TMTSWTH [HopeV]

Capítulo cuatro

Unas hermosas obras arquitectónicas se lucen ante los ojos de extranjeros y ciudadanos, el bullicio no es mucho, hay muchas personas dispersas en los jardines y como no, dentro de la mansión misma.

—Tae, no he visto algún ensayo tuyo, quisiera ver—. Yoongi coloca su mano encima de uno de sus hombros.

—Claro, esta noche lo verás —. Sonríe el castaño.

—¡Si, si! Tienes que verlo, Taehyung es arte, me encanta —. Rose envuelve el brazo de Taehyung con el suyo.

—No es para tanto—. Lleva su mano izquierda hasta su cabeza y tira un poco de su cabello, algo ruborizado.

—¡Tú eres muy talentoso, cariño! —. Dice Dana, quien está al lado de Yoongi.

—Cuando te presentes en el festival, gritaré "¡Ese es mi primo, malditos!" —. Yoongi exclama emocionado, como si ya lo estuviese viviendo.

Taehyung no para de reír con las ocurrencias de sus amigos. Y la señora Park se cobija ante el gran decorado de la casona que visitan. Esa mansión es el lugar más turístico de la ciudad, por lo que siempre está llena de gente.

—Se nota que lo comes con la mirada —. Hoseok Sonríe de lado al escuchar la voz de un "amigo"

—Solo observa ese hermoso cuerpo que tiene, su carita, sentir la suavidad de su piel es increíble, de verdad, deseo llevármelo a la cama y hacerle sentir bien todos los días, imagínate despertar y lo primero en ver es ese rostro tan perfecto—. Muerde su labio inferior.

—Si no te conociera diría que por fin quieres sentar cabeza. Pero ese será mi sueño frustrado —. Lanza una risita y palmea un hombro del de cabellos cobrizos.

—Idiota—. Ríe con ganas— Empezaré a conquistar a esa bella flor—. Arranca una rosa roja de una de las tantas ramas que dominan orgullosamente los darines.

—¡Oye! Eso no se hace—. Gruñe el chico pero mantiene su diversión.

En un momento, entre tanta charla, Taehyung se detiene para arreglar la bandana que tiene puesta, sin darse cuenta, alguien estaba a un costado suyo.

Hoseok, aún con su sonrisilla traviesa, coloca su pie adelante, consiguiendo así que Taehyung tropiece con éste al dar un paso.

El castaño abre sus ojos asustado pero unos fuertes brazos rodean su cintura por detrás, sosteniéndolo.

—Ten más cuidado, precioso—. Murmura muy cerca de su oído.

—Oh, Hoseok, muchas gracias—. Suspira aliviado, sonriendo como siempre.

—¿Sabes? Siento tantas cosas cuando te veo, y más si estás sonrojado, me siento atrapado en una burbuja creada por tu hermosa risa, y bueno, ¿estaré enamorado, acaso? —. Hoseok sabe endulzar los oídos de muchos y muchas, no pretende que él sea la excepción.

—No lo creo—. Taehyung intenta ocultar su nuevo sonrojo alejándose de aquel tibio cuerpo— Estás loquito, eso es lo que pasa —. Ríe comenzando a caminar.

Hoseok alza una ceja, extasiado por la voz de aquel precioso chico, y demostrando su insitencia va detrás de él.

—Loco por ti, podría ser—. Lo sostiene de la mano, y Taehyung muestra una sonrisita cuadrada.

—¡Oye! —. Rose llega con el ceño fruncido— Tae, vamos, allá hay cosas extraordinarias, y debes venir—. Lo jala de su otro brazo y, en aquel acto, Hoseok deja la linda rosa roja en la mano que sostenía.

Taehyung empuña suavemente ese pequeño gesto, y no puede sentirse más feliz.

El chico castaño sin dudas comienza a sentir esas alborotadoras mariposas en su estómago, vamos, ama sentirlas. Hoseok se está ganando su aprecio, que tal vez se convierta en un gran cariño, y... puede que amor también.

—Deja de hablar con ese idiota, es solo un hablador, y un don juan sin remedio—. Gruñe Dana una vez que los cuatro están nuevamente juntos.

—A la señora Park no le va a agradar verte muy junto a él —. Rechista Yoongi disgustado.

—Vamos chicos, es solo un amigo, es muy amable, solo eso—. Asegura el castaño, aunque no está tan seguro por dentro.

Rose gira hacia Hoseok y lo fulmina con la mirada, éste solo sonríe, como provocándola.

El de cabellos cobrizos se cruza de brazos observando como Taehyung se aleja con los demás.

—Conquistarlo será difícil —. Dice para si Mismp Hoseok

—Puedo pagar asegurando que él nunca caerá ante ti—. Nuevamente su "amigo" llega a su lado.

—¿Cuánto quieres perder? —. Mira al chico con una sonrisa de lado.

—¿Cuánto quieres pagarme? —. Contraataca.