10. Recuerdos (2 parte).

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—EunJi...

La voz se escucha lejana, no la conozco y siento temor.

—EunJi...

Siento que no estoy sola, pero no veo a nadie más en esta inmensa oscuridad. Hacia donde vea no hay nada más que oscuridad.

No me da miedo. Pero me siento incómoda sabiendo que estoy siendo observada.

—¿H-Hola?

No hay respuesta.

Maldición.

Observo como de repente algo empieza a mojar mis pies.

—Es...— observo detenidamente el líquido hasta que me doy cuenta que es, sonrió— Sangre.

Me carcajeo como si el líquido que está llenando el suelo oscuro fuera el mejor chiste de la vida.

<<EunJi, eres una tonta>>

<<¿Por qué no eres como las demás personas.>>

«Aveces pienso que estas enferma»

—¡LO ESTOY! — Gritó.— ¡ESTOY JODIDAMENTE LOCA! ¿Y QUE CREEN? ¡SOY FELIZ ASI!

Uso toda la fuerza de mi garganta mientras ruedo en el suelo manchando mis ropas de rojo intenso, de paso mi rostro y cabello.

Joder es tan satisfactorio.

Mi risa se va apagando poco a poco convirtiendose de una sincera sonrisa a un intenso llanto.

Hipidos, sollozos, lágrimas, murmurros de dolor y jadeos pesados.

—Lo estoy... Estoy l-loca.— no se con quién demonios estoy hablando pero lo hago.— A-Ayudame.

—¡EunJi!.

—¡JODER! ¿Qué mierdas quieres?

Siento una leve caricia en mi cabeza aunque no veo nada.

Un aleteo se escucha pero no sé que es.

—¡Ahrg!.— siento un calor intenso en mi muñeca izquierda. Justo donde están mis cortes.

Observo el lugar y veo como esa parte está tornándose naranja como cuando están herrando el metal.

—Te haré fuerte... Pero para eso es necesario que sufras.

—¿Quién eres?.— aprieto mis dientes por el dolor.

Algun día lo sabrás.






—¡EUNJI!

Me levanto de golpe a escuchar la voz de mi madre.

Fue un maldito sueño.

—¿¡Que?!.— elevo la voz un tanto enojada.

—¡No me hables así mocosa!.— me grita.— ¡Prepara el desayuno! Yo tengo que ir a trabajar.

Hago comillas mientras me levanto.

Si mamá y yo soy una chica común.

Hago lo que me dice y luego de que ella toma una taza de café se va.

«Te hare fuerte... Pero para eso es necesario que sufras»

La frase se queda como un tatuaje en mi mente. Lo pienso todo el día pero no encuentro lógica a sus palabras

¿Sufriré aún más?

Las sombras de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora