llegó por mí junto con Lenta, quien se había bajado del auto para correr hacia mí.

- Vámonos...- Le dije mirando al suelo.

Tomé mi mochila la cual estaba en el suelo y nos dirigimos al auto, Lenna abrió la puerta de este y entró seguida de mí.

- Lisa ¿Cómo esta tu amigo Chris? -. Preguntó mi mamá.

- Mal, ya sabes, lo normal en una situación como esta...- Mi mamá me miro por el retrovisor dándome una sonrisa triste.

- ¿Qué no se iba a regresar a Los Ángeles? -. Preguntó Lenna.

- Si... ya debe de haber llegado- Me encogí de hombros.

- ¿Cómo? ¿Se fue hoy? -. Preguntó Lenna, asentí -. Tu amigo es todo un lindo, es todo un bombón-. Reí -. Fue algo feo lo de su mamá, comprendo eso, pero, no se, es lindo. Te juró que cuando lo conocí, amé sus ojos azules.

- Me lo imagino siendo tu novio.

- Tal vez.

- Llegamos chicas, bajen, su papá llegó temprano, vallan a saludarlo -. Dijo mi mamá al tiempo que abría la puerta del auto.

Entramos a la casa y fuimos a la sala, donde estaba mi papá sentado viendo la televisión.

- ¡Hola papá! -. Gritó Lenna.

El volteo a vernos y nos sonrío.

- Hola Lenna, ¿no saludas Lisa?

Sonreí y negué con la cabeza.

- Hola papá.

- Lisa no viene de humor, su amigo Chris, se fue.

Puse los ojos en blanco. ¿Qué acaso ella no podía mantener su boca cerrada?

- Cállate Lenna.

- Ves papá, ese chico hace que se haga bipolar.

- Por lo menos yo no ando por allí buscando en las cosas de mamá plata.

- ¿Qué? Yo no hago eso -. Me encogí de hombros.

- Yo tampoco cerebrito -. Le dije como si fuera la cosa mas obvia del mundo mirándola con los ojos entrecerrados.

- ¡Mira, di que por lo menos no le dije a mamá que llenaste la terraza de torta!

- ¡Y yo no le dije a papá que te acabaste todas sus bebidas!

- No peleen, acaban de llegar y ya están a punto de matarse -. Dijo mi mamá atrás de nosotras, me congele al saber que había escuchado lo de la terraza -. Lisa, ¿Volviste a destrozar la terraza?

Trague saliva, la miré y asentí. Lenna me miró victoriosa.

- Borra esa sonrisa de tu rostro Lenna -.  dejo de sonreír al escuchar a mi papá hablar - ¿Te tomaste mis bebidas?

- ¡Y se acabó las golosinas que se suponía que eran de todos! -. Grite en tono de reproche.

- ¡¿Y se acabó las golosinas?! -. Grito mí papá, asentí -. ¡Las gomitas eran mías! -. Me reí por lo infantil que a veces mi papá puede llegar a ser.

- ¡Y ella destrozo la terraza! -. Se defendió Lenna señalándome.

- ¡No la destrocé! Solo quedo llena de torta, ¡Y lo limpie! -. Grite viendo a mi mamá.

- ¡¿Limpiaste?! ¡Ja! ¡Mira como me rio! ¡Limpiamos cariño! -. Dijo Lenna señalándose a ella y a mí.

- Esta bien, Lisa , limpiaste la terraza, esta bien no te voy a retar, por lo menos arreglaste el desorden que hiciste -. Dijo mi mamá.

- Y Lenna -. Dijo mi papá -. Ya sabía que te acabarías mis bebidas, así que compré más, en cuanto a lo otro, tú los repones -. Dijo mi papá señalándola y viéndola con los ojos entrecerrados.

- Si, si, yo los repondré -. Dijo Lenna.

Lenna y yo subimos a nuestras habitaciones. Yo me encerré en la mía y me tire en la cama y comencé a pensar.

Christopher.

Lo extrañaría mucho, él era mi amigo y me caía muy bien, con el me sentía libre de hablar de lo que sea sin ser criticada, era mi único amigo, al menos en la escuela.
Y a Lenna, parecía que le había gustado, se le hacía lindo.

Presentía que algún día, no muy cercano, lo volvería a ver.

No solo lo presentía.

Lo sabía.

Dos AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora