Dos Amores

Cap 8 • Regreso

Christopher  Pov

10 años después.

Sentados en el comedor de la casa de Spencer los ojos color café de mi amiga pelinegra, estaban serios al igual que los de su novio rubio, Thomas.

- Enserio, chicos. Ya es hora de que vallan buscando un trabajo.- Dijo mirándonos a Evak y a mí.

-Lo sabemos, Spen.- Contestó Evak haciendo una mueca.

-Pero sabes que no queremos trabajar aquí en Los Ángeles. Queremos otro lugar para trabajar.-Puntualicé.

-¡Pero si este es su hogar! ¡Aquí han vivido toda su vida!-Exclamó Thomas.

-Ese es el punto. Ya veintitrés años estamos aquí. Nos gustaría cambie un poco los aires-Dije dándole un sorbo a mi jugo de naranja.

Ellos dos se miraron preocupados.

-¿Por qué no van a Boston? Me contaste que viviste allí cuando eras más chico.

-Eso fue hace mucho.

-¡Pero igual! Es un lugar donde viviste- Señaló las comillas con sus manos- solamente tres semanas.

-Pueden ir... conseguir un trabajo, departamento, vivir la vida-Dijo Thomas.

Evak y yo nos miramos. Ellos tenían razón; no por nada yo había estudiado medicina y no por nada el había estudiado fotografía.

-Tienen razón, Chris. Y quien sabe, tal vez vuelvas a ver a tus amigas- se encogió de hombros.

Las hermanas Sierra. Lisa y Lenna. Las rubias con unas hermosas sonrisas. Hacía tiempo que no pensaba en ellas.

-Puede ser.

-¿Crees que nuestros padres se tomen la noticia bien?-Me preguntó Evak.

-Es muy seguro que si. Pero creo que tu mamá y mi tía Mary son las que...

-No se la tomarán muy bien-finalizo Evak.

-Chicos, es su vida, no la de ellas. Así que levántense de allí y vallan y avísenles a sus padres lo que piensan hacer.

Evak asintió y abrió su celular para marcarle a su padre diciéndole que teníamos que hablar con el y con el mio.

Dos semanas después.

Terminé de cerrar mi valija la agarré junto con las otras cuatro que iba a llevar conmigo. No supe en que momento logramos convencer a nuestros padres de que nos dejaran mudarnos a Boston.

Ya habían pasado 10 años desde que me había regresado de Boston, hoy me regresaría junto con Evak.

Las dos semanas anteriores compramos nuestros boletos de avión, compramos un pequeño departamento cada quien y arreglamos mas cosas para poder viajar.

Acabábamos de terminar nuestras carreras, por lo que no había problema con mudarnos, ya que podíamos conseguir trabajo allá, nuestros padres no tuvieron problema con ello, pero por supuesto nos dieron un discurso de 3 horas sobre que nos teníamos que cuidar, trabajar, vivir con responsabilidad y más cosas.

- No se como es que logramos convencer a nuestros padres -. Le dije a Evak al momento que bajaba las escaleras con las maletas.

- No es extraño, quieren que maduremos, que disfrutemos la vida -. Dijo abriendo la puerta para sacar sus únicas dos valijas y dirigirnos al auto de su madre, quien nos esperaba afuera.

- ¿Como es que traes dos y yo cuatro?

- No necesito mucho, lo demás lo voy a comprar

- ¿Crees que nos valla bien? -. Pregunté subiéndolas al taxi.