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Quien más inoportuno que su novio, ni siquiera viene en un día importante y se atreve a interrumpir nuestro momento.

Che delusione

La veía como caminaba de un lado para el otro con su celular, ¿Qué tanto le dirá?

Estoy celosa, y no puedo hacer nada, porque él es el novio.

Cuando terminó la llamada, pregunté qué había pasado, pero estaba molesta, o sea, si se molesta que sea con el novio, yo aunque tarde aquí estaba a su lado.

Me estaba hablando sobre la habitación, hasta que de repente se fue la luz, y de un salto estuve aferrada a Carla, no me gusta la oscuridad y no era broma, la odio desde pequeña.

Ahora dormiré con ella, gracias a quien sea que haya intervenido por mí, tenía que aprovechar la oportunidad.

Le costaría caro burlarse de mí y se lo iba a demostrar.

Se puso totalmente nerviosa cuando me posé encima de ella, se atrevió a picarme, pero no sabe con quién se está metiendo.

Me acerque quedando impregnada de su olor, que bien olía su cuello, podría ser adictivo. Comencé a dejar un rastro de besos en él, pedí permiso para besarla, pero me sorprendió cuando fue ella quien devoró mis labios. Este si era un beso con todas sus letras, prácticamente nos comíamos los labios; fue inevitable no comenzar a acariciar su piel, sentía que todo se calentaba.

Metí mi mano debajo de su pijama, acariciando su vientre, subía lentamente disfrutando el roce de mis dedos con su cuerpo.

Ella no se atrevía a tocarme, hasta que la animé a que lo haga, era completamente suya.

Sentí como presionó mi trasero y no pude evitar soltar un gemido, me había sorprendido. Por mi parte agarre uno de sus senos entre mis manos y lo masajeaba, eran un poco grandes pero lograba cubrirlos, quería llegar a más... Pero mi lado perverso se hizo presente, y arruinó todo. Su cara de sorpresa me causaba gracia, no creyó que le podría hacer algo semejante.

La dejé más que caliente. No le quedó de otra que bañarse. Algo que yo también necesito hacer.

Tal vez me arrepienta por esto, pero valió la pena.

***

Desperté y vi a la chica de mis sueños, aún se mantenía molesta. No la entendía la verdad, no avance a más, porque temía que se arrepintiera, no soportaría que me rechace en ese momento y bueno también por ser perversa no puedo negarlo.

Lo que más odio es que no sea sincera consigo mismo, que no acepte que algo le pasa conmigo, después yo soy la niña.

Estaba tan concentrada recriminándole. Cuando me sorprendió.

Ella me estaba besando, al comienzo ni me moví de la sorpresa pero después reaccioné, estaba cumpliendo un sueño, había sido ella la de la iniciativa.

Me estaba torturando, enloqueciendo con cada movimiento que hacía en mí, era totalmente suya. La quería dentro de mí, y se lo hice saber, pero la hija de puta se detuvo.

Se detuvo, en el mejor momento.

¿Cómo se atreve?

Estaba muy enojada, se vengó de mí, y yo solo quería venirme sobre ella —que pervertida soy— pero me las va a pagar.

Cuando salí de la habitación, el olor que llegó a mis fosas nasales me hizo olvidar todo, olía muy bien.

Me casaría con ella si me quisiera. Aunque tenga limitaciones en la cocina.

La hermana de mi mejor amigo (Historia completa en AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora