II. Encontronazos

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Odiaba con todas sus fuerzas las duchas de las mañanas, le causaban tanta pereza, además tener que levantarse media hora antes de la cama, pero con el paso del tiempo también se había dado cuenta que le servían para despejarse, y poder reactivarse antes de las 9 de la mañana, cualquier remedio era bueno si le hacía ser productiva desde el momento en el que pisaba la oficina.

Y es que Mimi desde siempre, desde que el mundo es mundo y ella llegó al mismo había sido lo que se llamaba "búho", ni alondra, ni colibrí, ni tener la energía de un niño de 10 años por la mañana. A ella le costaba despertarse, cuando iba a clase hasta que no llegaba la hora del recreo no conseguía activarse, en la carrera, la época de exámenes, sus mejores horas de productividad eran las madrugadas y ahora en el trabajo, hasta que no se hacía media mañana no se sentía productiva, todos los días despreciaba más de 3 horas que tenía que recuperar por la tarde.

Dejaba caer el agua con la presión a tope sobre su cuerpo, le gustaba esa sensación del agua recorriendo su cuerpo y cerró los ojos, para alargar el momento. Entonces, sin explicación lógica alguna, le vino a la mente la cena de anoche con los compañeros de Ricky y la tal Ana, que todo lo que tenía de guapa lo tenía de básica...

- Por fin llegó la madre suprema de las bolleras. - soltó Martel acompañando el comentario con unos aplausos al verla allí plantada.

A Mimi se le escapó media sonrisa detrás del botellín de cerveza, pero a Ana no le tuvo que hacer la misma gracia aquel comentario, que entrecerró los ojos, con una mueca de cansancio por las repetitivas bromas de su amiga acerca de su forma de vestir y su condición sexual.

El caso es que Mimi tenía la sensación de haber visto a Ana en otra parte, pero no conseguía ubicar dónde, y en esos pensamientos estaba cuando se vio sorprendida por el acercamiento de la chica con la intención de saludarla cuando Ricky las presentó. Podría decirse que Ana olía a lluvia, a ese resultado de la combinación de aromas diferentes que mezcladas se colaban directas por las fosas nasales y creaban una reacción directa en el cerebro, de inmensidad, de sentirte pequeño frente al universo, y la sensación se quedaba en tu propio cuerpo aunque Ana ya hubiera desaparecido de tu lado hacía minutos, dejaba un olor intenso, fresco, dulce y suave, y tan rompedor que era difícil desintoxicarse. Como su acento. Que parecía que en vez de pronunciar las palabras, pasaba levemente por encima de ellas, para evitar ofender a quienes la escuchaban, y hablaba con tanta tranquilidad que...

- PUTA! - maldijo brusca con toda la rabia por haberse empapado con la cerveza pretendiendo abrirla.

- Bien Ana, solo has necesitado 2 minutos demostrar lo patosa que eres - bromeaba Roi, haciendo un gesto para poder llamar la atención del camarero para que trajera un nuevo cubo de cervezas y algo con lo que limpiar el desastre que había creado la propia Ana.

Conforme transcurría la noche, Mimi se sentía más cómoda entre aquel grupo, sobre todo por la aparición de Martel, que siendo ajena también de aquel mundillo del artisteo como ella misma se refería al resto, le entretenía con conversaciones de lo más rocambolescas y grandes dosis de carcajadas, de vez en cuando entraba en las conversaciones Miriam, que tiraba de ironía para dejar en evidencia las historias para no dormir de Martel. Sentía el móvil vibrar encima de la mesa, pero lo estaba pasando especialmente bien, por lo que fuera quien fuera, podría esperar hasta el final de la velada.

Alrededor de ellas también se sucedían las conversaciones, y de vez en cuando, pudo ver por el rabillo del ojo que Ricky estaba entretenido con Nerea y Raoul, y más de una vez lo pilló mirándola, sonriéndole, como contento porque la notaba relajada, como hacía tiempo que no la veía así. Lástima que ese momento no durara demasiado pues sin saber cómo la conversación que se inició en el grupito de Raoul, se extendió al resto de la mesa, dejando caer un comentario acerca de las críticas de no sé qué compañero respecto de otro diciendo algo así como que tapaba sus carencias vocales con el baile.

DECISIONES - warmi -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora