Parte 3

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— ¡G-Giorno! ¡¿Q-Qué has hecho?! —

—Hhh....Ah... —

Tirando aquella estatuilla al suelo, el joven rubio dio dos pasos hacia atrás, dejando unas gotas de sangre por donde pasaba.

Después de tantos años de abuso y maltrato, la mente del joven se había deteriorado al punto de no poder controlar más sus impulsos, aquel hombre que tanto le ofendió y golpeó durante su niñez ahora se encontraba tendido en un charco de sangre. Se había asegurado de que no le haría sufrir más al propinarle más de cinco golpes en la cabeza, destrozando su cráneo y haciendo irremediable el daño que provocó; sin embargo, no había arrepentimiento en el rostro del causante de todo esto.

No había una sola pizca de miedo en el rostro de Giorno.

No obstante, la mujer a sólo unos pocos metros del cadáver tenía una expresión totalmente diferente, esta irradiaba terror, angustia y las lágrimas que brotaban de sus ojos hacían ver que estaba pasando por el peor momento de su vida, después de todo, aquel cuerpo sin vida fue alguna vez su esposo.

— ¡E-Esto no puede estar pasando! ¡No puede! Cariño, ¡Cariño despierta! —

El shock rápidamente estaba desapareciendo, logrando que aquella mujer pasara de sollozos a llanto, y de llanto a histeria; moviendo bruscamente el cuerpo de su amado comenzó a caer en desesperación al ver que él no reaccionaba.

— ¡Maldito crío! ¿¡C-Cómo pudiste?! ¡Sabía que fue un error el parirte! ¡Mira lo que has hecho! —

Pronto un irritante sonido penetró los oídos del joven, haciendo que ignorara los gritos de su madre, las sirenas de una patrulla se hacían cada vez más y más intensas, pasando de un ligero zumbido a una apantallante orquesta.

Volteó a ver sus manos, y efectivamente, estas estaban salpicadas de sangre, no pudo mover su vista de las gotas de sangre que allí se hallaban, incriminándolo, haciéndole responsable.

—Giorno, ¡Giorno! —

Una voz muy familiar lo sacó de sus memorias, había olvidado por completo el lugar en el que estaba. Volteó hacia la persona que lo llamaba y pudo observar su rostro de preocupación.

— ¿...Abbacchio? —

—Así es, soy yo. ¿Estás aquí? —

—...Si, aquí estoy. —

Se había hundido tanto en sus recuerdos que estaba seguro de que le habían hecho alguna pregunta que no escuchó.

—Perdón, no estoy acostumbrado a...recordarlo. —

—Entiendo, estoy seguro de que fue algo completamente traumático. —

— ¿Traumático? No...Yo no le llamaría así. —

El peliblanco arqueó una ceja, aun así no le sorprendía, estaba enterado del padecimiento de su joven paciente, sin embargo esperaba que este al menos mostrara signos de saber que lo que hizo aquella noche marcó algo en su persona y su mente.

— ¿Cómo le llamarías entonces? —

— Aún no lo sé, pero estoy tratando de descubrirlo. —

— ¿Lentamente? —

— Lentamente. —



// Con la salida de Vento Aureo animado, he decidido continuar con este fanfic. //

-AU- "Thank you" (Abbacchio x Giorno) JJBA Vento AureoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora