Acechar y cazar

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Los latidos de su corazón retumbaban en sus oídos, la mano en su cadera parecía quemar su piel, temblaba de anticipación entre los brazos de Yoongi, las feromonas eran palpables en el aire y empezaba a sentir el lubricante mojando su ropa interior.

Gran parte de aquellas emociones se asemejaban a las de su propio celo, que a pesar de haberlo pasado casi sedado, podía recordarlas. Sin embargo otras eran totalmente nuevas, como el hormigueo en su piel y las ansias de su gato por restregar su aroma en el alfa para marcarlo como suyo.

Yoongi continuó con la fricción, recibiendo un gimoteo ahogado de Jimin al seguir con sus labios unidos en un beso que se había convertido demandante. Sin notarlo, tenía al omega contra la puerta de su habitación, sus manos ansiosas buscaron el contacto con más de esa tersa piel, su miembro vibró en sus pantalones al escuchar un jadeo del contrario, sintió su cola deslizándose de un lado a otro tras su espalda y la frustración por no poder controlar a su gato, le hizo cortar el beso, apoyando la cabeza sobre el delicado hombro de Jimin, maldiciendo por lo bajo a su felino.

En esa posición, tenía el cuello del omega a escasos centímetros, su alfa rasguñaba por dentro pidiéndole grabar su marca en tan deliciosa piel.

Aún no

Se obligó a retraer sus colmillos pero no el lamer con gula el espacio donde planeaba plasmar la huella de su vínculo.

—Yoongi...— Jimin tenía la voz tomada por el deseo, sus manos habían bajado a su cadera, colándolas bajo su camiseta, acariciando su piel, logrando estremecerlo y desear sus pequeñas manos recorriendo su cuerpo por completo.

Besó una de las mejillas del menor, quien tenía los ojos cerrados, totalmente entregado a las sensaciones. Levantó el delgado suéter de Jimin hasta que tuvo sus pezones al descubierto, acercó su boca repartiendo besos desde el ombligo hasta atrapar uno de aquellos botones entre sus labios, succionando mientras el menor se derretía en gemidos.

Otro gruñido más por parte de su gato alfa le advirtió que su lado salvaje estaba cada vez más en la superficie. Lo ignoró porque era más placentero escuchar los soniditos que salían de los abultados labios de su omega unos que denotaban el gusto por sus atenciones.

Se sobresaltó al sentir los dedos temblorosos de Jimin en sus pantalones, tratando de desabrocharlos y al no conseguirlo, acarició su miembro de arriba a abajo sobre la tela, su cuerpo no tardó en responder con un temblor general y su bóxer se humedeció por el líquido preseminal —Ji-jiminnie— gimió subiendo a su cuello para dejar un par de besos ahí y luego juntar sus labios otra vez. Se volvieron a separar lo que duró el quitar la prenda superior del menor que estaba estorbando. Cuando iba a regresar su atención a los pezones del omega, éste soltó un quejido, haciéndole levantar la mirada para preguntar qué le molestaba, notando al fin que tenía las orejas de su gato expuestas.

—Qui-quítela— Demandó entre suspiros cuando sus miradas conectaron. Estuvo a punto de cuestionar de qué hablaba pero las manos de Jimin levantándole la camiseta le sacaron una sonrisa ladeada, obedeció al instante, lanzando lejos la prenda.

Jimin jadeó al notar las cicatrices a lo largo de su pecho, él se sintió ligeramente avergonzado pensando que quizás ahora el menor no sentiría el mismo deseo, pero lo sorprendió una vez más, delineando cada una de ellas y desperdigando besos.

Ronroneó de nueva cuenta y tomó de la mano a su omega atrayéndolo contra su cuerpo y levantándolo por la cintura para llevarlo a la cama, Jimin envolvió las piernas alrededor de sus caderas y lo abrazó por el cuello de manera instintiva.

Lo depositó sobre el colchón con delicadeza, regresando a su tarea de repartir besos por el torso desnudo, bajando hasta el límite de los pantalones, percibiendo el aroma a excitación del omega. Se atrevió a desabotonar la prenda, bajando el cierre después, liberando en algo la presión sobre el pequeño miembro. Acarició sobre la ropa interior y Jimin arqueó la espalda liberando un gemido ahogado. Se relamió los labios anticipando lo que vendría.

Por un ronroneo 🐈 - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora