Epílogo

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El bullicio en el extenso aeropuerto de Seúl es incontrolable, las personas van y vienen, el sonido de las maletas con ruedas siendo arrastradas se escuchan en sincronización.

Y bajando por las escaleras mecánicas se encuentra él, con un nuevo corte de cabello, teniendo éste de color negro. Su expresión es neutra, y en su rostro hay un cubre boca, sostiene con firmeza su bolso resaltando sus venas en la mano.

—Ya estoy aquí —. Dice al teléfono.

—Hoseok, escucha, sube de nuevo al helicóptero, hay intrusos en ese coche, así que corre—. La línea se corta.

Hoseok alza la cabeza antes de cruzar la gran puerta de entrada, hombres sospechosos rodean el coche al que se supone tiene que subir y ellos giran hacia él. Por inercia lleva su mano libre hasta su cintura haciendo el ademán de querer sostener una pistola puesta en ese lugar.

Los disparos no tardan en sonar asustando a todos los civiles, Hoseok es disparado en el brazo izquierdo, así que acomoda su bolso en su hombro derecho, y lleva su mano a la herida para correr de nuevo hacia adentro.

Llega al helicóptero, y sube con prisa.

—¡Arranca esto ya! —. Exige al piloto quien torpemente enciende el motor.

Los disparos se escuchan fuera del móvil aéreo, y rápidamente éste se mueve realizando el rodaje por la pista, llega a su punto y comienza a despegar. El pelinegro jadea viendo su brazo herido.

—¿A dónde lo llevo, señor? —. Pregunta el piloto.

—A algún lugar dónde me curen esto—. Suspira cerrando los ojos.

—Vamos a dónde ya sabes, Willy—. Una voz áspera se escucha detrás de él.

Hoseok gira rapidamente y abre sus ojos intentando sostener su arma, pero el hombre frente suyo lo derriva y empieza a golpearlo ferozmente, dejando heridas profundas, cortes en los labios y cejas, y también moretones en las mejillas.

—Tu inteligencia no pudo con esto, idiota —. Sonríe de lado y Hoseok queda desmayado.

Son las seis de la tarde, pasaron unos 15 minutos, y cae mucha nieve, la temperatura es muy baja, el helicóptero se encuentra sobre terrenos privados, casi en el área rural, muy lejos de la ciudad.

—Hay que tirarlo por allá —. Ríe el rubio y Will asiente descendiedo el helicóptero, unos metros después, arrojan el bolso del pelinegro, y seguidamente el cuerpo de éste— Ya nos libramos de éste estorbo—. Se sienta y pronto el helicóptero desaparece en el aire.

Hoseok abre sus ojos débilmente, y con dificultad se pone de pie, sostiene su brazo herido, camina sobre la nieve dejando atrás su bolso.

Unos pocos minutos después divisa luces a unos metros, lo único que necesita es ayuda. Finalmente llega hasta la gran cabaña y con debilidad toca la puerta.

Cuando abren la puerta se queda inmóvil al verlo allí frente a él, con su expresión confundida, y a diferencia de hace mucho, lo mira a los ojos, y en ellos hay un brillo, uno muy deslumbrante.

—¡Ay Dios! ¡Hoseok, Hoseok! —. El pelinegro abre sus ojos ¿acaso lo reconoció? ¿Cómo?.

Pero pronto un niño de aproximadamente seis años aparece corriendo hasta el ahora pelirojo. Dios, es tan parecido a él pero también a Hoseok, ¿Qué es esto?

—Dile a tu abuelo que venga a ayudarme ¡Rápido! —. Habla desesperado. Y antes de ver u oír algo más se desmaya nuevamente.

[•••]


—¡Hola! —. El adorable niño salta sobre él con un sonrisa tan igual a la de Taehyung.

—Hoseok, déjalo, ¿no ves que está mal? —. Regaña el menor y luego sonríe con timidez, no han cambiado sus gestos.

—Está bien, papá —. Hoseok siente su corazón saltar al escuchar eso.

— Lo siento.. es un niño muy energético—. Ríe un poco y se acerca con una bandeja y en ella hay un plato de sopa— Come esto, debes tener mucha hambre —. Sonríe con calidez.

Hoseok no puede hablar, simplemente no puede, observa detenidamente al chico frente a él, sigue siendo el mismo, tan tímido e inocente, joder.

—¿Cuál es tu nombre? —. El pelirojo se cruza de brazos y se pone recto.

— Uh, suelen llamarme J-hope—. Habla roncamente sentándose con lentitud. Observa anonadado la venda que hay alrededor de su brazo izquierdo, y se siente muy adolorido— ¿Quién me vendó?.

—Y-yo.. —. Responde con sus mejillas rojas, eso que tanto ama el pelinegro.

—Lo hiciste muy bien.. me sorprendes—. Sonríe de lado, tan él como siempre.

—¿Eres doctor o algo así? —. Pregunta intrigado.

—Uhm, tal vez... pero  por mi soy hasta lo que más detesto—. Comenta mirándolo a los ojos.

A Taehyung se le cristalizan los ojos, esa tonta frase, la recuerda pero en otro contexto.

"Por ti soy hasta lo que más detesto"

Y Hoseok sabe muy bien que Taehyung recuerda, recuerda todo lo que pasó, y si, es un recuerdo latente, nunca se irá. El corazón de Taehyung aún late por Hoseok... aunque esté... "muerto".

—Come bien, llámame si necesitas algo... J-hope—. El pelirojo retiene sus lágrimas y sale casi corriendo de la habitación.

—Lo siento, Taehyung pero... te sigo amando—. Una lágrimas rebelde se desliza por su mejilla, y luego gira hacia la bandeja que yace en la mesita de noche.

“Enséñame a ver con el corazón, Taehyung” esas palabras salen a flote en sus pensamientos... aún recuerda todos los momentos vividos con él, Dios, Cómo pudo echar a la basura ese gran amor que hubo entre él y Taehyung. Pero, ya está todo perdido, enterrado en el pasado. Taehyung cree que está muerto y.. seguirá así hasta que en verdad lo esté.

No puede arruinar la vida que lleva el menor al reaparecer así de la nada.. y además Taehyung tiene un ¿hijo? ¿Qué es lo que en verdad pasa con ese pequeño? ¿Cómo es que se parece a él y lleva su nombre? ¿Cómo? Algún día los descubrirá pero sin ser descubierto.













Lamento no darles algo que realmente valga la pena leer, prometo mejorar algún día, las amo.

TMTSWTH    [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora