El silencio era ampliamente notorio
en esta noche de otoño,
y el frío que emergía
desde el gélido viento de la luna
raspaba contra mi desnuda piel.Hace tiritar mi cuerpo y
provoca lágrimas desde mis párpados,
éstas caen al suelo
y crean un sonido desgarrador
y chirriante.El sonido de un violín,
que al sonar rompe
las paredes de mi alma,el alma que formaba un cuarto
que busca protegerme del exterior,
pero todo lo que logró
fue encerrarme con el.Mi vida se volvió en vivir lo que
no se puede vivir, y mi muerte
parece aún no querer aparecerse
en este escenario mental,
que trastorna a mis espectadores
haciendo creer que soy el malo.mientras que no notan que soy solo
un cuerpo desalmado, triste.Haciendo pensar que es malo
estar mal, pero no una maldad simple,
sino que aquel que está mal
es por culpa de su propia malicia.Y como todos no hacen más
que pensar en ellos mismos,
todo lo que hacen es pensar
¿Qué hice yo para merecer esto?
cuando la verdadera pregunta es
¿Qué no has hecho?Libro de Sangre.