Parte 2

741 90 8
                                    

Capítulo re-escrito (19-11-18)


—¡No! ¡No! ¡Suéltenme!—

Caminando hacia el despacho del Dr. Abbacchio para su consulta semanal, el rubio pudo escuchar unos gritos proviniendo de más adelante del pasillo, un par de hombres uniformados daban lo mejor de sí para controlar a uno de los pacientes que, sin sorprenderlo, resultó ser uno de sus compañeros de cuarto y amigo, Pannacotta Fugo. Éste parecía estar completamente alterado, y seguramente fue su corto temperamento el que le metió en problemas de nuevo.

—¡Ah, Giorno! ¡Giorno ayúdame, por favor, dime que ves a los stands! ¡¿Los ves, cierto?!—

Sin decir una palabra y manteniendo un rostro inexpresivo, llevó una mano a su pecho y con su dedo índice realizó una X en su corazón, mientras que su otra mano se alzó a un lado de su rostro. Esto al parecer logró calmar un poco a su amigo, quien mostró una sonrisa nerviosa y dejó de forcejear, sin embargo, esto no evitó que los cuidadores se lo llevaran a su habitación.

Después de haber presenciado tal escena y de alguna u otra forma haber participado en ella, el rubio continuó su no tan largo camino, estando a tan solo unos cuantos pasos de la entrada del consultorio, siendo bastante notorio el impacto que Fugo provocó en este. La puerta estaba abierta, la alfombra parecía no haber sido tratada con delicadeza, pero lo que más llamó su atención e hizo que dejara de observar los alrededores fue una discordancia en el rostro del psiquiatra.

Un hematoma se encontraba debajo de su ojo, este se hacía bastante presente al resaltar por la pálida piel del portador, ¿Probablemente recibió un mal golpe en el ataque de histeria del paciente que recién se había encontrado? Sin haber pensado en sus acciones, el joven ya había entrado en la habitación, alzando su mano con la intención de tocar el moretón.

—¿Fue Fugo? ¿Está usted bien?—

Apenas tuvo unos cuantos milisegundos de contacto con el contrario cuando su mano fue apartada.

—Estoy bien, no te preocupes. Siéntate.—

Obedeció por el simple hecho de que no quería abrumarle, aun así, sentía preocupación por su estado.

—¿Qué fue eso que hiciste allá afuera?—  cuestionó el psiquiatra, siendo que al tener la puerta abierta fue probable que haya contemplado el cambio repentino de humor de Fugo y la forma en que Giorno le tranquilizó.

—Supongo que se refiere a la señal. Sólo Mista, Narancia, Fugo y yo la sabemos. Significa "Si" y "De verdad", si alguno la hace significa que lo que dice es completamente verídico o también puede significar una afirmación a una pregunta.—

—¿Eso quiere decir que tú también ves los stands?—

— ... —

—¿Y bien?—

—No, en realidad no los veo, pero sabía que era la única manera en la que Fugo se tranquilizaría.—

El peliblanco le miró de pies a cabeza, parecía muy tranquilo incluso sabiendo que le había mentido a uno de sus amigos. Deseaba observar a más detalle ese comportamiento, quería saber qué era lo que se escondía detrás de esa tranquilidad tan imperturbable.

—Giorno, sé que ya hemos abordado este tema con anterioridad, pero creo que es necesario retomarlo. ¿No sientes remordimiento por mentir?—

El interrogado se tomó unos cuantos segundos para procesar una respuesta, en este lapso de tiempo no paró de mirarle directamente a los ojos con una expresión bastante particular, no era seriedad per se, era... distinto, por alguna razón podía percibir cierto tipo de compasión a pesar de que la situación no tenía relación con ese sentimiento, tal vez le estaba confundiendo con nostalgia, pero ciertamente, no se encontraba con su seriedad característica.

—Sólo miento cuando es necesario, por lo que no. No siento culpa. Tiendo a mentir para protegerme a mí mismo o a los demás.—

—Protegerte a ti mismo, ¿huh? ¿Crees que esa haya sido la razón por la que has estado mintiendo desde entonces?—

—Así es, debí mentir, era necesario que mintiese o de otra forma la policía me hubiese llevado directamente a la cárcel.—

—... ¿Policía? ¿Pensaste que me refería al asesinato cuando dije "desde entonces"?—

Los ojos del rubio se abrieron más, es probable que debido a que asocia ese evento como un punto de partida nuevo ahora piensa que todos los demás lo asocian igualmente, siendo esto un error. Se re-acomodó en su asiento y se quedó callado unos segundos.

—Está bien, tal vez te puse demasiado nervioso. – Mencionó Abbacchio, al observar que el contrario no diría nada más. – Pero, ya que lo mencionas, tal vez debamos hablar sobre el asesinato una vez más.—

El rubio mostró una ligera sensación de incomodidad que pronto escondió con su máscara de inexpresividad.

—Bien, cuéntame nuevamente la historia, desde el principio.—

-AU- "Thank you" (Abbacchio x Giorno) JJBA Vento AureoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora