Sentenciada

8

La muchacha estaba con la mirada preocupada mirando por una ventana, eran las cinco de la tarde y la noche comenzaba a aparecer lentamente a causa del invierno.

-¿Qué pasa?- preguntó abrazandola la madre de Carlitos.

-Tengo miedo, me siento rara- contestó como una niña inocente.

Ella tomó su mano como si fuera su hija, y se sentaron para hablar en la mesa.

-Contame si queres, tal vez pueda ayudarte. Tenes la misma edad que mi hijo, podrías ser mi hija- la alentaba haciendo que tomara confianza.

-Conoci a alguien- empezó resoplando- y no sé qué me está pasando. Antes sentía que mi vida no importaba, que iba a quedar estancada donde estaba y ahora... Que se yo. Me siento bien con esa persona, me hace feliz. No puedo evitar pensar en él, preocuparme y no sé, aparte siento cosas que nunca sentí. Es muy extraño y me asusta- explicaba temblando.

-No tengas miedo, te estas enamorando- comentaba feliz Aurora- ¿quién es?.-

-¿Usted promete no enojarse conmigo?.-

-Tratame por mi nombre Miri, y no me voy a enojar.-

-Aurora me esta pasando esto con... es complicado esto pero... Con Carlitos- dijo agachando la cabeza.

Se sentía incómoda al confesarlo, no creía que era educado llegar a otra casa, ya besarse con alguien y para colmo andar diciendole a la propia madre del chico. No queria parecer "descarada"...

-Yo no debí contarle lo siento- dijo automáticamente.

-No es algo malo y me pareces una buena persona pero- hizo una pausa- él tiene novia. Ella tiene una hermana melliza y es linda persona. Pero no te pongas mal, nunca es tarde para amar. Por algo tuvieron que conocerse- le daba esperanzas.

Miriam sentía que algo se le "rompía" dentro suyo. No aguanto más y subió decidida a pelearse. Entro al cuarto y empezó a descargarse contra Carlitos, que estaba poniendose sus zapatillas blancas.

-Vos me das asco- escupió dejándolo descolocado.

-Si te diera asco, me lo habrias demostrado- se defendió poniendose su campera de cuero negra.

-¡Tenes novia y me besaste y me dijiste cosas!... ¡Te burlas de mi Carlitos!- gritaba al pegarle una vez, con la mano abierta.

-¡¿Y qué sabes si sigo saliendo con ella o no?!...- estaba enojado claramente- ¿Qué sabes si iba a dejarla ahora mismo?- decía más tranquilo.

En cierta parte estaba viendo reflejado en ella, lo que le pasaba a él con Ramón de vez en cuando.

-Me rompiste el corazon. ¿Y sabes qué es lo peor?.-

Carlos estaba a punto de dejarla sola, hablandole inútilmente.

-Lo peor... Es que a pesar de todo, no puedo dejar de amarte.-

-No es mi culpa- dijo él saliendo y cerrando la puerta.

Miriam estaba destrozada, no podia creer que despues de todo lo que estuvo pasando, ahora se enterara de eso. Y para colmo le dolia en serio.

Lloraba como tonta, se sentía frágil e idiota. "Era obvio que semejante chico no estaria solo" se repetía a ella misma.

____

Carlos estaba rompiendo con su novia, su relación no había sido muy cercana últimamente.

Y entre llantos de la chica y él tratando de consolarla, esos meses de romance llegaban a su fin.

Por supuesto tenían sus bonitos recuerdos, hasta cuando se habían juntado con Ramón y la otra melliza.

Pero una margarita florecía en los campos del amor, y su nombre era Miriam.
__________

-Carlos es un caso perdido- le decía el padre de éste, a la chica- no estes triste por él. Hay muchos chicos mejores que él- finalizaba.

-Pero yo lo quiero a rulitos- dijo apoyandose en sus brazos, acostando su cabeza sobre la mesa del comedor pequeño.

En eso Carlos entró cerrando fuerte la puerta, no se lo notaba de muy buen humor que digamos.

-Hola pa- saludo medio desinteresado.

-Hola, ¿dónde estabas?- preguntó cortante el padre.

-Dejando a la melli- respondió sin querer dar más información.

No sólo estuvo terminando con ella, sino que al estar oscuro: habia aprovechado para robar algunas cosas de valor, ocultandolas en sus bolsillos.

Y así sin más se fue a servir jugo a la cocina, sin saber que Miriam le seguia atrás sigilosamente.

-¿Porqué la dejaste?- preguntó culpable y lastimosa de que la chica sufriera.

-Veni- le ordeno dirijiendose a la escalera y subiendo al cuarto.

-La relación estaba fría después de alejarnos un tiempo. Yo estuve en un reformatorio y con mis padres lo escondimos, diciendo que me había cambiado de escuela. Por eso ella se enojo, pero salimos después (incluso su hermana con Ramón). Pero entre nosotros dos ya no fue lo mismo... Ella no sabe de "mi otra cara".- Terminaba descargando los bolsillos de su campera.

Miriam miraba en silencio, ni si quiera se escuchaba su propia respiración. Lo único audible en ese cuarto, era el golpeteo de las cadenitas y anillos que Carlitos dejaba sobre la mesita de noche.

-No sé qué decirte- intentaba hablar aunque creía que era inútil- yo sólo quiero que estés bien, así que cualquier cosa acá estoy como amistad- dijo intentando no romperse enfrente suyo.

Carlitos se acercó y la abrazo entre amarguras, necesidad y afecto.

-Gracias Miriam- le agradecia separandose cariñosamente.

-Nunca me agradezcas, porque no es necesario. Fue un acto de afecto y ya.-

No queria que él sintiera que se aprovechaba de la situación, porque Miriam no deseaba eso.

Lo unico que estaba haciendo era darle compañia, como sentia que Carlos necesitaba.

-Yo me tengo que ir, vos quedate acá y haceme caso: no duermas en el piso- le ordenaba dandole una suave sonrisa.

-Quiero ir- dijo testaruda.
__________

Ahí estaban en pleno sitio desierto de personas a parte de ellos dos, lleno de casitas.

Algunas de estas eran más lindas, otras más grandes o pequeñas... Pero bueno: eran hogares en fín. Lo único que no les garantizaba un exitoso resultado.

-Mira que hermoso es- comento Miriam observando un Dodge GTX color crema.

Carlos miro disimulando y tomó a la chica de la mano, para luego dirigirse al vehículo.

Rompieron el vidrio y acto seguido: éstos lograron arrancarlo, para buscar una victima "eficiente" (para su beneficio).

Sin dudas estarían ante una de sus mejores hazañas (de la cual posiblemente no se arrepentirán).
_____